La semana pasada retomamos los temas bursátiles y concluimos que, en medio de una cruenta guerra mediática y de una política monetaria restrictiva, los índices americanos estaban digiriendo una fuerte subida en un entorno de crecimiento favorable; además, destacamos que, a diferencia del IBEX35, los índices americanos se habían salido claramente de la senda secular bajista, quedando pendiente, a falta de más datos, la valoración de los mismos y el análisis de la estrategia bursátil ante las elecciones americanas a mitad de mandato.
Así que, hoy, justo dos días después de que declararan culpables (el mismo día, raro) a dos importantes colaboradores de Trump y de que éste anunciara aranceles del 25% a importaciones de coches europeos, tenemos la difícil misión de concretar dicha tarea pendiente. Para ello tomaremos el S&P500, por ser una índice amplio, 500 grandes empresas, y muy globalizado, casi la mitad de los ingresos vienen de fuera de Estados Unidos, tema capital dado el cambio estructural del comercio internacional que pretende Trump. Veámoslo.
Márgenes operativos
La mejora de beneficios puede venir por una mejora de márgenes operativos, por un aumento de las ventas o por una combinación de ambos y, al ver lo primero, observamos un fuerte aumento de los mismos (siguiente gráfica) que pasaron de hacer un máximo, en torno al 10%, a subir a casi el 11,5%. En esto solo recordaré que el pasado enero estimamos que la reforma fiscal los llevaría al 10,85%, de modo que el repunte económico, dados los costes fijos, también está ayudando.
Beneficios por acción
Este ratio obviamente está influenciado por las recompras de acciones (en torno al 4% anual) y las nuevas emisiones, así como por la mejora o no de márgenes y ventas, pero sin considerar esto, esperábamos que la rebaja fiscal los llevara a 32,2$ y los últimos datos, con el reporte 90% de las empresas, lo sitúan en los 34,22$ (siguiente gráfica) con un crecimiento de 7$ (casi 27%) respecto al mismo trimestre del año anterior, rompiendo el máximo histórico.
Como puede verse en las gráficas anteriores, además de los buenos datos macro vistos la semana pasada, los resultados empresariales acompañan, con lo que, al menos en esto, una subida bursátil está fundamentada. ¿Pero, tiene justificación la enorme subida reciente? Para responder a esa pregunta debemos ver el siguiente indicador.
PER y valoración bursátil
El PER, o "Price to Earning Ratio", como su nombre indica, se obtiene de dividir el precio de una acción (o un índice) entre sus beneficios, así, a un precio 100 y beneficios 10 el PER es 10, que sería como decir que en diez años los beneficios pagan la acción. Si el PER es alto (más años) se estaría comprando futuro y, con otro enfoque, si tiende a bajar, se podría decir que el inversores se vuelven temerosos y quieren que los rendimientos paguen la inversión antes, por todo ello, cuando los fundamentos son aceptables (como ahora), buenos o muy buenos (excelentes, etc.) y el PER está por debajo de la media histórica, que es en torno al 15,7, se dice que la bolsa está "barata"; tema que habría que matizar si esa bolsa está en una senda secular bajista, como el IBEX35, pero ese no es el caso de los índices americanos.
El caso es que el S&P500 tiene un PER en torno al 22,5, muy por encima del 15,7 promedio (se está comprando futuro), pero un poco más bajo que cuando Trump ganó las elecciones, que era de 23,6, así que, contrariamente a la propaganda de los grandes (por tamaño) medios americanos, como además las perspectivas económicas internas son mejores, la bolsa con Trump, después del subidón, está algo más barata que antes.
"¿O sea, que está para entrar?" Entrar, entrar, se entra en los suelos seculares bajistas, pero si se refiere a aumentar al exposición (¿Un 5 u 7%?) en las bolsas americanas, la respuesta es sí. Esto, obviamente no se aplica al IBEX35, que está en la senda secular bajista. De hecho, si a Trump le salen las cosas bien, tendríamos mercado alcista para casi una década, todo dicho como siempre con la debida reserva legal. "¿Y si sale mal?" Pues hombre, para eso se fija un estrategia bursátil con liquidaciones parciales o totales de la cartera bursátil, que es el siguiente punto.
