Opinión

Borràs se queda sola

La soledad de la dirigente de Junts evidencia el descrédito de un sector del secesionismo

La política cada día ófrece lecciones de crueldad, por ejemplo, la soledad a la que se ha tenido que enfrentar la todavía, líder de Junts y ex presidenta del Parlament, Laura Borrás, en su comparecencia al Tribunal Superior de Justicia de Catalunña, que ha iniciado la vista para dilucidar si es culpable de prevaricación y malversación al supuestamente conceder ayudas a un amigo cuando dirigía el Institut de les Lletres Catalanes. Demasiado tiempo enrocada en no dejar la presidencia del Parlament y demasiado tiempo hasta el momento del juicio, situación que estratégicamente se podía haber evitado en doble sentido: protegerse políticamente y proteger al partido.

Con cara sonriente entraba en la sede del alto tribunal donde no había ni rastro de personalidades destacadas como el alcaldable en Barcelona, Xavier Trías, o el que fuera president, Artur Mas. Sí estaba su incondicional Quim Torra. Apoyo de Junts pero muy menor y ni rastro de ERC, ni de la Cup, ni de entidades tan destacadas en el movimiento independentista, como Omnium Cultural. Si no la tumba políticamente la Justicia, ya lo ha hecho tanto su partido como su familia independentista.

Argumentar como defensa que se trata de un nuevo caso de persecución ideológica queda absolutamente en papel mojado

Una soledad por la que la misma Borrás anunciaba hace unas horas en las redes que abandonaba por un tiempo su actividad pública. Para preservarse, deberían haberla recomendado abandonar el barco mucho antes para. por lo menos. de esta manera no sentir el vacío de quienes consideraba los suyos. Que te den la espalda los que en su día te auparon es muy difícil de encajar. Argumentar como defensa que se trata de un nuevo caso de persecución ideológica queda absolutamente en papel mojado. Nadie se lo cree. Junts carece de líderes válidos para ganar elecciones, a o que hay que sumar al error de abandonar el gobierno de coalición. Estrategia errática que demuestra nuevamente lo desunido que llega a estar el mundo secesionista.

Existen emails y llamadas que demuestran que Borrás ofrece a dedo, a un amigo, dinero de la institución a la que representaba. Ahora se ha demostrado que el beneficiario de esos favores era un pieza, que al ser investigado por la Guardia Civil por causas ajenas al caso,, es cuando se descubren los emails que le vincularían con Borrás. La defensa de la ex presidenta del Parlament argumenta que estas pruebas se habrían conseguido de forma ilícita. La fiscalía pide para ella seis años de cárcel y 21 de inhabilitación. Abandonar la política sería para Borrás su mejor medicina, no merece la pena vivir con quienes te traicionan, te abandonan o te dejan sola en el peor momento. El argumento de que este caso es nuevamente una persecución política tampoco tiene demasiado sentido. Junts, a las puertas de las municipales, necesita construir liderazgos y modificar su imagen, que ahora sólo transmite inestabilidad y decadencia. La soledad de Borrás será la soledad de Junts si no reconsideran su estrategia política con la que ellos solos se han situado en la oposición.  

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