Este año la cumbre de Davos, cita obligada del globalismo para su evaluación del experimento demográfico al que nos someten, ha venido precedida por la noticia de que el banco central de Suiza, ese país donde, al parecer, los independentistas organizaron su último intento de destrucción de nuestra nación, había perdido 15.000 millones de dólares invirtiendo en bolsa. Tres ejemplos más de las disfuncionalidades graves de un orden y un pensamiento dominantes; nosotros, lógicamente, solo nos centraremos en lo hecho por dicho banco central y así aprovechamos para repasar la estrategia bursátil en estos tiempos de crisis secular.
El BNS y sus "heterodoxias"
En Suiza, donde no se andan con inventos identitarios ruinosos, no tienen ningún problema en llamar "nacional" a su banco central, siendo el Banco Nacional Suizo (BNS) uno de los últimos con propietarios privados y que cotiza en bolsa, teniendo entre sus accionistas a los cantones, con el 45% del capital, a los bancos de los cantones, especie de cajas, con el 15% y a particulares con un 40%, repartiendo dividendos según genere beneficios.
El BNS dice en su web que sus acciones son más parecidas a un bono de largo plazo que a una acción ya que, argumentan, solo pueden pagar por ley dividendos de hasta el 6% del capital, toda una tontería mayúscula, pues hasta los aprendices del oficio bursátil saben que si una acción se parece a un bono no es por eso. A esa falta de criterio se suma que perdió 15.000 millones de dólares por invertir en bolsa unos 90.000 millones, un 18% del PIB suizo, según nos informaba ZeroHedge hace unos días.
Dichas "inversiones", mayoritariamente en bolsa americana, tienen el riesgo adicional del tipo de cambio y, precisamente, ese el motivo esgrimido para hacerlas: contener el valor del franco pues, comprando activos exteriores vía emisión de francos, aumentan la oferta de los mismos tras pagar una comisión de intermediación. No es el primer banco central que compra acciones, ya antes lo hizo el Banco de Japón, pero fue para apuntalar el sistema financiero, núcleo duro de la casta japonesa, y sobre el que ya a mediados de los 90's del siglo pasado nos cansamos de pedir una restructuración para salir de la deflación; como no la han hecho, van camino de un desastre histórico al que ha de añadirse sus compras de ETFs, que le colocan entre los diez primeros accionistas del 70% de las empresas cotizadas en la bolsa de Tokio.
La evolución del índice de revalorización de la moneda suiza lo pueden ver en la gráfica siguiente, que muestra que, en medio siglo, casi ha multiplicado por 5 su valor respeto al dólar y aún más respecto de la libra y el euro, hecho que aprovecharemos para una digresión sobre el euro, tipos de cambio, mercados de financieros y la apuesta del BNS por el patrón dólar.
El franco suizo como punto focal
A Suiza le hemos dedicados varios artículos, como "El franco y la excelencia macroeconómica suiza", o uno anterior que disfruté mucho: "En Suiza Merkel es Mary Poppins", así que sobre este "campeón" de la competitividad hoy solo añadiré que su estatus especial, que le viene de muy antiguo, pues ha sido refugio predilecto de "nuestras" castas, que ya saqueaban brutalmente a los europeos mucho antes de Napoleón o Lenin y que hoy tienen vocación global, que solo hay que ver la de organizaciones internacionales con las que se lucran experimentando con nosotros y que están localizadas allí, debe su peso actual, en este ciclo generacional que ya termina, a los angloamericanos y por ello siempre va bien ver cómo aguanta el franco contra el dólar y la libra, pues el mayor determinante de los tipos de cambio son los flujos financieros.