Estrategia y puntos de liquidación
Como decía, la cartera de inversión a largo plazo se debe construir en los suelos bajistas (hacia allí va el IBEX35) y el S&P500 tuvo dos (se esperaba el tercero, que no llegó) tras los sucesivos crash del 2001 y 2008 (siguiente gráfica). Actualmente tendríamos 4 momentos críticos: el primero, alrededor del 2.600, si tras las elecciones todo se le pusiera en contra a Trump (el impeachment no es posible hasta 2020); el segundo está en esa larga traslación lateral anterior, de casi dos años (2014-2016), en torno a los 2.000, que sería recesión global, etc.; el tercero en 1.500 por una depresión y crash económico global; y el cuarto y apocalíptico, por guerra mundial, ruptura del euro, "meteorito" o yo que sé, que entonces no se ve el índice sino empresas concretas.
Basándonos en lo anterior podríamos dividir la cartera de largo plazo en cuatro cuartos, suponiendo que se hubiera empezado a construir la cartera en el último suelo secular bajista, el del 2009. "¿Y si se entra por primera vez?". Entonces hay que ser muy táctico y construir la cartera poco a poco, empezando con un 5% del patrimonio líquido, por ejemplo, pero para eso hay que hacer antes el análisis técnico. Y siempre listos para salirse, total o parcialmente.
Análisis técnico
Lo primero que destaca es que tras romper los 2.850 hizo una formación triangular (flecha roja, siguiente gráfica) y fue a apoyarse en la media de 200 sesiones (línea verde) pasando la de 50 sesiones (línea roja) a hacer de techo; hizo una de esas formaciones técnicas que dan miedo porque, además de ocurrir en plena aplicación de la política monetaria restrictiva de la FED y bajo una dura campaña mediática, mintiendo sobre la guerra comercial, no se sabe en qué dirección pueden romper. La última vez que vimos una formación de ese tipo fue cuando alertamos de una posible burbuja del oro (que afortunadamente no ocurrió), donde los fundamentos son malos y que solo hubiera roto al alza por burbuja o crisis geopolítica, pero ese no es el caso hoy de los índices americanos.
Es cierto, como decíamos, que los fundamentos americanos no son para tirar cohetes, pero tampoco son malos dada la restructuración en marcha, así que, con esas medias en paralelo y pendiente positiva, pareciera que el mercado está descontando un resultado electoral neutro (favorable a la tendencia) y, tras el esfuerzo de romper el techo de los 2.850-2.900 y su correspondiente testeo, luego ocurrirá lo mismo con los 3.000.
Es cierto que vamos entrando en los meses malos de septiembre-octubre, pero luego vendrán los nuevos datos de PIB y después conoceremos los resultados de las elecciones de mitad de mandato (años siempre muy movidos), en noviembre, despejándose el camino para el rally de Navidad y la corrección de enero 2019, momento de compra tras su suelo y en ruta hacia mayo.
Hace casi una década, en los inicios de este blog, recomendé la información de Realclearpolitics, que hace una media de las encuestas y anuncian una especie de empate general (Senado, Congreso, Gobernadores) pero dado el clima guerrero, incluso la media general de las encuestas (en su tiempo dio ganadora a Clinton) solo me interesa para constatar, tras los resultados reales, el nivel de beligerancia política allí, así que prefiero quedarme con lo que parecen descontar los agentes bursátiles: continuidad en la tendencia alcista.
Ese creo que es el horizonte inversor a nueve meses de la casi totalidad de gestores de fondos; más allá, a un año o más, cualquiera sabe. Así es como lo veo a día de hoy, esperando como siempre que les sea de utilidad en la formación de su estrategia bursátil y, una veza más, todo dicho como siempre con la debida reserva legal. Y mucha suerte a todos, que siempre hay sorpresas.