Opinión

Cataluña vive de Cáritas

Dar la espalda, como está haciendo la clase política catalana a esta realidad es solo pensar y vivir para unos pocos

Cáritas, entidad religiosa que ayuda a los vulnerables, a los que no llegan a final de mes, nos vuelve a hacer una radiografía en Cataluñaa deplorable. Este 9 de julio ha ofrecido unos datos en los que se subraya que el 25% de la población está en riesgo de exclusión, que el 50% de los catalanes que atienden no vive en un piso digno, que el 21% reside en habitaciones, o que el 22% de los que acuden a pedir ayuda a la organización tiene trabajo. Y así... Al tiempo que Cáritas emite su informe, la encuesta de Vozpópuli en la que nos alerta del callejón sin salida en el que permanecemos en Cataluña si volvemos a elecciones en octubre con lo que supone el no tener gobierno activo hasta bien entrado el año 2025. Que supone, sencillamente, parálisis en el ámbito social –atendido por Cáritas entre otras entidades u Organizaciones no gubernamentales- pero también en el laboral. Sin estabilidad política no hay prosperidad, crecimiento, empelo, desarrollo...

Ni indultos, ni amnistía habrían servido para hacer presidente a Salvador Illa. Ni lo fue cuando ganó en las anteriores catalanas, el 14 de febrero de 2021 y ahora parece que también está lejos de lograrlo, pese a haber conseguido 42 escaños. Sólo recaudar el 100% de los impuestos y gestionar la caja del dinero serviría a ERC para dar su apoyo al socialista. Pase lo que pase y pese a que la mencionada encuesta alerta de que sigue la hemorragia en ERC, que perderían tres escaños y pasarían de de los 20 actuales a 17.

De presidir la Generalitat, por primera vez en democracia, con 33 escaños, a ser muleta de unos o de otros, mal que les pese y pese a la sociedad catalana

De presidir la Generalitat, por primera vez en democracia, con 33 escaños, a ser muleta de unos o de otros, mal que les pese y pese a la sociedad catalana, puesto que el gobierno de Aragonés, abandonado por Carles Puigdemont, dejándolo en minoría, no ha tenido demasiado margen de maniobra para sacar adelante una acción razonable de gobierno, como evidencian los datos de Cáritas. Tienen un mes y medio para ponerse de acuerdo. No hay verano tranquilo, ni para los que más se lo merecen todos y cada uno de los ciudadanos de los que habla Cáritas ni para los que llegan a final de mes y también se merecen un descanso tras un bochorno político generalizado.

Ni la vía del diálogo de ERC, ni la de la ruptura de Junts, ni la letanía de la convivencia del PSC sirven para algo sin acuerdos, sin pactos. Las mayorías absolutas murieron con Felipe González, Rajoy o Pujol. Mientras ellos –los partidos políticos- no se ponen de acuerdo, el presidente de Cáritas Francesc Roig, que ya ha anunciado que deja el cargo en cuatro meses critica la encrucijada política recordando a las administraciones que "poner a las personas más vulnerables en el centro de las políticas públicas debería ser la principal prioridad".

Los políticos deben empezar a poner el foco en lo que importa, si lo hacen llegarán a acuerdos. Seguir con la cantinela de la independencia carece de sentido en una Cataluña empobrecida. La convivencia sin unión de los constitucionalistas tampoco es opción para sacar a los vulnerables de donde están, por mucho que esta encuesta da dos escaños mas a Illa, de 42 a 44, pero con una ERC y Comunes que bajan por lo que no conseguirían sumar para gobernar. Lo que sabemos es lo que tenemos, datos frustrantes que necesitan de una gestión a marchas forzadas para tener viviendas dignas, que es el mayor problema que revela Cáritas, para que los que viven en Cataluña utilicen lo menos posible los servicios de la entidad religiosa o del banco de alimentos.

Las crisis que nos han tocado vivir no las hemos buscado léase la pandemia y la guerra de Ucrania pero toca tomar el timón y avanzar. Desde Cáritas, Roig es claro en poner encima de la mesa que es una ‘realidad contenida’ la economía sumergida, que sin ella ‘ya se habría producido una revuelta en las calles’. Se trabaja en B, en C, en negro, rojo o azul y lo que se tercie si se tiene que alimentar a la familia. Lamentable que de los atendidos, el 87% no se pueda permitir ningún tipo de ocio. Sin respiro no se puede correr la carrera de la vida, dar la espalda, como está haciendo la clase política catalana a esta realidad es solo pensar y vivir para unos pocos, porque lamentablemente los que están mal ni fuerza ni tiempo tienen para salir a la calle a protestar. Ya se encarga Cáritas de atender a Cataluña.

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