Hay muchas maneras de ganar unas elecciones. Se pueden ganar echándole la culpa al otro cuando eres parte del problema invocando términos como el "España nos roba". ¿Que la Sanidad no funciona? La culpa es de España. ¿Que hay recortes en servicios sociales? La culpa es de España. ¿Que nos han pillado con el carrito del helado del 3%? No pasa nada, la culpa es de España. Sin embargo, la culpa no es de España, sino de los viejos partidos. De Bárcenas a los ERE's y de Pujol a Teyco hemos visto como la corrupción no es solo cosa de PP y PSOE, sino también de los que tantos esfuerzos hacen por diferenciarse cuando lejos de ser la solución son parte del mismo problema. Porque las conductas de los viejos partidos son comunes independientemente del lugar donde se encuentren sus sedes.
A nosotros la única forma que se nos ocurre para ganar las elecciones no es echando la culpa a otros, ni mirando para otro lado ante los problemas, ni tampoco engañando a los catalanes con propuestas imposibles. Las elecciones se ganan con proyecto y no con ocurrencias, con diálogo y no con amenazas, con ilusión y no con miedo. Porque hacer política se trata de eso, de mejorar la vida de los ciudadanos solucionando los problemas reales que tenemos todos al margen de las ideologías.
Yo desde luego no decidí embarcarme en este reto para seguir jugando a las estrategias de la vieja política. Mi propuesta es otra, es la propuesta de la ilusión de saber que una nueva Cataluña es posible. Tenemos el equipo, el proyecto y las manos limpias para que Cataluña lidere la regeneración política que este país necesita. Desde que puse por primera vez un pie en el Parlamento de Cataluña he intentado siempre preocuparme por las personas y no por levantar fronteras. Por eso tenemos propuestas para crear oportunidades ayudando a los autónomos a que paguen menos, dar los libros gratis en la escuela, para bajar las tasas universitarias y ampliar las becas. Y lo más importante, propuestas para proteger los servicios públicos, porque para nosotros la sanidad y la educación son sagradas.
El problema de Cataluña no es España. El problema es Mas, Rajoy, Durán y todos aquellos que son incapaces de hacer autocrítica y reconocer sus errores. ¿Cómo podemos creer que serán ellos los que transformarán Cataluña y el conjunto de España? En democracia la única forma de cambiar las cosas es introduciendo una papeleta en una urna. Por eso, este 27 de septiembre todos los catalanes tenemos la oportunidad histórica de mandar a casa a la corrupción y a la vieja política. Tenemos la oportunidad de vencer al nacionalismo en las urnas, de apostar por el diálogo y la convivencia y demostrar que es mucho más lo que nos une a los catalanes que lo que nos separa. Porque unidos somos más fuertes, no perdamos la oportunidad de transformar Cataluña y hacer realidad, entre todos, el cambio político que necesitamos en toda España.
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Inés Arrimadas, candidata de Ciudadanos (C’s) a la presidencia de la Generalitat de Cataluña
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