Una nueva hornada de audios de esa grabadora humana de las ergástulas del poder llamada José Manuel Villarejo ha servido esta semana –convenientemente cocinada por El País como altavoz de un diario digital canario de reciente aparición que tuvo acceso a las grabaciones que desencriptaba el CNI y que, vía Moncloa (según apuntan fuentes judiciales) han acabado en la portada del diario cada vez más propiedad de accionistas cercanos a Ferraz- han servido a Pedro Sánchez para volver a echar en cara al PP la corrupción desde la tribuna del Congreso cuando le pedían cuentas por Pegasus.
Esos audios –sin embargo- han dejado pasar (porque no interesaba a la línea editorial de Prisa ni a Moncloa) una conversación de poco más de media hora en una cafetería el 30 de marzo de 2016 entre el ínclito excomisario y uno de sus amigos con los que más comidas y cafés compartió y, por supuesto, a los que más grabó: el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu.
Ese audio, insisto, prácticamente ignorado por quienes escudriñan el material filtrado convenientemente estos días, muestra la insoportable connivencia de un juez de la Audiencia Nacional con su amigo, el excomisario Villarejo, y las maniobras para destruir la carrera del fiscal de Anticorrupción, José Grinda, a quien tildan de agente del CNI y amenazan con imputar los peores crímenes porque “a este hijo de puta no le voy a soltar”, presume el comisario ante las risas del juez.
Audios entre Villarejo y Andreu
El juez –que acabaría redactando el pasado invierno la tercera sentencia de la Gürtel y condenando al PP de manera subsidiaria por las obras de Génova- cuenta a Villarejo algunas de sus ‘operaciones’ para acabar con el fiscal, como imputar a dos periodistas cercanos a él por revelación de secretos, misma táctica que empleó Villarejo para que “una gorda de Público vaya palante por una conversación mía con De la Rosa que colgó en la red…”.
Andréu, amigo reconocido de Baltasar Garzón y de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, con quien comparte tertulia y fotos en restaurantes de la Cava Baja madrileña desde hace más de diez años –a la que también asiste en su misma mesa el juez Santiago Pedraz o el ahora candidato de Podemos y exJemad, Julio Rodríguez- comparte juicios sobre periodistas a los que acusa de ser “agentes del CNI”, avisa en los audios a Villarejo sobre intoxicaciones en la Audiencia contra é y escucha complacido el último plan del excomisario para acabar con un fiscal.
“El hijo de puta de Grinda no para. Él sabe que yo le he jodido. No tiene ni puta idea de que somos troncos Balta y yo. Hay que hacer lo que sea para joder a este cabrón…”. Y llega lo más grave: Villarejo le recuerda al juez que prometió darle “los nombres de esos dos fiscales rusos, aquellos que vinieron y me prometiste que me los ibas a dar. Tú consíguelos que me voy a poner en contacto con ellos y voy a meterle… Tengo muy buena relación con el Servicio Secreto de Bielorrusia y con los rusos. Quiero ir allí: la pedofilia es un delito universal…”.
Entre risas, Andréu asiste al ‘plan’ de su amigo. “Dame los nombres que me voy a ir a Rusia y a meterle una busca y captura y éste (el fiscal Grinda) no puede salir… Acuérdate de los nombres" le insiste al juez.
-“Los debo tener apuntados”, responde Andréu.
-“Me dijiste: te voy a dar los nombres porque tal…”
-“Sí, se me pasó”, se excusa el juez. “Yo te paso esos dos nombres”, sentencia…
Y aún tiene tiempo de bromear sobre el plan de Villarejo de acusar de pedofilia al fiscal en Rusia: “¡Lo mismo en Rusia está castigado con la pena de muerte!” comenta entre risas Andréu.
El hijo de puta de Grinda (fiscal anticorrupción) no para. Él sabe que yo le he jodido. No tiene ni puta idea de que somos troncos Balta y yo. Hay que hacer lo que sea para joder a este cabrón…”, revelan los audios ignorados por quienes los filtran
Las agendas de Villarejo en el sumario de las distintas piezas abiertas en la Audiencia Nacional contra él muestra -como lo ha dejado patente otros audios, su presunta relación de amistad con Lola Delgado, su pareja el exjuez Baltasar Garzón y el juez en ejercicio Andréu. El 23 de mayo de 2017, Villarejo apuntó otra comida: “Comida mañana con BG, Lola y Andreu. Contacto con Salas - Disco".
Hay aún más notas. Días después de ese supuesto almuerzo, Villarejo anota "Comida 14,30 en Marconi. Al final anulada. Quedamos directamente donde BG". El 13 de septiembre, un nuevo apunte señala: "Balta, comida interesante". En junio, una nota más: "BG. Dar toque mañana". "Comida lunes con Balta. En su defecto, con Ori y Charli", dice otra anotación.
Villarejo y su 'tronco' Balta
Su ‘tronco’ Balta es también ‘el Mago’ en las anotaciones del excomisario: "El Mago está haciendo las cosas con los tiempos que le marcamos”, insiste en otro apunte sobre la operación Pit para los Pérez-Maura.
En cualquier democracia madura, todos estos audios y anotaciones incautadas, unos judicializados y otros aún no, habrían provocado cuando menos la dimisión de la fiscal general del Estado, una pieza separada para investigar los presuntos nexos y presuntos trabaos del exjuez con el excomisario y, como poco, el cuestionamiento ético del juez Andréu.
Pero esto es España: Delgado sigue en la Fiscalía General del Estado, Baltasar Garzón es su pareja ya oficial y sigue haciendo caja y llevando casos como Plus Ultra y el juez Andréu se mantiene en la Audiencia Nacional dictando sentencias que condenan al principal partido de la oposición. Y la pareja compartía mesa en El Telégrafo hace poco más de un año con Ferreras y Florentino días antes de que la Fiscalía volviera a abrir una nueva causa contra el PP... Y, por supuesto, los únicos audios que se publicitan son los que interesan a Moncloa.
Rectificación de Baltasar Garzón
"El Sr. Baltasar Garzón jamás ha realizado ninguna actividad profesional, ni personalmente ni a través de ninguna sociedad o persona física, en interés de la aerolínea Plus Ultra".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación