El juez Juan Carlos Peinado ya puede activar sus investigaciones sobre la posible participación de Begoña Gómez (e incluso podría abrir una pieza separada sobre Pedro Sánchez) en el rescate de la empresa Globalia, la dueña de Air Europa que financió la cátedra de Gómez en la UCM y que acaba de cerrar la Universidad madrileña.
Porque los indicios que se desprenden del último informe de la UCO sobre la llamada ‘trama delictiva’ de Koldo, Ábalos y Aldama cumple de sobrada manera todas las condiciones que impuso a Peinado la Audiencia Provincial de Madrid. Y, lo que es más grave, aporta nuevos datos y muy importantes sobre el rescate de Air Europa y las reuniones que mantuvieron en Moncloa en relación con el rescate el 16 de octubre de 2020, y en fechas posteriores, y a las que asistieron el presidente Sánchez, su vicepresidenta Calviño y el ministro Ábalos.
Y mientras Begoña Gómez estaba ese mismo día reunida en Globalia con el CEO de la compañía Javier Hidalgo y eran informados puntualmente del plan de rescate (que se adjudicó a la SEPI y que le costó 615 M. de euros al Estado) por Koldo García y Víctor Aldama. Este último ahora en prisión y entonces consejero de Globalia y conseguidor y comisionista (de 5,5 M) del ex ministro Ábalos en la corrupción de compra de mascarillas por el ministerio de Transportes durante la pandemia.
Un Ábalos cuyo suplicatorio acaba de pedir al Congreso de los Diputados el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional para que el ex ministro sea imputado en el Tribunal Supremo e investigado por un sin fin de casos de corrupción como los que aparecen en informes de la UCO.
Donde también se desvela la participación de Ábalos, Koldo y Aldama (este último como organizador) del viaje y escala en Madrid de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez, que conoció y autorizó Pedro Sánchez. Una Delcy a la que Ábalos, Aldama y Koldo recibieron en el aeropuerto madrileño en enero de 2020 para que pudiera desembarcar un sospechoso equipaje, disfrazado de ‘valija diplomática’.
Ábalos, un ‘coche bomba’ para Sánchez y el PSOE
Y un suplicatorio, el de Ábalos, que el Congreso aprobará -nunca se rechazó un suplicatorio en asuntos relacionados con la corrupción-, máxime una vez que el PSOE expulsó a Ábalos de su grupo parlamentario y ahora está a punto de echarlo del Partido, como cortafuegos de cara al 41 Congreso del PSOE, previsto para final de noviembre, que se presenta como muy tormentoso.
A sabiendas que el caso Ábalos se empieza a calificar como ‘coche bomba’ para La Moncloa por todo lo que podría saber el ex ministro sobre Begoña Gómez y el propio Pedro Sánchez. Y ello cuando se acaban de producir las detenciones del comisionista Víctor Aldama (que pagaba el piso de la amante de Ábalos) y de su socio en el fraude de los hidrocarburos, Claudio Rivas (que compró un chalet para el uso de Ábalos). Lo que les otorga a estos personajes el título de ‘artefactos de relojería’ para el oscuro horizonte judicial del ex ministro de Transportes.
Un más que presunto delincuente al que Pedro Sánchez cesó en 2021, en el Gobierno y en el PSOE, cuando supo de las sospechosas andanzas de su ministro y de las fiestas -‘bacanales’- que Ábalos montaba con su asesor Koldo García en los Paradores del Estado, una sociedad pública que entonces presidía el ahora ministro Oscar López, que pudo ser el primero quien alertó a Sánchez.
De igual manera que los ministros de Interior y Justicia, Marlaska y Bolaños, pudieron avisar a Sánchez sobre los escándalos de la banda de comisionistas de Ábalos. Lo que provocó el pasado febrero la expulsión de José Luis Ábalos del Grupo Parlamentario Socialista (del que se negó a dimitir para pasarse al Grupo Mixto) y la apertura de su expediente de su expulsión del PSOE mientras Ábalos no cesa de mandar veladas amenazas a Ferraz y Moncloa con el mensaje de: ‘si yo caigo, caerán más conmigo’.
