Opinión

Almeida contra Ayuso: la guerra que Génova intenta aplazar

El alcalde lleva meses moviendo sus peones para controlar el PP de Madrid en el futuro congreso regional, y la presidenta ha comenzado a responder. Mientras, en Génova, insisten: "Ahora no toca"

“No toca. Es absurdo abrir ahora enfrentamientos cuando el Congreso regional no se celebrará hasta finales de 2021 o comienzos de 2022. Ahora no toca”. A Génova se le remueven los cimientos ante la apertura de hostilidades entre dos de sus pesos pesados, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Luis Martínez Almeida, alcalde de la capital, por conquistar la presidencia del PP de Madrid. “Es territorio Casado y será Pablo quien decida. Pero cuando toque”, insisten desde Génova.

El partido en Madrid, la gran joya de la corona popular, está bajo una gestora desde que la presidenta del partido y de la Comunidad, Cristina Cifuentes, dimitiera a raíz del caso máster y el vídeo de las cremas en 2018. Pío García Escudero quedó como presidente en funciones aunque quien lleva el día a día del partido, según varias fuentes regionales, es la secretaria general, Ana Camins, que se ha dejado querer como la “tercera vía” entre Ayuso y Almeida para evitar que la sangre llegue al río. Camins es de la total confianza de Casado y en Génova se la considera mucho menos ‘peligrosa’ que Ayuso o Almeida para el futuro de Casado.

Desde el verano, el alcalde –como buen opositor aplicado- ha movido sus peones para colocarse de cara al congreso regional y ha puesto al frente de agrupaciones de distrito y en distintos pueblos de la región a personas afines. Para ello se ha valido de su asesor y hombre de total confianza, Ángel Carromero, y de David Erguido, presidente del comité electoral del PP madrileño.

La mano derecha del alcalde, Ángel Carromero, lleva desde el verano colocando al frente de las agrupaciones del PP a personas afines a Almeida de cara al congreso regional"

Ambos políticos tienen la confianza de Casado y fueron quienes llevaron la campaña del ahora presidente en las primarias del partido contra Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal, como atestiguan muchas fotos de entonces cuando celebraron, Casado, Carromero y Erguido, el triunfo de aquél. Carromero es hoy director de Gabinete del alcalde y su mano derecha. Por lo que cuesta creer que los movimientos de Almeida para colocar a su gente no cuenten con el visto bueno o, al menos, el conocimiento de Génova, donde el alcalde funge como portavoz nacional desde hace unos meses.

En julio, Carlos Segura, otro de los asesores del alcalde, pasó a presidir la gestora de Centro. Se cambiaron en total 13 agrupaciones: cuatro en la capital y nueve en pueblos de la Comunidad. Casi todos fueron cercanos a Almeida: además de su asesor Segura, sus concejalas Paloma García Romero y Blanca Pinedo pasaron a encabezar el PP de Tetuán y de Villa de Vallecas. Mientras el alcalde colocaba a su gente, en la Comunidad se aseguraba que la presidenta regional estaba “centrada en la lucha contra la pandemia” y que no le preocupaba ahora el partido.

Ayuso empieza a responder

Pero, en noviembre, todo cambió. Si a la Vicesecretaría electoral llegaba un hombre de Almeida, el concejal Borja Carabante, y Borja Fanjul y Javier Ramírez, hombres de Almeida, pasaban a controlar Usera y Retiro, Ayuso situaba a dos de sus más fieles políticas, la diputada Almudena Negro y la alcaldesa de Arroyomolinos, Ana Millán, al frente de Comunicación y Sectorial, respectivamente.  Además, situaba a Carlos Díaz Pache al frente de San Blas y a varios afines, como David Enguita, en distintos municipios de la región.

Los movimientos se vieron cómo el primer mensaje claro de Ayuso de que no está dispuesta a ceder la presidencia del PP regional. “Lo normal –dicen ahora en su entorno- y lo que siempre se ha hecho es que coincida la presidencia de la Comunidad con la del PP, así sucedió con Esperanza y con Cristina”, insisten. “La bicefalia es buena si hay sintonía entre las dos cabezas”, añade una fuente ajena a las luchas intestinas, pero “nadie puede garantizarlo”.

Los movimientos de noviembre se vieron cómo el primer mensaje claro de Ayuso de que no está dispuesta a ceder la presidencia del PP regional sin luchar"

Almeida no tardó en reaccionar al movimiento de Ayuso de noviembre y comenzó a difundir, en diversas entrevistas, la idea de la “bicefalia” e, incluso, la “tricefalia”, con una tercera persona -Ana Camins, que también es de su confianza- al frente del partido. Fuentes del PP insisten en que el alcalde lleva “mucho tiempo trabajándose con Carromero el PP regional, sabe lo importante que es, y no quiere que se le escape ahora el control”.

En Génova, sin embargo, dicen mostrarse sorprendidos por esta ‘escalada de hostilidades’ en “territorio Casado” –es su circunscripción y tanto Ayuso como Almeida fueron decisiones muy personales suyas- y en mitad de la pandemia: “Es lo que menos necesitamos ahora”, insisten. Y remiten al calendario: “El primer semestre del año próximo, los congresos provinciales; en Madrid no toca hasta finales de año o principios del siguiente. Queda un año y medio: es ridículo y no es bueno que la gente ande enredando…”.

Al final, sentencian, “decidirá Casado”. Pero el choque parece inevitable y, por si acaso, Ayuso y Almeida toman posiciones para ganar la batalla por Madrid que Génova intenta aplazar.

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