Opinión

¿Aumenta la felicidad no ver la tele?

En estos tiempos de frases presuntamente motivadoras, pero francamente lamentables, la felicidad es un recurso permanente. Hay que ser feliz, nos dicen los mismos que son causa y motivo de nuestras desgracias. Y salen los tópicos a pasear

En estos tiempos de frases presuntamente motivadoras, pero francamente lamentables, la felicidad es un recurso permanente. Hay que ser feliz, nos dicen los mismos que son causa y motivo de nuestras desgracias. Y salen los tópicos a pasear más que Revilla en la televisión. Que aquel que no tiene camisa es más feliz, que si no tienes nada podrás obtener la felicidad, que el secreto de la felicidad es no poseer nada, en fin, que ser rico es un castigo y los que andamos haciendo números hasta por las paredes para pagar facturas somos, sin saberlo, unos afortunados. Una cosa es cierta: el más ignorante es infinitamente más feliz que el resto. El conocimiento, dijo el clásico, es dolor. Por eso las audiencias televisivas caen poco a poco. Va por canales, claro, pero la curva se desliza, lenta pero inexorablemente, hacia abajo. El personal quiere saber menos. Y eso que nuestro siempre benemérito CIS asegura que hay un 70% de españolitos que ven la tele. Casi nada. Y lo hacen, sigue diciendo Tezanos, para informarse de la actualidad. Asombroso. Finjamos que nos creemos estas cifras tezanoicas y veamos que dan de sí.

Hay que ser feliz, nos dicen los mismos que son causa y motivo de nuestras desgracias

De entrada, los mismos encuestados dicen no tener la menor confianza en lo que les cuenta la antaño caja parlante, otorgándole su confianza en un 1,8 sobre un total de 4. Entre los españoles – perdonen los separatas amnistiados, lavados, centrifugados, planchados, amnistiados y envueltos para regalo – quienes afirman no saber nada de la actualidad son mis paisanos catalanes. O sea, el medio más empleado por nuestra sociedad para informarse, la televisión, va cayendo en audiencia, el setenta por ciento lo emplea para informarse y todo para acabar no fiándose. Somos raritos, ¿eh?

Debo reconocerles que me veo obligado a ver televisión, especialmente los informativos. Procuro ver de distintas cadenas incluyendo TV3, que aunque todos la pagamos solo la disfrutan los estelados. ¿Soy más feliz? No. En cambio, conozco a gente que se niega en redondo a ver los informativos. Series, todas, y si son de acción y misterio, mejor. Las románticas clásicas también tienen su público entre mi círculo de amistades. Me he fijado en estas personas que desdeñan la tele como vehículo de información, ese exiguo 30%, y los veo más sosegados, más tranquilos, con mejor cara y, es un hecho comprobado empíricamente, con una presión arterial envidiable.

Procuro ver de distintas cadenas incluyendo TV3, que aunque todos la pagamos solo la disfrutan los estelados

En cambio, los que tenemos que tragarnos cada día esos guisotes llamados informativos de manera poco apropiada, porque no son más que publirreportajes, no tenemos buen aspecto. Excuso decirles si siguen los debates. Conste que a veces suelo participar en ellos, pero procuro hacerlo sin pretender llevar la Verdad, con mayúsculas, al plató y luego llevármela de vuelta a casa. Debe ser pesadísimo ir arriba y abajo con semejante carga. Total, que a lo mejor quienes no ven la tele son más felices porque no saben, y me explico. No saben hasta que punto quienes nos dirigen cometen un montón de burradas a diario y salen de rositas sin que nadie les exija nada. Como pagar la fiesta, la vamos a tener que seguir pagando igual, debemos concluir en que el setenta por ciento de los españoles que vemos la tele, para no creernos después lo que dice, somos unos infelices. Además de un poco bobines de los bosques, y me incluyo.

Intentaré enmendarme y hablar solo de ornitología. Aunque teniendo a España como la tenemos, con cada pájaro que pa qué, no sé yo…

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