Opinión

El baile soviético de Pedro y Yolanda

En el Comité Federal socialista volvió a evidenciarse que de aquel PSOE de centroizquierda no quedan ni las raspas. Pedro Sánchez ha quemado las naves de vuelta al Partido Socialista modernizado en los 70 para ofrecer una vía de sociald

En el Comité Federal socialista volvió a evidenciarse que de aquel PSOE de centroizquierda no quedan ni las raspas. Pedro Sánchez ha quemado las naves de vuelta al Partido Socialista modernizado en los 70 para ofrecer una vía de socialdemocracia reformista a los españoles. En el cónclave sanchista del pasado sábado, se vio una organización que pende de un hilo, el de retener electorado con el único reclamo de impedir que gobierne el PP. No hay más, como refleja la pregunta a los militantes, propia de un autócrata. En el Comité, los dirigentes aplaudieron a rabiar la propuesta de amnistía como quien pedalea para no caerse.

Al convertirlos en fans, Sánchez pone en ridículo a sus fieles, municipio a municipio, y de paso se ríe de García-Page en su cara. El estado agónico de la organización socialista se pudo constatar en el teatrillo de Pedro y Yolanda del Museo Reina Sofía. Imposible un espectáculo más degradante. Aparentar la presentación de un programa de gobierno con el fin único de ocultar la negociación de la investidura con delincuentes merece la calificación que hizo Felipe González del acto: política para 0 a 3 años, para párvulos. Comprobar cómo el Partido Comunista (PCE) le marca el paso al PSOE debió resultarle insoportable. De eso iba la medida estrella presentada en el museo, la reducción de la jornada laboral por decreto. Algo más soviético, difícil.

Con menos productividad, estos dos danzantes prometen más empleo real, más salarios y reducción de la jornada laboral. “Argentinización” masiva, como analizó aquí el domingo Jesús Cacho. Justo en la dirección contraria de las economías eficientes, donde lo primero es la mejora de la productividad, sobre todo la marginal, la que mide la aportación adicional por trabajador. Solo así es posible contratar más, pagar más y, llegado el caso, reducir jornada laboral. Como ya hacen las empresas que pueden, también en España. Lo de Pedro y Yolanda va de salarios de Dinamarca con productividad de Marruecos.

Actúan como si, una vez publicado un derecho en el BOE, ya está conseguido, ignorando el principio de realidad que impone la política

Nada mejor que el imprescindible Derechos en broma (2023) de Pablo de Lora para descifrar la anatomía del híbrido PSOE-PCE. Analiza cómo, en este tipo de populismos de izquierda, las leyes se convierten en “manifiestos de propaganda en los que volcar altisonantes compromisos políticos y partidistas”. Actúan como si, una vez publicado un derecho en el BOE, ya está conseguido, ignorando el principio de realidad que impone la política. Es la fórmula que utilizan para saltarse la rendición de cuentas, sobre fijos discontinuos o sobre paro juvenil. Este catedrático de Filosofía del Derecho ilustra sus tesis con un estudio en el que, con datos de 2015, se clasifican todas las constituciones del mundo en función del número de derechos fundamentales consagrados en ellas. En el ranking, Venezuela figura en cabeza con 82 derechos básicos contemplados, por 21 en la de Dinamarca u 11 en la de Australia. Haz balance sobre a quiénes les va mejor.

Para entender el significado de los derechos en broma, es muy útil seguir la trayectoria del hispano-argentino Gerardo Pisarello. Peronista confeso y diputado de Sumar-PCE, fue noticia por el odio exhibido contra la bandera de España en el balcón del ayuntamiento de Barcelona. Es autor de un texto titulado “El nuevo constitucionalismo latinoamericano”, donde defiende las ideas peronistas que guían hoy a la coalición sanchista. Se trata de una oda a la Constitución de Hugo Chávez de 1999 que, de expropiación en expropiación, ha condenado a Venezuela a la pobreza y a seis millones de venezolanos, al exilio. Pisarello es hoy el voto decisivo en la Mesa del Congreso en España.

Con esa música bailaron Pedro y Yolanda en el Reina Sofía. Poner un derecho cualquiera en el BOE y a dormir. No importa si no lo aplican y lo repescan años después; qué más te da, que diría Patxi López. Lo cierto es que sí importa. Ocurre que con esta política infantil se resiente la seguridad jurídica y se impone el ejercicio arbitrario del poder político. De eso huyeron miles de empresas en la Cataluña del procés y ahora se lo están pensando otras muy importantes en toda España, como Repsol. No es una broma, señores militantes socialistas. Por las mismas razones que Iberdrola abandonó el México del castrista López Obrador, ahora dejan de invertir en la España de Pisarello. Y así, tacita a tacita, ya superaron a España en renta per cápita cinco países de la UE durante el gobierno Sánchez.

El PSOE sanchista ha sido ya colonizado por comunistas como Nicolás Sartorius y otros que controlan la socialista Fundación Alternativas, fábrica ideológica que guía al sanchismo. Para entender, los afiliados que van a votar sobre los pactos con Sumar-PCE deberían darse una vuelta por la cuenta de twitter de José Luis Centella, presidente del Partido Comunista y jefe político máximo de Yolanda Díaz. No puede ser más transparente el “pensamiento Centella”. Se declara admirador rendido de Fidel Castro, del que destaca que “abrió una era de progreso en Cuba y en toda América Latina que sigue viva hoy”. Añade que la dictadura cubana es “guía para quienes luchamos por un mundo justo”.  Con Estados Unidos, se ceba: “el imperialismo más cruel de la historia”. Lo dice quien se proclama admirador de las dictaduras más sanguinarias.

A eso le dirán sí masivamente los militantes socialistas, además de avalar la amnistía por la que no les preguntan. Entretanto, Pedro y Yolanda siguen bailando. Un-dos-tres, un-dos-tres…

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