Sí, conviene reparar en la todavía presidenta del Congreso, exministra de Sanidad y de Fomento, entre otras cosas y no menores ahora que llega el día 8 de marzo, para mayor gloria de los partidos de izquierda que se han adueñado sin ningún complejo de esta fecha, a la sazón el primer gran acto electoral de cara al 28-A. Mientras que Podemos encuentra algo de oxígeno en esta celebración, que en España ni por asomo es el Día Internacional de la Mujer y sí una jornada de huelga feminista, el PSOE, con la ayuda sobrevenida y torpe de Vox, la monopoliza y transforma en el pistoletazo de salida que nos llevará a la las elecciones. Y a ellos, los socialistas, a una nueva victoria, si hemos de hacer caso a las encuestas, claro.
Pero ¿alguien puede decir una medida, una sola medida a favor de la mujer en nueve meses gobierno de Pedro Sánchez? A esta operación de quedarse en propiedad con un día que pertenece todas las mujeres, también a las que creen en un feminismo igualitario y apolítico, la derecha -o como se dice ahora, las derechas-, responden a lo blandiblú con una cosa que se han sacado de la manga y que responde a los patrones de un cerebro a lo ivanredondo.com, pero en liberal. Al feminismo radical y sectario opongamos el feminismo liberal, y punto. La maquinaria de La Moncloa lleva meses trabajando para vestir las calles de rojo, como asegura esa espuerta de lugares comunes que es Adriana Lastra, la número dos del PSOE.
Y será lo que parece que va a ser, una reivindicación de los derechos de las mujeres desde la izquierda, porque las de derechas es como si no trabajaran o no tuvieran de qué protestar. Para la movilización del próximo día 8 Ciudadanos prepara un manifiesto por el feminismo liberal. ¿De verdad es eso todo lo que pueden hacer en un día en el que al PSOE sólo le va a faltar pedir el voto?
La cruda realidad es que en los cinco grandes partidos no hay ninguna mujer llamada a ser presidenta del Gobierno. Y eso, les guste o no, los iguala y los retrata
Dicen que Génova, o sea Pablo Casado, se está pensando poner de número dos a Ana Pastor. ¡Pero qué es esto de que se lo está pensando! Dígalo ya y envíe a la opinión pública el mensaje de que se puede ser orgullosamente una mujer de centro-derecha, liberal o simplemente de derechas sin necesidad de aspirar a las cuotas, a utilizar el “nosotras” cuando quien te escucha son hombres, o a ser la número dos de un partido que tiene de número uno a su compañero. Ya, ya sé que decir todo esto te expone a la crítica y al tuitear de los mastuerzos, pero qué más da. Son hechos, y contra los hechos no valen las razones. La realidad es que en los cinco grandes partidos no hay ninguna mujer llamada a ser presidenta del Gobierno. Eso los iguala y retrata.
El caso es que el PP no tiene a ninguna mejor y más capacitada que a Ana Pastor. Les aseguro que creyendo como creo que mienten como bellacos aquellos que hablan del final de las ideologías, cada vez que he hablado con ella me recuerda que es la única mujer en política -y creo que entre los hombres también-, que no me restriega sus ideas continuamente porque basa lo que afirma en el sentido común, y el sentido común en una capacidad de trabajo difícil de igualar. Y además es honrada. ¿Y Casado se lo está pensando? Será una broma, ¿no?. La mejor forma de desenmascarar al feminismo sectario y tribal es señalar a una mujer como Ana Pastor y colocarla en el mejor sitio de la lista por Madrid.
Todo el Gobierno se va a lanzar a la calle con una pancarta en la que está escrito que es el tiempo de las mujeres. Claro que lo es, y sobre todo de aquellas que no han de reclamar un día porque cada vez que hablan recuerdan que están en su tiempo. Es el caso de Ana Pastor y de Inés Arrimadas: dos carreras que hablan de una realidad que lejos de la soflama y el megáfono y el ruido reafirman que es la capacidad y el mérito el que te hace. Y no la cuota o el favor.
La encuesta del chisgarabís Tezanos (el copyright es de Javier González Ferrari) asegura que el partido que más hace por la igualdad entre hombres y mujeres es el PSOE (27,9%), seguido casualmente de Podemos (12,6%), PP (6,4) y Ciudadanos (4,5%). Siendo que para muchos Pastor y Arrimas son las mujeres más válidas que hay en la política española, los aparatos de sus partidos han de reflexionar y explicar cómo llegan al 8-M de puntillas y casi en la clandestinidad. Y por favor, guárdense los manifiestos liberales para hacer frente al primer gran acto electoral de cara a las próximas generales.
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