Opinión

"¿Tú 155? Pues yo 156"

Rajoy, Sánchez y Rivera, tan remisos a adoptar medidas contra el secesionismo hasta que no quedó más remedio, ahora se 'pegan' por aparecer como los campeones de la dureza 

  • Rajoy, Sánchez y Rivera

El siguiente episodio ocurrió este jueves, 17 de mayo, en Madrid, entre las 8.30 y las 10 de la mañana:

8.30: intuyendo que una hora después Mariano Rajoy y Albert Rivera iban a copar toda la atención con su reunión de la Moncloa, Pedro Sánchez se sentaba con Susanna Griso en el plató de Espejo Público a “robarles” el titular: "El PSOE pide que se regulen las tomas de posesión para que los altos cargos acaten la Constitución", sin subterfugios y muestren respeto al Rey, no como el nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra. Todo muy razonable salvo por el “pequeño” detalle de que… ya está regulado. El artículo 108.8 de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General (LOREG) ya estipula que para adquirir "plena condición de sus cargos", tendrán que "jurar o prometer acatamiento a la Constitución". 9.10: Quedan veinte minutos para que empiece la reunión entre Rajoy y Rivera, máxima expectación. El Gobierno informa de que pa'chulo él. Que no piensa asistir a la toma de posesión de Torra (¡ojo!, organizada por su delegado en Cataluña, Enric Millo) a las 11.30 en Barcelona, porque el nuevo president ha intentado "imponer el nivel de la delegación gubernamental, cosa que no se ha aceptado". Considera La Moncloa que el "modelo" de toma de posesión (¡organizada por el Gobierno, en tanto que máxima autoridad del 155!) "degrada la propia dignidad de la institución" (sic). 9.20: Rivera ordena comunicar antes de verse con Rajoy que lo que acaba de hacer el Gobierno es una "dejación de funciones" intolerable ante las provocaciones del independentismo catalán; razón de más, para no levantar el 155, como él va a exigir a continuación.

Los “cirujanos” Rajoy y Sánchez recomiendan un tratamiento conservador, observar al paciente y esperar, que tiempo habrá de “abrir” de nuevo. Pero el MIR Rivera se impacienta

Hasta aquí, el relato fehaciente de hora y media en la atolondrada vida política española. Y ahora la opinión. La mía, parca. No puede ser de otra manera. Sobran las palabras cuando los hechos son tan obscenos: los mismos tres que hace siete meses renquearon hasta que no quedó más remedio con la aplicación de la “cirugía” del 155 en la Generalitat de Cataluña, ahora andan a tortas por todo; por adelantarse a pedir quirófano, por quién pone la anestesia, quién abre... y, sobre todo, quien se pone la medalla.

Los “cirujanos” Rajoy y Sánchez recomiendan un tratamiento conservador, observación al paciente y esperar, que tiempo habrá de “abrir” de nuevo. Pero el MIR Rivera es impaciente, sí, pero resulta atractivo por novedoso; las encuestas dicen que la opinión pública está con el “cortar por lo sano” que representa.

Así que ahí les tienen a los tres; en un "¿Tú 155? Pues yo 156", siempre y cuando existiera esta última e imaginaria vuelta de tuerca. Y así todo.

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