Congreso de los Diputados. Votación la Ley Orgánica 7/2014 sobre intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones penales. La vota todo el mundo. Pero ni en el PP ni en Vox se habían percatado de la enmienda que Sumar había introducido. Esa imprudencia criminal – así la denominaríamos si se tratara de un médico interviniendo a un paciente o un taxista llevando a un pasajero - ha producido un resultado infame: se rebaja la cárcel a cuarenta y cuatro etarras. Digámoslo clar i català, a una porción de asesinos que ven reducidas sus condenas en 380 años. Los responsables de sesenta y ocho asesinatos, del tiro en la nuca, del secuestro, de la bomba lapa, la goma dos y el miedo escondido cobardemente bajo un pasamontañas se ven graciosamente favorecidos por el conjunto de la soberanía nacional. La tal Yolanda Díaz argumenta que esta rebaja tiene que ver con “los derechos fundamentales de los presos de ETA”. El comunismo siempre habla de los derechos de los asesinos, lástima que se olviden de los derechos de las víctimas y de los de sus familias, de sus amigos, de una sociedad como la vasca que todavía, a día de hoy, se cuida muy mucho de decir según qué cosas no sea que los señalen y tengan problemas. ETA ya no mata, pero sigue amenazando, amedrentando, y tiene la mano larga con los que no comulgan con su ideología. O de arruinar tu negocio si no pones sus pasquines en los que convocan a un onguietorri.
Está claro que la democracia no ganó a los asesinos de Miguel Angel Blanco. Ahí tienen lo que Patxi López, una vergüenza de vasco, de español y de ser humano, le respondió – esta vez sí – al compañero Vito Quíles cuando le preguntó por la puesta en libertad de Txapote: “No se rebaja la pena. Ha cumplido esos años de pena en otras cárceles de otros países comunitarios”, con tono de profesor marisabidillo. Y mientras Sánchez y su banda llevan tres años amnistiando y poniendo en libertad o amnistiando a etarras y golpistas, a Don José Lomas, que estaba en su casa cuando entró un ladrón con una motosierra encendida y le disparó en legítima defensa, le han caído siete años de cárcel y ha de pagar 236.000 euros como indemnización a la familia del ladrón.
¿En manos de quién carajo estamos? ¿Nadie en el PP y en VOX lo vio venir? ¿Para qué pagamos los sueldos de sus señorías y de esa pléyade de asesores y letrados?
¿En manos de quién carajo estamos? ¿Nadie en el PP y en VOX lo vio venir? ¿Para qué pagamos los sueldos de sus señorías y de esa pléyade de asesores y letrados? ¿Qué porquería de oposición es ésta? ¿Para que nos sirve a los españoles sí, a la hora de la verdad, comete estos errores inexcusables? Porque ahora ya pueden salir Feijoó o Abascal diciendo que hay que repetir la votación, que intentarán pararla en el Senado o que se han hecho cartujos. El mal ya está hecho. Cuando el otro día me expresé en términos muy duros sobre la culpa que teníamos los españoles en lo que está pasando me refería a casos como el que nos ocupa. El gobierno en manos de la delincuencia y la oposición a por uvas, porque nadie se fija en nada y aquí se viene a cobrar y a vivir que son dos días. Deberían dimitir todos, en bloque. Porque si al partido que aspira a gobernar España, el PP, y el que reivindica un gobierno como el de Meloni, VOX, se la cuelan de esta manera, una de dos, o son más tontos que el que asó la manteca o son unos mantas de mucho cuidado. Y ambas posibilidades, teniendo enfrente a Sánchez y su Frente Popular, que serán todo lo que ustedes quieran menos tontos, son terribles para la democracia y los españoles. Que sí, que Txapote vota a Sánchez. Lo malo es que ahora, ustedes han votado a Txapote para que salga a la calle tan ricamente. No tienen perdón de Dios.
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