(Escribo estas líneas el miércoles 8 por la mañana, sin saber qué haya podido ocurrir por la noche. Por eso, y por lo surrealista de la situación política, prefiero hoy lanzar reflexiones y desconciertos al aire, por si a alguno le pudiera servir al menos para hacerle sentirse acompañado).
1. He descubierto que no hay forma de reventar una manifestación progre o independentista. Será que mi ingenio es escaso, pero todas las consignas que se me han ido ocurriendo que pudieran asustar a la derecha ya se emplean, con orgullo, en este tipo de manifestaciones. Sacar banderas del Che o de Stalin, “policía muerto, mierda pa mi huerto”, “mucha policía, poca diversión”, “abajo los fascistas”, “la rebelión será comunista/feminista o no será”, etc...
2. Personas inteligentes como Luis del Pino proponen a los manifestantes que se sienten en el suelo. Apoyo la moción. Problema: ¿qué hacer con las personas mayores? ¿Qué hacer con los revienta-manifestaciones, infiltrados o no?
3. Llevamos años oyendo que la derecha es una fábrica de independentistas. Falso: la fábrica de independentistas son la televisión y la educación catalanas, junto al odio al español. Otrosí, el PSOE, Sumar, los independentistas y el imperio de lo woke sí son una fábrica de radicales de derecha. Muy pocos, pero haberlos haylos y muy ruidosos. ¿Qué hacer con esa gente? ¿Cómo desmarcarse de ellos?
4. La progredumbre está entre sorprendida, asustada y reaccionando cómicamente ante las manifestaciones. Es digno de estudio antropológico cómo aplican la ley del embudo (ancho para mí, estrecho para los demás). Los disturbios de Barcelona de estos años, la inclusión de terroristas asesinos en listas electorales es lo normal y democrático. Un señor mayo con EPOC gaseado con gas pimienta que grita “¡España está despertando, hijos de puta!” es el nazismo hecho carne.
5. Las reacciones cómicas de la rojambre tienen cierta gracia si se las ve con la distancia y sentido del humor que cualquier persona sana maneja. A mí de primeras me hicieron reír memes como “Borjamari vive, la lucha sigue”, pero al segundo pensé “¡ojalá!”; ¿se imaginan una España en la que los millones que votan a PP y Vox fuera gente adinerada de la calle de Salamanca? Seríamos más prósperos que Mónaco.
'Putodefender España'
6. El vídeo de un joven diciendo “nos han gaseado por putodefender a España” se hizo viral en redes, también de él se han hecho muchas burlas por esa jerga tan efectivamente de pijo (actual o aspirante). En esto estoy de acuerdo con las bromas, ¿no tenemos estructuras y palabras mal sonantes suficientes en español como para tener que usar construcciones semánticas extranjeras? La diferencia es que no oiremos a Feijóo decir “putodefender la economía y la estabilidad” ni a Abascal exclamar “putodefendamos la unidad de la nación”. Ahora bien, para el recuerdo queda la ministra Montero y sus “Chiqui, 1.200 millones no son nada”. Políticos, engáñennos, expoliénnos, pero con clase al menos. O con amor. Si me vas a dar por atrás, al menos dime que me quieres, como un caballero.
A los que exclaman “me la pela la amnistía, sólo me importa la sanidad y la escuela gratuita” habría que explicarles qué nace primero, si la nación o sus servicios, y cuál es condición de posibilidad de la otra
7. A los que exclaman “me la pela la amnistía, sólo me importa la sanidad y la escuela gratuita” habría que explicarles qué nace primero, si la nación o sus servicios, y cuál es condición de posibilidad de la otra. También deberíamos explicarles lo que implica la ruptura de un país, de sus normas fundamentales, lo que implica la seguridad social y jurídica para la prosperidad que necesita una nación que pretenda ofrecer sanidad y educación públicas.
Esto es lo que trata de colar Sánchez a sus votantes. Y le creen. Pero nosotros nos asustamos por cuatro ultras abucheados en las manifestaciones a las que acuden abuelos con bastón.
8. Visto en twitter, en cuanto lo encuentre citaré al autor:
-Me he reconciliado con mi mujer
-¡Qué alegría! ¿Y qué tal estáis?
-Se ha quedado con la casa, el coche, el perro y los niños.
-Bueno, pero estáis juntos.
-No.
Esto es lo que trata de colar Sánchez a sus votantes. Y le creen. Pero nosotros nos asustamos por cuatro ultras abucheados en las manifestaciones a las que acuden abuelos con bastón.
9. Los que se consideran de izquierdas se burlan de las protestas, cuando en esta situación de precariedad económica lo natural sería que ellos hicieran lo suyo: huelgas generales, manifestaciones con barricadas y quema de contenedores, etc. Pero ahora sólo les preocupa que no podamos decir que una mujer presenta cromosomas XY y que vuelva el fascismo. Lo último en el fondo lo desean, les encanta que la derecha se esté levantando: era la prueba que precisaban para demostrar que sus miedos eran reales: ¡la extrema derecha ha vuelto! No quieren ver que no es cierto y que, si ocurre, será fruto de una profecía autocumplida: ¡mi reino por tres ajos!
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