Ciencia

Necesitamos regular los trasplantes de caca

El éxito de las terapias de intercambio de microbiota está llevando a las autoridades a tomar medidas de control. Un nuevo artículo en la revista Science propone un sistema de regulación que no paralice los tratamientos.

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El trasplante fecal se ha convertido en la tabla de salvación de decenas de personas afectadas por infecciones de Clostridium difficile, una bacteria que vive habitualmente en nuestro intestino pero que, cuando se produce un desequilibrio, puede proliferar y generar toxinas. Desde hace unos años, en los casos más extremos en que se desarrolla una colitis pseudomembranosa que no responde a los antibióticos se toma material fecal de un familiar de la persona enferma y se introduce en su intestino de la persona enferma para restablecer el equilibrio en la microbiota. Este tipo de tratamiento se ha hecho tan popular que algunos pacientes lo están aplicando por su cuenta y se están autosuministrando material fecal de familiares o amigos sin analizar previamente las muestras.

Diane Hoffmann y su equipo analizan este jueves el problema en un artículo publicado en la revista Science en el que plantean algunas de las posibles medidas para evitar que se produzcan estas conductas de riesgo pero sin que una regulación demasiado estricta impida el desarrollo y aplicación de terapias a los pacientes. Recientemente la autoridad que regula los medicamentos en Estados Unidos, la FDA, ha publicado una guía sobre los requisitos que debería cumplir un posible “banco de heces” en caso de querer desarrollar investigaciones para desarrollar una terapia registrada y aceptada por la administración sanitaria. Este anuncio ha sido recibido con críticas en parte del sector médico porque consideran que se están poniendo demasiadas barreras que podrían evitar que los pacientes se beneficiaran de las terapias de trasplante fecal.

La FDA ha publicado una guía sobre los requisitos que debería cumplir un posible “banco de heces”

En su artículo Hoffmann y su equipo proponen una aproximación diferente al problema, en la que los bancos de heces sirvan para establecer un registro, que permita recopilar datos sobre seguridad y efectividad, pero en el que no haya necesidad de hacer un registro de uso del medicamento, con todos los protocolos de un ensayo clínico, para poder aplicar el tratamiento en casos concretos. Asimismo, los autores recomiendas a médicos y laboratorios que conserven su capacidad de aplicar el tratamiento de trasplante fecal en los casos de infección por Clostridium difficile, pero les piden que se abstengan de hacerlo con terapias que aún no se han puesto a prueba.

Referencia: Improving regulation of microbiota transplants (Science)

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