La reciente caída de dos bancos estadounidenses y el rescate a un tercero, situación que se contagió a Europa y produjo la caída de un gran banco suizo, junto con los temores sobre un gran banco alemán, han despertado lo temores de una crisis bancaria global y si ésta se parecerá a otras del pasado. Para analizar esto lo que haremos será visitar crisis anteriores para luego volver al presente, poniéndolo en su contexto e intentando prever que nos puede ocurrir.
Inflación y crisis bancarias
Lo primero que habría que dejar bien claro y tenerlo siempre presente es que, en banca, las crisis bancarias son lo propio de períodos inflacionarios como en el que vivimos, luego esta crisis no es como la de 2008, que vino por productos financieros tóxicos permitidos por una mala regulación. Con eso en mente podemos decir que si no se ataja la inflación la crisis bancaria solo está en sus comienzos.
Si observan la gráfica anterior, podrán comprobar cómo los bancos caídos (línea roja) en Estados Unidos durante su crisis inflacionaria superan por mucho a los de la crisis de 2008; en concreto, 2.973 entre 1969 y 1993 versus 528 entre 2008 y 2015. Otra diferencia es que durante la inflación se dan desde el `rincipio, cayendo primero los más débiles para luego ir in crescendo, extendiéndose los cierres más allá de la fase inflacionaria del ciclo largo.
En el caso español solo tenemos los datos de la siguiente gráfica, una información del Banco de España que criticamos en este blog por allá por 2013 y que seguían manteniendo en 2017, porque qué más da, a quién puede interesar esas cosas si todo da igual. Y así vamos.
Otra diferencia de los procesos inflacionarios es que consumen capital (problema secular en España agravado con el saqueo de las cajas y la inducción de la burbuja inmobiliaria), de forma que los bancos que no entienden el proceso económico se dirigen a la insolvencia. ¿Han escuchado decir a algún banco que piensan ampliar capital para mantener su valor real? No, a ninguno, están a dar dividendos altos. Además, durante los períodos inflacionarios las recesiones son más frecuentes y profundas y se crece menos, de modo que la mora bancaria es mayor y más difícil de recuperar, de ahí que las caídas de bancos vayan in crescendo, continuando en la siguiente fase del ciclo largo, la desinflacionaria.
Caída de depósitos
En España padecemos un influencer económico muy popular que fija narrativa, dicen que muy apoyado por un banco grande, que afirma que esta crisis es financiera. como si estuviera pasando en, no sé, los fondos de inversión o en los de pensiones, como ocurrió recientemente en Reino Unido; no, es una crisis bancaria, que lo mejor es siempre identificar bien el problema. También atribuye la caída en depósitos a la inversión en fondos, lo cual es incorrecto, pues salvo que el dinero salga del país o se convierta en efectivo, se moverá por cuentas bancarias. Y así vamos.
Lo que sí se puede decir es que el dinero que va de los depósitos de los inversores a comprar los bonos propiedad los bancos centrales (de su balance, no de intermediación) sí reduce los depósitos del sistema (por eso los venden); y sí, hay caída de depósitos, como pueden ver en la siguiente gráfica. La contracción de depósitos continuará hasta que los bancos centrales consideren que la inflación está encarrilada y sus balances sean correctos, temas a los que les queda un buen trecho.
Llegado este punto hemos de recordar a los maltratados ahorradores que hicieron colas en el Banco de España y que ahora acuden telemáticamente, una señal muy mala para el oligopolio bancario que los expolia y que cree, en su locura, que controla el sistema y las dinámicas que se están produciendo.
Otro aspecto a destacar es que los depósitos se consideran financiación a corto (en los particulares modestos. los que molestan a los malos banqueros, no es tan así) mientras que una parte importante de los préstamos los son a largo plazo, de modo que al subir tipos se les invierte la curva de tipos y pierden margen, salvo en España donde el oligopolio, empeñado en usar una tasa virtual, para los créditos, el Euribor, machaca a los ahorradores, sobre todo a los pequeños, para compensar ese grave error.
Lo del oligopolio es ya intolerable pues ha hecho, al menos, tres cosas al unísono: subir comisiones, no remunerar los depósitos y meter a los clientes productos que, no siendo sus preferentes de antes, tienen sus riesgos y no están asegurados como los depósitos. Esta mala gestión de banqueros y la pasividad/complicidad de los reguladores nos lleva al punto siguiente, a por qué cayeron los bancos americanos.