Como pueden ver en la gráfica anterior, la libra, que casi replicaba al dólar desde 2008, año del derrumbe global, pero perdió esa simpatía debido al Brexit, cambiándola por el euro; el tema no es baladí pues si se fijan, poco antes, le euro hace algo parecido. ¿Pero, qué ocurrió en 2012-2013 que dañó al euro y dio ese salto saliéndose del canal secular alcista del franco? Pues que, durante la crisis chipriota, unos idiotas ignorantes vendieron la idea de los bail-in por parte de los depositantes, cosa que enterró las posibilidades del euro como moneda refugio y, por tanto, competidora del dólar en las transacciones financieras, afectándose también la composición bursátil de las carteras de inversión, hecho que aporta racionalidad a la apuesta del BNS por activos estadounidenses.
El BNS como Hedge Fund
Así lo califica el citado artículo de ZeroHedge, pero con dos peculiaridades: la primera, que puede cubrir las pérdidas de sus ideicas bursátiles emitiendo francos y, salvo que le ocurra como al Banco Central de Zimbabue, que quebró por su "nueva política monetaria", un quebranto totalmente descartable pues tiene munición para una juerga muchísimo más larga; la segunda es la masacre que padece el sector, que ya previmos hace años, debida a las ingentes pérdidas de gestión a las que se ha unido el banco central suizo.
La razón de esos quebrantos tal vez se deba a que han perdido el motor fundacional de los mismos. Verán, los fondos de cobertura, o hedge funds, aparecen como una posible solución a la mala situación de las bolsas tras el crack de 1929, con su consecuente mercado secular bajista. El tema de estos fondos lo tratamos en extenso en "Hedge Funds, Prima de Riesgo e IBEX" y, lógicamente no lo repetiremos. Hoy solo diré que su deber es hacer una gestión muy activa en mercados seculares bajistas, que es justo la situación actual (salvo en Estados Unidos) y que pueden ver en la siguiente gráfica para los años en que hay estadísticas fiables; en los mercados seculares bajistas, salvo cambio estructural, el valor del índice en términos reales es cada vez menor hasta que el mercado capitula.
Lo que se trata es de aprovechar, en un ejercicio de macroeconomía bursátil, esos suelos seculares para formar la cartera, cosa que el BNS no hizo, y liquidarla cuando retoma la senda bajista; ese sería el momento de abrir cortos y/o aparcar fondos en bonos, cosa que, por ser un banco central, el BNS tampoco hace. Como puede verse en la siguiente gráfica, los bonos han venido dando una rentabilidad similar o mayor a los dividendos y, en tiempos en que se aplana o invierte la curva de tipos los bonos libres de riesgo americanos son muy competitivos.
La mala banca central
El BNS no está siguiendo la estrategia comentada ni invirtiendo en índices o replicándolos, sino en empresas concretas, sobre todo americanas, cosa curiosa, porque cuando rescató a UBS no lo hizo capitalizándola vía compra de acciones, sino vía préstamo y con un acuerdo con una empresa aparcando activos en Islas Caimán, siendo todo muy criticable, sobre todo si pensamos que el 95% de los gestores de fondos no consigue batir al índice bursátil. ¿Qué harán cuando una próxima crisis europea revalúe el franco, dañe las bolsas y les produzca más pérdidas?; ¿emitir más francos? ¿Dónde se para eso? ¿Podría una caída en la cotización del BNS producir una crisis financiera en los bancos cantonales y en Suiza?
De tanto en tanto se pone de moda criticar a la gestión de los bancos centrales, proponiéndose incluso la idea peregrina de que no deberían existir; yo no entraré en eso, lo que sí echo en falta en esas críticas, sin excepción, sobre todo en las de los "liberales" (a sueldo), es que obvian un criterio fundamental que es que su necesaria independencia debe estar controlada por los representantes de los ciudadanos y, hoy por hoy, eso solo ocurre en cinco países, entre los que no están ni España ni Suiza y en esto, como en tantas cosas, mientras peor es la representatividad del sujeto constituyente en la forma de gobierno, peores son los resultados de las bolsas, como veremos la semana que viene.
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