En toda esta escandalera organizada tras la inclusión por parte de Bildu de 44 etarras en sus candidaturas municipales, siete con delitos de sangre, ya se han reprochado unos dirigentes políticos a otros todo, pero han obviado lo más importante, algo que tras el 28 de mayo puede dar muchos quebraderos de cabeza a este país: Bildu se sale en las últimas encuestas realizadas en el País Vasco y Navarra, y no va a ser fácil dejarle fuera de muchos municipios y del mismísimo Gobierno Foral Navarro si dan la sorpresa y pasan a Geroa Bai y empatan o superan a los socialistas del PSN.
Un suponer nada descabellado: ¿Qué ocurrirá si los de Arnaldo Otegi, además de ser primera fuerza en Pamplona capital, por delante de Unión del Pueblo Navarro (UPN), algo que muchos sondeos dan por descontado, quedan segundos en el Parlamento de Navarra tras comerse a Podemos?… ¿Alguien cree que, llegados a ese punto, se van a conformar con que Joseba Asirón vuelva a la alcaldía pamplonica y renunciarán al paso de gigante que supondría presidir la madre de Euskal-Herria en pos de su viejo sueño del zazpiak bat (siete en una) -las tres provincias vascas, Navarra y las tres vasco-francesas-?
En el PSOE, pero sobre todo en el PNV, contienen la respiración hasta que se abran las urnas en Navarra y el País Vasco éste domingo donde todos los sondeos señalan que Otegi va a ser el gran triunfador de la noche
¿Alguien, insisto, ve a ese BIldu triunfador renunciando a estar en pie de igualdad, de tú a tú, con el gran barón nacionalista vasco, el lendakari Íñigo Urkullu? ¿A qué fin? ¿Solo para que la socialista María Chivite siga siendo presidenta de la Navarra autonomista y ellos se queden con el premio de consolación pamplonica? ¿Volverá llegado ese momento Pedro Sánchez a repetir los pactos con Bildu de 2019 o atenderá a ese viejo proverbio el miedo guarda la viña y mirará hacia UPN y Alberto Núñez Feijóo para anclar a Navarra en el autonomismo que tan bien le ha ido?
Un PNV con Bildu pisándole los talones en las tres provincias vascas y con Urkullu marcado por otro lendakari navarro más soberanista que él cada vez es menos política ficción y mucho me temo que lo vamos a empezar a sufrir siquiera como amenaza tras el 28-M
Créanme, de esto se está especulando con preocupación en muchos despachos porque lo que ahora se antoja política ficción acarrearía el mayor desafío a la democracia española después del trauma del referéndum ilegal del 17-O de 2017 en Cataluña.
Supondría, no un sorpasso inmediato de BIldu al PNV en éste 28-M, pero si una amenaza cierta de cambio en la correlación de fuerzas en el mundo nacionalista que durante cuarenta años ha estado controlado ferreamente por los Xabier Arzalluz y Josu Jon Imaz, ahora Andoni Ortúzar, en el partido, y por José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe e Íñigo Urkullu en Ajuria-Enea, sede del Gobierno Vasco.
Un PNV con Bildu pisándole los talones en las tres provincias vascas y un Urkullu marcado por otro lendakari navarro más soberanista que él mucho me temo que lo vamos a empezar a sufrir como amenaza a medio plazo tras el 28-M. Si ocurre, acabará por convertirse en un problema de Estado que, tarde o temprano, terminaría sobre las mesas de los despachos del presidente del Gobierno y de Feijóo… Y entonces, ¿Qué?
Los dos grandes partidos, PSOE y PP se están comportando en este tema con una frivolidad irresponsable, cebando la bomba derelojería del soberanismo Vasco después de ETA, cada uno a su manera
Estoy persuadido de que los dos grandes partidos se están comportando en este tema con una frivolidad irresponsable, cebando la bomba de relojería del soberanismo Vasco después de ETA, cada uno a su manera. Hoy, en la recta final de una campaña electoral muy agresiva, es fácil culpar a Isabel Díaz Ayuso por su “ETA sigue viva” de engordar, no ya el fantasma de las pistolas, sino algo mucho más real que son sus herederos; o señalar desde el Gobierno a Feijóo por esa ambigüedad calculada que exhibe cuando dice que no se les puede ilegalizar pero sigo con la matraca porque eso pone a la defensiva al PSOE y a Sánchez.
Pero tan verdad es esa acusación al PP como que el problema, no nos hagamos trampas al solitario, empezó cinco años atrás; concretamente cuando la mayoría de la izquierda gobernante compró un discurso falaz por conveniencia: “les dijimos que si dejaban de matar podrían hacer política”… ¡claro! ¿Y? ¿Qué tiene eso que ver con incorporar a tu mayoría parlamentaria, y por la vía interpuesta de tu socio Podemos, el discurso de la “plurinacionalidad”? ¿Había que premiar así a alguien por cumplir la ley, hasta desdibujar el proyecto español del PSOE? ¿En serio?
Sigo… ¿Qué tiene que ver que Bildu “haga política en las instituciones” con dejar que Otegi y ERC presenten a la opinión pública nada menos que tu ley estrella de esta legislatura, la Ley de Vivienda, antes que tú mismo? ¿Que tiene que ver atraer a la democracia a quienes durante medio siglo estuvieron fuera de ella con castigar electoralmente a quien te aupó a La Moncloa en la moción de censura contra Mariano Rajoy en mayo de 2018, el PNV, que asiste con pavor y gracias a ti al ascenso de su principal competidor?
Una última pregunta que desvela mis sueños: ¿Esta hegemonía de Bildu en Navarra -veremos el País Vasco a medio plazo- estaba diseñada o es simplemente un efecto colateral de la necesidad de supervivencia pasada y futura de Pedro Sánchez?… Porque, tanto sí es un sí, como si es un no, la respuesta es para echarse a temblar
Y una última pregunta que desvela mis sueños: ¿Esta incipiente hegemonía de Bildu en Navarra -veremos el País Vasco a medio plazo- estaba diseñada previamente o es simplemente un efecto colateral de la necesidad de supervivencia pasada y futura de Pedro Sánchez?… Porque, tanto sí es un sí, como si es un no, es para echarse a temblar. Significa que el mismo PSOE y el mismo presidente que no se cansan de acusar a Mariano Rajoy de dejarnos en herencia la bomba política catalana, nos van a dejar el legado de una bomba soberanista vasca. Sí no queríamos caldo…
Muchas preguntas, demasiadas diría yo, que el socialismo gobernante todavía no se ha hecho y que si las elecciones de éste domingo le envían al rincón de pensar, tendrá que hacerse más temprano que tarde para enderezar la nave.
De momento, ahí tenemos a Otegi, el hombre de paz (José Luis Rodríguez Zapatero dixit), disfrutando por anticipado de la Bonoloto que le va a tocar en suerte éste domingo, de lo cual da fé el desternillante vídeo colgado por Andoni Ortúzar en el que todo un presidente del PNV -quien te ha visto…- se ve obligado a bajar a la arena para defender a su candidato a alcalde del municipio de Ribera-Alta (Álava), el transexual Javi Gallego, más conocido como La Polaka… Cojan palomitas:
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