El plan de Moncloa consistente en esconder a Mariano Rajoy de los medios de comunicación se extinguió en el tiempo de descuento de la legislatura. Tan sólo unas semanas antes de las elecciones generales. Sus asesores, conscientes del papel clave que iba a jugar la televisión en campaña, planificaron una tourneé por Atresmedia, Mediaset y Televisión Española para acercarle al público y mostrarle su lado oculto. El de ciudadano, no el de funcionario. La jugada les ha salido bien, pues los datos de audiencia cosechados por el presidente han sido buenos. Mejores que los del resto de los candidatos. De hecho, atendiendo al share, ha ganado la gran mayoría de los asaltos en su combate con Pedro Sánchez.
El candidato del PP ha permanecido al margen de las televisiones durante la mayor parte de la legislatura. De hecho, sus apariciones en los platós desde que llegó a Moncloa se pueden contar con los dedos de las manos. Mientras Pablo Iglesias y los suyos predicaban sus mensajes anticapitalistas en las cadenas de Atresmedia y Mediaset, el presidente permanecía recluido en su atalaya. También los portavoces de su partido, que por una más que cuestionable estrategia de Génova decidieron no acudir a las tertulias de Cuatro y la Sexta para defenderse de los ataques de la oposición a su gestión y a sus casos de corrupción. La ley del silencio se impuso y eso favoreció la dispersión de las semillas de la izquierda radical que, como es lógico, ocupó la posición a la que renunció el PP en las mesas de debate.
Mariano Rajoy ha ganado la mayoría de los duelos televisivos a Pedro Sánchez, así como Pablo Iglesias a Albert Rivera
Pero algo cambió en el PP en la última parte de 2015. Sus candidatos volvieron a los platós de televisión justo después de que, en junio, se produjera un cambio en la estructura del partido y emergieran nombres como el de Jorge Moragas y el de Pablo Casado. El presidente salió de la cueva y concedió entrevistas a Carlos Herrera, Ana Blanco o Carlos Alsina -esta última, complicada-. Para los días de campaña, sus asesores trazaron un plan que le ha llevado a varios programas de entretenimiento e incluso a La Sexta, la cadena progresista más crítica con el Partido Popular.
Comparativa de las audiencias de Rajoy y Sánchez
Los resultados de audiencia han sido positivos. Mucho mejores que los de un Pedro Sánchez que resulta bastante menos interesante para la audiencia. En el programa de Bertín Osborne (En la tuya o en la mía), consiguió un 25,2% de audiencia, frente al 20,4 del candidato socialista. En la entrevista que ambos concedieron a Ana Blanco en noviembre, el presidente logró un 12,4% de share, frente al 10,2 del socialista. En su participación en La Sexta Noche, Rajoy tuvo un 17% de share por el 9,8% de Sánchez.
Por su parte, en Telecinco, con María Teresa Campos (¡Qué tiempo tan feliz!), el primero cosechó un 14,6%, frente al 13,7% de Sánchez. Es cierto que el del PSOE le superó en la entrevista que concedió a Pedro Piqueras (18,1% por 16,6). Pero hay que tener en cuenta que el encuentro con Rajoy se emitió a la vez que se producía el debate de Elpaís.com.
Si se comparan las apariciones de Pablo Iglesias con las de Albert Rivera, se puede observar que el candidato de Podemos ha atraído a más audiencia que el de Ciudadanos. En El Hormiguero, el primero registró un 21,7% de share, frente al 17,1 del segundo. En ¡Qué tiempo tan feliz!, un 14,7 frente al 13,4% del líder de la formación naranja, mientras que en La Sexta Noche, también ganó Iglesias (10% por 9,6).
El papel de las cadenas de televisión
Los dos programas más vistos del año serán el cara a cara que mantuvieron Mariano Rajoy y Pedro Sánchez (48,7% y 9,7 millones de espectadores) y el debate a cuatro entre Sánchez, Iglesias, Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría (48,2%). Más incluso que la final de la Copa de Europa que enfrentó al FC Barcelona y a la Juventus de Turín (47,7%).
El debate a cuatro y el cara a cara entre Sánchez y Rajoy han sido los dos programas más vistos de 2015
Las cadenas de Atresmedia (Antena 3 y La Sexta) han marcado la pauta durante la campaña electoral, en la que periodistas como Antonio García Ferreras, Ana Pastor o Susanna Griso han tenido un papel especialmente activo. No obstante, el canal más visto en lo que va de mes es Telecinco (15%), que ha priorizado el colorín y el cotilleo frente a los contenidos políticos. Eso sí, el informativo más visto durante estos días ha sido el de Pedro Piqueras.
Muy por debajo de las televisiones privadas se ha situado TVE, tanto en influencia como en cuota de pantalla. La audiencia que ha registrado La 1 desde el día 4 hasta el 17 de diciembre ha sido del 9,5%, es decir, casi 1 punto menor que en 2011. Sus telediarios son vistos por alrededor de 1 millón de personas menos que en el anterior periodo electoral y apuestas como el debate a 9 bandas que organizó la semana pasada no funcionaron (10,9%).
Hace cuatro años, los informativos de la cadena pública eran líderes, con una cómoda diferencia sobre sus rivales. Hoy han perdido cientos de miles de espectadores (y la primera posición, por supuesto) entre constantes acusaciones de manipulación de sus informaciones en beneficio del PP. En esta campaña electoral, TVE se ha empequeñecido frente a las privadas. Y la lógica dice que este domingo volverá a ser superada en audiencia por La Sexta, que en los comicios autonómicos o en los catalanes le sacó varios puntos de share.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación