Opinión

El 'gran circo de RTVE' vuelve a repetir la misma función

"Los mismos que se deshacen en elogios cuando los grupos parlamentarios apoyan a un candidato se lanzan en su contra cuando así lo ordenan quienes lo nombraron. Son perros de presa. Hienas de tertulia y redacción; y directivos oscuros"

José Manuel Pérez Tornero debía ser hace 18 meses una de las personas más felices del planeta. Después de varios meses de contactos certeros con personajes influyentes de los mundos académico, político y sindical, le habían elegido como el candidato a la presidencia de Radiotelevisión Española. Los grupos parlamentarios apoyaron la propuesta -pactada previamente- de forma abrumadora en el Congreso de los Diputados y la mayoría de los medios celebró su elección. Era un catedrático con decenas de publicaciones a sus espaldas y le respaldaba un pacto rubricado por PSOE, PP, Podemos y el PNV. ¿Qué podía fallar?

El periodista y profesor habrá aprendido estos días una importante lección, y es que las loas y las serpentinas que lanzan los aduladores en esos casos son artificiales. Puro teatro (o circo). Bagatelas intrascendentes. Porque los mismos que se deshacen en elogios cuando los grupos parlamentarios apoyan a un candidato se lanzan en su contra cuando así lo ordenan quienes lo nombraron. Son perros de presa. Hienas de tertulia y redacción; y directivos oscuros. Tan oscuros y desleales que ofrecen lecciones de ética en Twitter mientras promueven auténticos atracos al contribuyente desde su despacho y amplían su agenda con amistades peligrosas.

Los dieciocho meses de Pérez Tornero al frente de RTVE no han sido positivos. Todo lo contrario. Los partidos le rodearon de un Consejo ingobernable que no supo templar y que le ha empujado por el precipicio cuando ha creído conveniente. El presidente tampoco ha sido capaz de impulsar la negociación parlamentaria sobre el Mandato Marco -la ley que regula el servicio público que debe cumplir RTVE- ni de mejorar la audiencia de sus canales. La contratación de directivos afines a su persona fue puesta en tela de juicio y su confección del organigrama, muy criticada. Hubo aciertos, como el Benidorm Fest, pero fueron un oasis en medio de un desierto plagado de desatinos.

Hay una realidad que debería hacer reflexionar a los dirigentes y a los trabajadores de este medio de comunicación. Especialmente, a los comisarios políticos que campan por Torrespaña: la decadencia de TVE es tan evidente que actualmente es menos rentable que nunca manipular sus informativos. No se puede tratar de moldear la opinión pública desde tribunas que hace varios años se vaciaron y perdieron toda influencia.

La decadencia de TVE es tan evidente que actualmente es menos rentable que nunca manipular sus informativos. No se puede tratar de moldear la opinión pública desde tribunas que hace varios años perdieron toda influencia.

¿Qué ocurrirá a partir de ahora en la corporación? Sus consejeros se reunirán durante la tarde de este martes -desde las 16.00- para elegir a un presidente provisional del Consejo de Administración. Sea lo que sea lo que decidan, esa figura no tendrá (o no debería tener) poderes ejecutivos, por lo que la actual estructura de RTVE se mantendrá hasta que los diputados pacten el sucesor de Pérez Tornero.

El desorden suele resultar muy rentable para quienes tratan de ganar peso en las instituciones y las empresas públicas. A río revuelto, ganancia de pescadores. Así que Pedro Sánchez y su equipo seguramente se enfrentarán a menos dificultades a la hora de encontrar a los 'interlocutores adecuados' para transmitir sus consignas. Toda una suerte de cara al 2023 multi-electoral.

La cosa no acaba aquí: quien quiera obtener una pieza más amplia del pastel de 350 millones de euros que reparte RTVE entre las productoras audiovisuales cada año... tan sólo tendrá que llamar a la puerta adecuada. El dinero público no es de nadie, que dijo Carmen Calvo. De momento, una parte irá para Javier Sardá, Josep Cuní, Prisa y José Miguel Contreras. Cada partido tiene sus duques, condes, marqueses, barones, obispos y beatos. Unos con Contreras y Barroso; y los otros con Frade y Cerezo. Unos van y otros vienen. La democracia española es un almacén de varios pisos en cuyas plantas superiores habitan, en amplias estancias, los protegidos. Que siempre ganan, incluso cuando pierden.

Silencios cómplices

Este lunes, después de que el presidente dimitiera, en parte, por las presiones del Gobierno... no se ha visto a los principales periodistas de la casa realizar ni un gesto de contrariedad. Es lo de siempre. Los primeros cómplices de la crisis de credibilidad de RTVE son los de dentro. Tan sólo su Consejo de Informativos ha emitido un comunicado en el que se subraya la delicada situación de la corporación y se reflejan algunas críticas -con la boca pequeña- a los grupos parlamentarios. En general.

Eso sí, el texto cita algunas cesiones que Pérez Tornero realizó a los partidos para tratar de mantenerse a flote. Este asunto no es baladí, al contrario. Porque a este catedrático le ha ocurrido como a algunos de sus predecesores, que accedieron a satisfacer determinadas peticiones del poder con el objetivo de calmarlo o contentarlo; pero no tuvieron en cuenta que en una democracia tan imperfecta como la autóctona, el poder nunca está satisfecho y todo trata de tiranizarlo.

En la cúspide de la política se encuentra actualmente Pedro Sánchez, quien decapitó a Fernando Garea en la Agencia EFE cuando le negó lo que el Gobierno quería; y quien jugó con la figura de Rosa María Mateo como si fuera una muñeca de trapo. La eligió, la mantuvo en su puesto pese a su incapacidad para gestionar RTVE de una forma eficiente y, cuando le dejó de servir, la apartó de su puesto.

A Pérez Tornero le designó de una forma completamente vergonzosa -obviando el resultado del concurso público que se convocó para elegir al presidente de la corporación- y le rodeó en el Consejo de comisarios políticos. De esta forma, se aseguraba que si realizaba algún movimiento inadecuado, podría desestabilizarle con facilidad.

En la tarea también han colaborado algunos magnates pertenecientes a esa gran empresa pública que es el PSOE S.A. -los nombres están anteriormente citados- y algunos directivos que tenían razón al señalar la ineficacia de Pérez Tornero y su equipo, pero que actuaron de forma premeditadamente desleal porque alguien, en algún lugar que sólo ellos saben, así se lo ordenó.

Ahora ya tienen vía libre para controlar los telediarios... y para pillar una parte sustancial de esa tarta de 350 millones de euros.

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