Inventario de escándalos
El presunto inventario delictivo del ex ministro y ex dirigente del PSOE José Luis Ábalos incluye los siguientes apartados:
-La compra fraudulenta y por precios desmesurados, con Aldama y Koldo de por medio, durante la pandemia de mascarillas en el ministerio de Transportes que Ábalos presidía, lo que está bajo investigación judicial y fue objeto de pesquisas por parte del nuevo ministro Oscar Puente.
-Ábalos, en la compañía de Koldo y Aldama, participaron en 2020 en la trama que organizó y controló la escala aérea en Madrid de la vicepresidenta de Venezuela y el misterioso desembarco de su múltiple y abultado equipaje como si fuera ‘valija diplomática’ venezolana.
-Desde el ministerio de Transportes, Ábalos favoreció el rescate de Air Europa del Grupo Globalia. El que financiaba la cátedra en la UCM de Begoña Gómez, que mantuvo contactos con Javier Hidalgo, el CEO de Globalia, y con el comisionista Víctor Aldama con quien Begoña viajó a San Petersburgo y que suele aparecer en casi todas las andanzas de Ábalos. El ex ministro que también pudo favorecer, por una presunta mediación de Zapatero, el otro rescate de la aerolínea Air Nostrum, de unos empresarios venezolanos.
-Por otra parte, Ábalos recibió varios teléfonos móviles ‘no controlables’ que le fueron facilitados por el comandante Villalba de la Guardia Civil, ahora también está detenido y que fue corrompido por Koldo. El que recibía dichos teléfonos ‘limpios’ ante el temor de que la trama corrupta de Ábalos fuera investigada por la UCO, como ha ocurrido.
-Ábalos pudo, también, haber intercedido, a petición de Víctor Aldama, ante la ex ministra de Industria Reyes Maroto para que se le concediera una ‘licencia’ de gestión de hidrocarburos a la empresa Villafuel de David García (que también está detenido). Un delincuente que defraudó más de 180 M. a Hacienda por el impago del IVA. Y una licencia por la que Aldama y Koldo pudieron haber cobrado a Rivas una comisión de 600.000 euros.
-Ábalos seleccionó en Internet un chalet de vacaciones en la localidad gaditana de La Alcaidesa, que luego fue comprado por la empresa Villafuel de la trama de los hidrocarburos que dirigía Rivas. Mientras que Aldama pagaba el piso donde vivía de la amante de Ábalos, la famosa Jessica, que Ábalos colocó en una empresa del ministerio de Transportes y que solía acompañar al ministro en viajes oficiales. Lo que también hizo Koldo García con su familia en un viaje oficial a Perú. En un claro alarde de malversación de fondos públicos.
La Justicia cerca La Moncloa
En todo caso y a pesar de lo contenta que dirá estar la ministra Pilar Alegría con el anunciado suplicatorio de Ábalos, lo cierto es que ya son muchas las malas noticias que están llegando en estos días al palacio de La Moncloa desde los tribunales.
Como la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de permitir al juez Peinado que continúe sus investigaciones sobre Begoña Gómez. Y pronto se conocerá la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por la que se rechazarán las temerarias querellas por delito de prevaricación que presentaron Pedro Sánchez y Begoña Gómez contra el juez Peinado.
Asimismo, estamos a la espera de que el Tribunal Supremo impute por el delito de revelación de secretos’ al Fiscal General del Estado Álvaro García Ortiz. Y todo ello mientras se mantiene inamovible la reciente decisión de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de no aplicar la Ley de Amnistía a los condenados del procés catalán por delitos de malversación, empezando por Junqueras y Puigdemont.
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