Opinión

Chinerías

España presenta las condiciones ideales para convertirse en cabeza de playa china en Europa

  • Sánchez y Jinping, amigos para siempre -

Como tantos, pensaba que Pedro Sánchez era un megalómano caudillista en general, y un perfecto amoral en lo particular. Sigo pensándolo. Pero. He tenido que reconocer que es un megalómano caudillista y perfecto amoral con un enorme talento para sobrevivir y prosperar en la política española, que equivale a sobrevivir y prosperar en un mar de aguas albañales.

Su última jugarreta, el acercamiento a China, me resulta familiar, porque es parecida a la de Castro cuando entendió que su régimen no sobreviviría sin un aliado poderoso: la Unión Soviética. Guardando las distancias impuestas por el tiempo y las nuevas estrategias no violentas (rectifico, no armadas) del neo comunismo y el suicidio llorica de las democracias occidentales, Sánchez es un caudillo de izquierdas que, como todo caudillo de izquierdas, tiene como único objetivo permanecer en el Poder. Todo lo que hace, y está dispuesto a hacer cualquier cosa, como va demostrando, está encaminado a ese fin: conservar el Poder. Como todo buen aspirante a caudillo neo castrista.

Es decir, el patrón de la aún llamada, de la manera más obscena, Revolución Cubana; no había que engañarse (ay, como muchos) por las alharacas y discursos de veinte horas del (por suerte) difunto Comandante en Jefe. Todo en su llamada Revolución desde sus crímenes más repugnantes (Pedro Luis Boitel, Orlando Zapata Tamayo) hasta su alianza con los narcos colombianos, pasando por su papel como proveedor de mercenarios para guerras africanas, obedecían a un propósito único, mantener su régimen y convertir la isla en una finca de la familia Castro y su pandilla de acólitos. Cosa que consiguió. Llamadme pesimista. Pero. Las maniobras de colonización de la democracia española encabezadas por Sánchez, apuntan, también, a un plan para perpetuarse en el Poder.

Qué impide a Sánchez, un personaje que ha demostrado, fehacientemente, que carece de valladares morales, explorar la posibilidad de que los comunistas chinos apoyen su propósito de conservar el Poder tres o cuatro legislaturas más

Ahora bien, la pregunta del momento es: ¿busca Sánchez apoyo de la dictadura china para hacer realidad sus sueños caudillistas? Por supuesto, no nos enteraremos de lo que hablen en privado Sánchez y el presidente chino. Qué impide a Sánchez, un personaje que ha demostrado, fehacientemente, que carece de valladares morales, explorar la posibilidad de que los comunistas chinos apoyen su propósito de conservar el Poder tres o cuatro legislaturas más. Como mínimo. En contubernio, naturalmente, con los pequeños partidos tribales, comunistas, populistas y antiespañoles, y sobre todo con quien ejerce, en gran medida, como verdadero presidente de España en la actualidad: Carles Puigdemont. Lo cierto es que me aterra pensar en lo que pueda negociar Sánchez con los gerifaltes de la neo teocracia (el Comunismo es su Dios) china. Por cierto, nos acabamos de enterar de que, además de norcoreanos, pelean contra Ucrania, integrados en el ejército ruso, soldados chinos.

España es un país en avanzado estado de descomposición en lo concerniente a su unidad nacional, un país donde ya han intervenido potencias extranjeras, (Rusia, cuando la sublevación de los independentistas catalanes en 2017). Otro tema es el Pueblo. O Pueblos, españoles. No se puede contar con él. El llamado Pueblo lo que desea es el sometimiento, no la libertad. Ya hemos olvidado como serviles y sumisos aplaudían en los balcones un confinamiento monstruoso e ilegal y, concluido el abuso de poder y el uso político e ideológico de la pandemia provocada por el virus chino, que mató a miles, no han pedido cuentas ni exigido castigo a los responsables (que de paso aprovechaban la situación para robar).

No hay que olvidar que en su momento los patriotas nacionalistas vascos intentaron aliarse con los nazis contra España. Por qué no se aliarían ahora con China, nueva gran potencia, contra el enemigo español siempre que se tuvieran en cuenta sus zarandajas

España presenta las condiciones ideales para convertirse en cabeza de playa china en Europa. ¿Alguien tiene una idea del valor estratégico de una España aliada y cómplice de China en nuestro hemisferio? Yo diría que inmenso. Por otro lado, o por el mismo, la fragmentación española facilita este tipo de alianza “social–antifascista”. Parte de ella, serían el País Etarra y Cataluña que podrían declararse independientes en connivencia con el sanchismo pro chino y bajo el paraguas militar del imperio comunista. No hay que olvidar que en su momento los patriotas nacionalistas vascos intentaron aliarse con los nazis contra España. Por qué no se aliarían ahora con China, nueva gran potencia, contra el enemigo español siempre que se tuvieran en cuenta sus zarandajas, fantasías y estupideces identitarias. Y qué podría hacer España (o Europa, ahora sin el amigo americano que los defienda) si queda algo de ella por entonces, ¿invadir las provincias rebeldes? ¿declarar la guerra a China? No me hagan reír, que esto es serio.

La infección comunista de la izquierda española (casi escribo los españoles) está muy arraigada y viene de lejos. Véase su simpatía y apoyo a una dictadura asesina y siniestra (pero socialista, eso sí) durante sesenta y seis años, y contando. Y. Además. Se dice poco, o nada, pero es inobjetable que el propósito final de la famosa República no era la democracia ni la libertad sino un régimen estalinista. Es decir, más o menos, teniendo en cuanta las adaptaciones que exigen sus aspiraciones imperiales, lo que es la China comunista hoy.

Creo que el futuro político español nos depara un escenario colmado por el mismo rojerío–puterío–socialista corrupto de siempre, pero esta vez todo apunta a que el decorado será chino.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli
RTVE: entretenimiento caro, propaganda de saldo
Los muñecos rotos de la televisión