La campaña de intoxicación que desde hace meses inunda muchos medios de comunicación con contenidos filtrados, difundidos o sugeridos por las más altas instancias políticas (permítaseme el eufemismo), dirigida a la demolición del nuestro edificio constitucional para reemplazarlo por otro de nueva y chapucera factura en el que no tenga cabida la monarquía parlamentaria, está fracasando. Y ni siquiera nos estamos enterando…
Comprendo que afirmación tan tajante no sea compartida por usted, lector, a la vista del torrente informativo que nos inunda diariamente insultando nuestra inteligencia vía prensa escrita, radio y televisión, medios en los que se vierten declaraciones de líderes políticos ayudados por las opiniones de los sospechosos habituales: insinuaciones, medias verdades, completos embustes, falsedades, retorcimiento torticero de la realidad, desplantes, insidias, desprecios, todo tiene cabida en esta clase política que padecemos y que, sin que se les despeine un cabello de su ajustado peinado, hacen lo contrario de lo que ¡”por su conciencia y honor”! (y a ninguno se le cae la cara de vergüenza) juraron, hace menos de un año, cumplir sus obligaciones “con lealtad al Rey” y “guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”.
Pero es un hecho objetivo que, si como pretende el propio Gobierno de España, diéramos credibilidad al resultado de los informes que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente de aquel, la campaña está fracasando.
En su muy reciente y último Barómetro de octubre de 2020 (Estudio nº 3296), página 15, el CIS ofrece los resultados obtenidos a la pregunta: “¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?” Dichos resultados se corresponden con una encuesta realizada entre el 1 y el 7 de octubre de este año, en una muestra de tres mil ciudadanos de ambos sexos mayores de 18 años y residentes en la totalidad de comunidades y ciudades autónomas de España.
El primer puesto de esta lista de problemas, lo ocupa el peligro asociado al covid-19 que es el más preocupante de los problemas para una cuarta parte (24,7%) de los encuestados
A los encuestados se les ofrece una lista de 46 alternativas de posibles problemas a jerarquizar, entre ellas “La Monarquía”. Ésta, la Monarquía, ocupa el lugar nº 21 en el ranking de las mayores preocupaciones de los españoles a octubre de 2020, siendo un 0,1% o lo que es lo mismo, apenas 100 de cada 100.000 españoles, los que consideran que la Corona, el Rey, la Monarquía es nuestro principal problema. El primer puesto de esta lista de problemas, lo ocupa el peligro asociado a la covid-19 que es el más preocupante de los problemas para una cuarta parte (24,7%) de los encuestados.
Pero si sumamos los porcentajes que suman otras seis alternativas, hábilmente disgregadas en la lista: “El mal comportamiento de los políticos”, “Los problemas políticos en general”, “La falta de acuerdos, unidad y capacidad de colaboración. Situación e inestabilidad política”, “Lo que hacen los partidos políticos”, “La acción del Gobierno y partidos o políticos/as concretos/as” y, finalmente, “La falta de confianza en los políticos/as”, resulta que no es la covid sino la clase política, el origen de la principal preocupación para ¡el 36,4 % de los españoles!
Régimen republicano
Es decir, que según el infalible CIS, en tiempos de pandemia, con la población confinada siquiera parcial o temporalmente, con un riesgo para la salud que ha provocado ya del orden de 70.000 muertos, en la cúspide de una monumental campaña de desprestigio y desprecio tanto al Rey Felipe VI como al Rey Juan Carlos I, como a la propia institución de la Monarquía Parlamentaria, con unos políticos dentro y fuera del gobierno que permanentemente, desde hace meses, proponen cambios constitucionales que permitan la abolición de nuestro sistema constitucional para instaurar un régimen republicano, el primer problema que perciben los españoles son los políticos en general, y el gobierno en particular con un abrumador 36,4%. El segundo, la pandemia, con un 24,7%. Y en un glorioso vigésimo primer puesto, La Monarquía con un escuálido 0,1%. Entre medias, el paro, la crisis económica, la sanidad, etc., todos ellos, por cierto, también responsabilidad de la acción de gobierno y la clase política.
¿Saben leer nuestros políticos? ¿Leen? ¿Analizan los informes de sus propias agencias gubernamentales? ¿Sacan conclusiones? ¿Gobiernan de acuerdo con las preocupaciones reales de los españoles? ¿O nos mienten?
CIS o no CIS, ése y no otro es el problema.