Opinión

7.291, odisea en el espacio de RTVE

No sabemos cuántas personas fallecieron en nuestro país, pero los ancianos que fallecieron en las residencias de Madrid están contados con ábaco

  • Reyes Maroto, desolada y denunciada

Ya han pasado cinco años desde que nos encerraron en casa y las calles se quedaron más solas que nunca. Disculpen ustedes que les traiga de vuelta aquellos días, que lo cierto es que no apetece nada recordar. Pero es que aunque una quiera tener una memoria selectiva y dejar el pasado atrás, este Gobierno no nos deja. Su manera de conmemorar tan triste evento, no es callarse, no vaya a ser que alguien le recuerde que sus dos decretos de estado de alarma fueron declarados inconstitucionales, sino empezar otra batalla campal contra la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Yo puedo entender que le tengan ganas a Madrid y rencor a Ayuso, porque su mayoría absoluta escuece, pero señores de la izquierda, que con sus acciones lo que están asegurándose es no gobernar nunca en Madrid. Torpeza que yo les agradezco enormemente, ya que resido en esa comunidad.

Repiten como loros una cifra: 7291. Y nos tenemos que echar todos a temblar porque es la cifra que quieren que persiga a doña Isabel, tachándola de asesina de ancianos. Que si las residencias esto, que si las residencias aquello… Como se ha dado cuenta de que el tema de las demandas no está funcionando, porque son ya más de 20 las que los juzgados han archivado respecto a estas acusaciones contra Ayuso, el PSOE ha decidido que no necesita que un juez diga que Ayuso es culpable, solo necesita que lo crea la población.

Así que pretende que todos olvidemos aquella comparecencia en la que Pablo Iglesias, vicepresidente por entonces del Gobierno, salió explicando que se hacía cargo de las residencias de España. Pretende que no nos acordemos de Pedro Sánchez alabando a su vicepresidente por la gran labor que se estaba llevando a cabo en los centros para ancianos.

Un plan sin fisuras, porque en este país somos mucho de pagar para ver documentales con gafas políticas. La prima del director tampoco está por la labor de ir al cine y pagar para ver tamaña obra maestra, así que no les queda otra que recurrir a la televisión de todos, todas y todes

Y no se queda ahí la cosa, pretende que nos olvidemos de que fallecieron miles y miles de personas en todo el país, también en residencias de ancianos en otras comunidades, donde, curiosamente, ni siquiera Madrid encabeza esa fatídica lista. Por eso vota en el Congreso que no, a esclarecer las cifras de fallecidos durante la pandemia. Pero nos tenemos que creer que le preocupan mucho los fallecidos, aunque parece ser que los únicos que le preocupan son los ancianos madrileños, que para esos sí que tiene cifras: 7291. No 7292 ni 6987, no. 7291. No sabemos cuántas personas fallecieron en nuestro país, pero los ancianos que fallecieron en las residencias de Madrid están contados con ábaco.

Así que, una vez perdida la batalla en los juzgados, esta izquierda tan juguetona que tenemos, a la que gusta de jugar, pero siempre haciendo juego sucio, saca adelante un documental, promocionado por todas las figuritas relevantes del rojerío, los influencers más influencers y los periodistas más periodistas, llamado 7291 y lo promociona en una plataforma de tv por Internet. Como parece ser que no lo ve ni la prima del director, Juanjo Castro, deciden entonces llevarlo a las carteleras de nuestros cines. Un plan sin fisuras, porque en este país somos mucho de pagar para ver documentales con gafas políticas. La prima del director tampoco está por la labor de ir al cine y pagar para ver tamaña obra maestra, así que no les queda otra que recurrir a la televisión de todos, todas y todes.

Y aquí es donde llega la maravillosa noche en la que TVE no ve otra manera de hacer un mejor uso de nuestro dinero, que pagar los derechos que corresponda para poder emitir tan magnífica pieza. Así que se programa su emisión con el tratamiento de un asunto de Estado, emitiéndose de manera simultánea entre La 2 y el canal 24 horas, una cobertura que solo se ha dado para las comparecencias de Sánchez en la pandemia, el discurso del Rey o una última hora de gravedad.

Pero quién lo iba a imaginar, que a pesar de que incluso eminencias políticas, como Reyes Maroto, se dedicaran a dar publicidad a la emisión del documental cada vez que les ponían un micrófono delante, entre los dos canales apenas se llegó al 15% de cuota de pantalla. Una lástima que después se hayan tenido que retractar de sus palabras, como la señora Maroto, diciendo que ella no quería llamar asesino a nadie. Claro, claro, Reyes. Lo que no quieres es la denuncia, pero es normal.

¿Qué va a ser lo próximo, Pedro Sánchez? ¿Nos va a mandar el documental a casa en un DVD firmado por usted y con una foto de su guapérrima persona?

Cada una de las medidas llevadas a cabo por esta mujer fue criticada duramente por el Gobierno, para adoptarla días después en el resto de España, como el cierre de los colegios.

Y, a todo esto, una cosa que no consigo comprender. Porque está muy bien eso de la empatía y bla, bla, bla… Pero que a un votante del PSOE de Cáceres, Burgos, Badajoz, Vigo, Santander… le quite el sueño la cifra de ancianos que fallecieron en las residencias de Madrid, una comunidad que a lo mejor no ha pisado ni visitará en su vida, en lugar de los que fallecieron en las residencias de su comunidad o de todas las personas que fallecieron en toda España, es algo digno de ser estudiado en Cuarto Milenio. Hay que ver cuánto se preocupan por los madrileños, aunque yo todavía recuerdo aquellas campañas en las que se nos tachaba de todo y se nos negó salir de Madrid, ilegalmente, porque así lo dictaba un comité de expertos que nunca existió.

Puestos a recordar, yo lo que recuerdo es que Ayuso en aquella época trataba de anticiparse al Covid y luchar contra la pandemia como podía, mientras el Gobierno luchaba contra Ayuso. Cada una de las medidas llevadas a cabo por esta mujer fue criticada duramente por el Gobierno, para adoptarla días después en el resto de España, como el cierre de los colegios.

Y sin ser la señora Díaz Ayuso santa de mi devoción, gracias al PSOE va a conseguir la canonización.

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