Análisis

Los mil y un errores del ministro Soria

El ministro de Industria tiene más que cabreados a los capos de las televisiones. Su gestión sobre los cambios en la TDT pasará a los anales del despropósito. Tampoco hablan bien de él quienes han padecido su reforma energética y su recorte a las renovables. Por no hablar, claro está, del 'caso Castor'... 

José Manuel Soria, buen amigo de Mariano Rajoy, no pasará a la historia por ser un gran ministro de Industria, Energía y Turismo. Más bien, en todo caso, se le recordará, cuando por fin deje el cargo, como un hombre que resolvió pocos asuntos y desbarró en otros muchos. En lo concerniente al sector audiovisual, su gestión sobre la implantación del 'dividendo digital' y los cambios en la Televisión Digital Terrestre (TDT) sí pasará a los anales, pero por ser un ejemplo del perfecto despropósito

Durante meses, Soria y su equipo han sido incapaces de llegar a acuerdos con las compañías implicadas en estos cambios, entre otras cosas porque las televisiones y el Ejecutivo andaban a la gresca a cuenta de una sentencia sobre la TDT

La sucesión de los mil y un errores de Soria en este asunto podría ser un fantástico manual de lo que no se debe hacer al frente de un Ministerio. El mejor ejemplo es que el ministro prometió por activa, por pasiva y por perifrástica que la nueva tecnología 4G estaría lista el 1 de enero de 2014. Es decir, un año antes de lo que habían requerido las autoridades comunitarias. Durante meses, Soria y su equipo han sido incapaces de llegar a acuerdos con las compañías implicadas en estos cambios, entre otras cosas porque las televisiones y el Ejecutivo andaban a la gresca a cuenta de una sentencia sobre la TDT. Algo que ha llevado a una parálisis digna de Monarquía bananera en el asunto que nos ocupa. Finalmente, estos cambios llegarán, si es que da tiempo, en la misma fecha que el resto de países.

Para aderezar el sainete, resulta que Industria urge a la población a resintonizar los aparatos y reorientar las antenas "lo antes posible". Es decir, piden velocidad de crucero quienes han lentificado sobremanera el proceso por su inacción o su incapacidad o ambas cosas al mismo tiempo. Ahora, con prisas, sin información y sin consenso del sector, todos los ciudadanos tenemos que resintonizar la TDT y 26 millones de españoles, el 55% de la población, ahí es nada, va a tener que contratar a técnicos que reorienten sus antenas.

Los capos de las televisiones están tan irritados con Soria que ni se ponen de acuerdo con él sobre el lema de esta campaña que deberá ser casi milagrosa

Para reparar esta evidente tardanza -"el 'dividendo digital' estará listo el 1 de enero de 2014", prometía Soria, ufano y seguro de adelantarse a otras naciones-, el Gobierno ha decidido poner en marcha una ambiciosa campaña de publicidad en todos los medios. Otros seis millones del dinero público. Los capos de las televisiones están tan irritados con Soria que ni se ponen de acuerdo con él sobre el lema de esta campaña que deberá ser casi milagrosa para que los técnicos especializados tengan tiempo suficiente para visitar los 12,9 millones de viviendas que necesitan una reparación. Es evidente que si el ministro y sus mariachis hubieran actuado con diligencia y "lo antes posible", todos seríamos más felices. 

En un principio, los ciudadanos iban a sufragar la resintonización de sus aparatos de TDT. Pero al final, en un cambio de criterio de última hora, el Estado pagará 286 millones de euros. ¿Por qué ese cambio? Porque faltan pocos meses para el inicio de un ciclo electoral, con comicios municipales, autonómicos y generales, y a buen seguro el personal, que se preocupa sobre todo por su cartera, iba a retener en su mente el momento de pagarle al técnico. O sea, el Estado, tan manoseado por presuntos liberales, es utilizado con fines electoralistas una vez más. 

Otros errores

Al asunto de la televisión habría que sumar otros flagrantes errores en las políticas de Soria como, por citar algunos, haber diseñado una reforma energética sin consultar con los agentes del sector, haber recortado de forma indiscriminada al sector de las renovables y, por supuesto, haber cedido a las pretensiones de Florentino Pérez en el lamentable caso Castor, lo que supondrá pagarle al presidente de ACS una indemnización de 1.400 millones que costearán todos los consumidores de gas. Ya saben, el dinero público, que es de todos. 

En definitiva, la gestión de Soria ha provocado enormes problemas a los ciudadanos, como la subida del precio de la luz derivada de la nefanda subasta eléctrica o como las molestias que supondrá ahora el cambio en la TDT. Y desde Pericles son buenos políticos quienes resuelven problemas, no quienes los generan. 

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