Mientras los gobiernos hacen una muy deficiente política de oferta, la banca central y el sector siguen haciendo banca progre y wokismo
Estados Unidos tiene tres "agencias" responsables de la supervisión y una de ellas es la FDIC, o Corporación Federal de Seguros de Depósitos la cual, en atención a los datos de la siguiente tabla, en un primer vistazo, se nota que se encarga de los bancos más pequeños, aunque asegura los depósitos de todos; la OCC la tratamos aquí hace años y la FRB (Federal Reserve Bank), la Fed, la conocen de sobra.
En la crisis que vivimos y sin olvidar que Janet Yellen tiene responsabilidad en resolverla, destaca también que los supervisores declaren que necesitan más regulación cuando el verdadero problema es su mala supervisión; hay quienes creen que la Ley puede sustituir a la buena gestión, o incluso a la moral, como si de un mecanismo autónomo se tratara pero, obviamente, no es así. Para colmo, me temo que estas "agencias" han tomado el camino woke y ya saben, "go woke, go broke"; también hay banca woke.
El banco que detonó la crisis fue el Silicon Valley, que califica como Nº 20 por depósitos (siguiente tabla). La razón fue su abultada cartera de bonos, unas inversiones que sufrieron una fuerte depreciación con la más que anunciada subida de tipos por parte de la FED; obviamente, sabiendo lo que venía, el regulador/supervisor debió obligarle a venderla hace mucho tiempo (¿Hay más bancos así?).
Este fallo imperdonable del supervisor (el responsable debe ser despedido, obviamente), conocido por el mercado, llevó a que grandes cuentas (no los ahorradores modestos) sacaran su dinero. Su crisis se contagio al Signature y al First Republic, sumando más de medio billón de dólares en activos y despertando los peores temores sistémicos; este último, por cierto, clasificó en el último ranking que publicamos aquí el 4.748 peor de 5.737 en rentabilidad patrimonial, toda una señal de alarma. ¿Cuántos bancos más están mal supervisados y, por ello, con boquetes en el balance? ¿Aguantará el Charles Schwab Bank los ataques que está recibiendo?
El primero de la lista negra (Continente e Islas) es el Deutsche Bank (y menos al Commerzbank), muy en la mira de los inversores
Tras la crisis del 2008 hubo que rescatar al UBS, tema que también tratamos, y por entonces decidí seguir al otro gran banco suizo, el Credit Swiss pues parecía sensato. Poco tiempo después mi impresión fue que se había vuelto woke, siendo el aspecto más peligroso del "wokismo" el siguiente mensaje: "Si eres hombre y blanco, tu carrera está limitada o acabada", algo letal para la alta dirección. ¿Se puede hacer buena banca sin que lo más importante sea la honestidad y la profesionalidad, o esos criterios han pasado de moda? Luego hay otro tema y es que quienes destruyen carreras, detrás de las cuales hay enormes sacrificios, no priorizando esos dos criterios, creen que por no recibir respuesta han triunfado, ignorando el enorme perjuicio que padecen ellos y sus organizaciones por la inhibición o el simple silencio de aquellos a quienes han arruinado sus vidas y acumulan una experiencia profesional irremplazable.
El banco tuvo varios CEO en poco tiempo y una lista de onerosos pleitos perdidos y escándalos por distintas razones de gestión, dos claros signos de alarma que debieron alertar al supervisor hace años. La lamentable caída de este banco sistémico, lógicamente, afectó a los europeos, donde el primero de la lista negra (Continente e Islas) es el Deutsche Bank (y menos al Commerzbank), muy en la mira de los inversores pues, tras llegar a valer casi 140 euros, hoy está cerca de 8 y esas pérdidas, como otras institucionales, no se perdonan. Al menos Alemania tiene menos deuda pública y, aunque enfrenta enormes retos económico y geopolíticos, a corto plazo podrán resolver esto si empeora.
El problema principal sigue siendo la inflación pues, si no se resuelve rápido, la crisis bancaria será peor que la de 2008. Lamentablemente, mientras los gobiernos hacen una muy deficiente política de oferta, la banca central y el sector siguen haciendo banca progre y wokismo, evitando la reforma de los organismos supervisores y maltratando a los clientes particulares, fiándolo todo a las subidas de tipos, a restricciones monetarias con pausas por "roturas" y cargando el esfuerzo sobre el ahorrador, que es la base de estabilidad del sistema y a quien nadie defiende. El panorama no es bueno pero es lo que hay; aún así, que tengan Ustedes una feliz Pascua.
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