Desde el punto de vista militar las dos ciudades autónomas están dejadas de la mano de Dios por parte del gobierno. Tras la última oleada de ilegales saltando la cerca, de los miembros de nuestras fuerzas de seguridad heridos y del asesinato a manos de la policía marroquí de veintitrés de los asaltantes, según sus cifras, podemos concluir que de poco o nada ha servido la rendición con armas y bagajes de Sánchez al sultán. Que se haya asesinado a marroquíes a manos de sus hermanos es singularísimo. Hasta ahora, la policía alauita se contentaba con mirar hacia otro lado y dejarlos pasar. ¿Qué debían saber esos ilegales para que, rápidamente, se les haya silenciado?¿Qué razón puede existir para que los uniformados de Mohamed hayan llevado a cabo un acto tan grave y de tanta repercusión internacional? Más grave todavía, ¿cómo es posible que Sánchez diga que ve detrás a las mafias internacionales y exonere a los marroquís de tal matanza?
La inteligencia marroquí, que es eficacísima y no lo digo en tono jocoso, tiene en estos momentos redes perfectamente organizadas en las dos ciudades autónomas, en Canarias y en el campo de Gibraltar. Redes compuestas por varones en edad militar, con experiencia en el uso de armas y la convicción de que Ceuta y Melilla son marroquís porque se han creído la propaganda de Rabat y la de la pseudo izquierda española. Si leyeran más sabrían que cuando se fundaron las dos ciudades, Marruecos ni siquiera existía. Pero, cuidado, según cifras que me facilitan personas vinculadas con los servicios de información españoles y franceses, Marruecos dispondría en esa quinta columna en suelo español de alrededor de mil quinientos a dos mil efectivos perfectamente operativos. Sumen ustedes a eso las fuerzas del sultán acantonadas en las fronteras que en la actualidad son exactamente el triple de las que tenían hace cinco años y hagan cuentas.
Si el actual gobierno español fuera serio tendría fondeadas en Ceuta y Melilla buques de guerra cargados con tropas y, además, mantendríamos una vigilancia constante, incluso intimidatoria, de nuestra flota totalmente desplegada frente a la costa atlántica marroquí. No basta con una tirita cuando te han amputado las piernas ni existen suficientes pañuelos para enjugar las lágrimas que costaría un drama así que nos pillara con las bragas en la mano y ustedes perdonen.
Ni la OTAN ni los EEUU ni la UE ni la Asociación de Amigos del Ferrocarril Europeo harán nada si nos invaden. Biden prefiere a Mohamed antes que a Sánchez y las inversiones en defensa que están haciendo en Marruecos nos han dejado atrás hace tiempo. Resumiendo, la cosa está así: desde los dos lados de la frontera se preguntan “¿Cuándo será la invasión?”. Porque todos la dan por hecha.
Es imprescindible una política disuasoria en el norte de África si queremos evitar males mayores. Y Sánchez debe o explicar qué pasa con Marruecos y de dónde nace su servilismo o dimitir. ¿No queda nadie en el PSOE que los tenga lo suficientemente bien puestos como para exigirle su dimisión? ¿Nadie? ¿Robles, Page, Lambán, Calviño? ¿Tanto miedo le tienen, tanto sabe de ustedes, tan poco pesa en sus conciencias el destino de miles de compatriotas?
Tenerlo de presidente nos puede costar parte del territorio nacional, así como muchas vidas inocentes. Y usted no vale ni una gota de sangre española, presidente.
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