Opinión

La bolsa pasa de elecciones

15 de marzo de 2004, lunes. El día anterior, un resultado imprevisto sitúa a un desconocido J

15 de marzo de 2004, lunes. El día anterior, un resultado imprevisto sitúa a un desconocido José Luís Rodríguez Zapatero como nuevo presidente del Gobierno. Nadie lo había previsto, ni las encuestas (todas publicadas antes del atentado del 11 de marzo) ni el mundo económico, que daba por hecho un Gobierno de Mariano Rajoy continuista al de Aznar. La reacción del Ibex, que ya había perdido un 3% entre el jueves y el viernes por efecto del terrible atentado del 11-M, es de temor y cae otro 4% más tras el inesperado resultado electoral. Recuerdo que ese día circulaban análisis de casas de inversión recomendando deshacer posiciones en cotizadas españolas. Incluso me llamó la atención un informe que afirmaba que había que vender acciones de las compañías eléctricas ante el nuevo gobierno socialista. Lo cierto es que ese 15 de marzo se marcaron mínimos y el 1 de abril ya estaba el Ibex por encima incluso del nivel anterior a los atentados del 11-M.

Y es que estadísticamente, las elecciones nunca cambian las tendencias bursátiles, incluso cuando el resultado es inesperado, incluso cuando puede parecer que el mundo económico puede verse perjudicado, no se varía el rumbo, más allá del aumento de la volatilidad en el corto plazo. Tenemos otro ejemplo más cercano. En las últimas elecciones estadounidenses que ganó Biden, y que los partidarios de Trump intentaron impugnar (algo negativo puesto que implica una carga de inestabilidad en la primera economía del planeta): ni eso cambió la tendencia de Wall Street. Trump se pavoneaba a la buena marcha de la bolsa, hasta que llegó la pandemia y todo cambió. Con Biden también se marcaron nuevos máximos históricos hasta enero de 2022.

No creo que las generales del domingo en nuestro país vayan a cambiar la tendencia bursátil. Es cierto que pueden salir resultados que no gusten al mundo económico, incluso podría darse el caso de que se produzca un bloqueo, dada lo tortuoso de nuestra fórmula electoral. Incluso si las noticias son distintas a lo esperado, sólo habrá un efecto fugaz en las bolsas. Según manda la estadística, este lunes próximo el Ibex baje, un efecto que será una anécdota que no afectará al medio y largo plazo.

Y este año, a la fuerte subida de los bancos en bolsa se ha sumado el magnífico comportamiento de Inditex, la cotizada con mayor capitalización bursátil del país

Lo cierto es que el motivo del gran comportamiento del Ibex en lo que llevamos de 2023 se basa, lo primero de todo, en lo atrasado que se había quedado los últimos años respecto a otros, sobre todo por la falta de tecnológicas y el enorme peso de los bancos. Esto fue beneficioso en 2022, cuando el Nasdaq era de las bolsas que más caía en el mundo y la subida de los tipos de interés cambiaba la tendencia bajista del sector financiero. Y este año, a la fuerte subida de los bancos en bolsa se ha sumado el magnífico comportamiento de Inditex, la cotizada con mayor capitalización bursátil del país (aunque su peso en el índice sea algo menor, corregido por la baja cantidad de acciones en circulación). Muchas veces asociamos Ibex a economía española pero es una identificación algo arriesgada. El Corte Inglés, Mercadona, Renfe, y sobre todo el enorme número de pymes que vertebran nuestro tejido empresarial, no están ahí, y es un índice donde muy pocas compañías “pesan” mucho. Según el último informe mensual de BME, de junio, los valores que más “pesan” en el Ibex son los siguientes (como se puede apreciar los cuatro primeros son prácticamente la mitad del índice):

Y si tomamos el comportamiento de los miembros del Ibex a cierre del primer semestre nos encontramos con que 12 valores acabaron en negativo, una tercera parte de todos los valores, y eso a pesar de un espectacular +16,57% del índice. Eso nos da una pista de cómo las subidas se han concentrado en valores de bastante peso. Sin duda Inditex es de los mayores responsables ya que subió casi un 37% en el semestre (además pagó buenos dividendos) y otros valores de importancia como Santander (+17%) o Iberdrola (+7%) también lo son, así como, en menor medida por su menor “peso”, Amadeus (+40%), BBVA (+20%) y Cellnex (+17%).

Es cierto que, si las encuestas aciertan y el nuevo gobierno está liderado por Feijóo, teóricamente el dinero estará más contento puesto que el líder del PP anuncia rebajas impositivas, habla de aumentar la confianza inversora y, desde luego, no creo que ningún ministro se dedique a insultar a empresas y empresarios.

Los valores que más pesan en el Ibex deben sus mayores beneficios a su actividad internacional y, en mucha menor medida, a un momento económico español que está marcado tanto por el auge del turismo como por las exportaciones y el dinero procedente de los fondos Next Generation. Es decir, la influencia del ciclo exterior es clave. Nuestra bolsa lleva desde el año pasado comportándose mejor que otras de nuestro entorno, lideradas sobre todo por un muy buen comportamiento de los bancos (al cambiar el ciclo de los tipos de interés) y, más concretamente en 2023, de Inditex. Pero llevaba años comportándose peor, por lo que si se acaban las subidas de tipos de BCE o Inditex enfría sus alzas bursátiles, es posible que el Ibex no tenga un buen segundo semestre aunque gane Feijóo. Incluso puede que lo tenga bueno si gana Sánchez. Al final, los políticos nacionales no pesan tanto en los índices bursátiles -en España y en el mundo- como nos creemos.

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