En los veintidós minutos que el ex presidente de la Generalitat Artur Mas declaró como testigo en el juicio que se sigue contra su ex conseller Francesc Homs por la consulta del 9N, el ex líder de CIU recalcó que el proceso participativo no era una consulta vinculante aunque sí tenía "consecuencias políticas".
"Ni la consulta que habíamos promovido como Gobierno ni el proceso participativo tenían efectos legales vinculantes. Así se dijo desde el primer momento", enfatizó el testigo.
El ex president declaró ante la Sala presidida por el magistrado Manuel Marchena que se trataba de defender "derechos fundamentales" de los ciudadanos como el derecho de participación o la libertad de expresión. El testigo aprovechó la ocasión para hacer un discurso político ante el Alto Tribunal y defender a capa y espada que la consulta del 9N fue radicalmente distinta de la que el Gobierno catalán tenía planeada en un primero momento.
Mas explicó a preguntas de la defensa de Homs que la Generalitat trató en todo momento de negociar con el Gobierno Central las condiciones de la consulta separatista pero sus peticiones fueron desoídas por Mariano Rajoy.
Si finalmente se celebró el referéndum del 9 de noviembre de 2014 era porque la Generalitat "quería comprobar hasta qué punto había una mayoría a favor del derecho a decidir en Cataluña". "Había conocer la opinión de la gente y luego actuar políticamente", añadió el ex máximo responsable del Govern.
Por otro lado, Artur Mas acusó al presidente Rajoy de responder con "desprecio y burla en términos despectivos" al conocer la suspensión de la convocatoria inicial de referéndum de septiembre de 2014, también suspendida por el Tribunal Constitucional.
Sobre la convocatoria del 9N el testigo dijo que "el proceso tuvo un éxito grande". "Necesitábamos 20.000 voluntarios para el proceso participativo y llegamos a tener 42.000", declaró Mas.
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