Para que Julia Otero haya aparecido este martes en un plató de La 1 han tenido que ocurrir una serie de acontecimientos que sería injusto omitir. El silencio es la mejor herramienta de quienes tratan de camuflar ciertas maldades con luces y farolillos. O con pompas fúnebres. Murió hace unos meses José Luis Balbín y entre homenajes póstumos hubo quien olvidó una obligada referencia a que La clave se suprimió de la parrilla de programación porque José María Calviño -padre de Nadia- recibió la orden de Moncloa de cargárselo, dado que el PSOE había alcanzado el poder y la hegemonía y ya no hacía falta intercambiar argumentos con la derecha.
Casi cuarenta años después, España está gobernada por Pedro Sánchez y en RTVE han sucedido algunos fenómenos extraños durante su mandato. Uno de ellos es la contratación del programa de Otero, que se llama Días de tele y que está destinado a algo tan poco innovador como la nostalgia catódica. “Les propongo un viaje sobre nuestra vida (…) Un viaje que comienza con un acto tan sencillo como sentarnos juntos a ver la televisión”, afirmaba la presentadora al iniciar el magacín. Es de suponer que entre esos episodios no se citará el que implicó el 'despido' de Balbín. Ese tipo de nostalgia no interesa en este momento por razones que cualquiera puede averiguar.
En RTVE, estas decisiones con tufillo político se han producido de forma constante durante las últimas décadas. Tal es así que Otero ha sido contratada porque gobierna el PSOE, del mismo modo que Ernesto Sáenz de Buruaga fue reclutado cuando el PP estaba en Moncloa. Cada partido tiene sus favoritos. A Sáenz de Buruaga le dieron en 2014 un programa que se llamaba Así de claro cuando el ínclito José Antonio Sánchez fue elegido en Génova 13 para tomar el mando de RTVE. La apuesta fue un desastre y ese programa duró dos telediarios. El Consejo de Informativos de TVE denunció su “falta de pluralidad e imparcialidad”. Con Otero, este órgano ha callado. El sesgo de confirmación también es común en determinadas instancias de TVE.
Cada uno de los 13 programas de Días de tele costará más de 400.000 euros. El espacio lo realizan RTVE y LACOproductora. Esta última es propiedad del Grupo Prisa desde hace casi un año. Allí trabaja como jefe de proyectos audiovisuales Fran Llorente, antiguo directivo de la televisión pública. Entre otras cosas, fue el responsable de los informativos con José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa. En ese edificio tenía despacho Miguel Barroso, hoy consejero de Prisa. Son muchos nombres juntos, pero si uno sigue la línea de puntos no se pierde.
José Miguel Contreras, con Julia Otero
En la mesa moderada por Julia Otero se sentaba hoy José Miguel Contreras, quien es uno de los fundadores de LACOproductora y quien no ha tenido ningún reparo en 'aceptar' un puesto de colaborador en el programa. Otero no ha hecho referencia a este punto cuando ha presentado al aludido. “El doctor Contreras es catedrático de Comunicación (…) y un intelectual que adora la tele”. / "Si hubiera que definir cuál es mi oficio, yo diría que soy un televisero feliz", ha respondido, ni corto ni perezoso.
Sobra decir que este hombre es algunas otras cosas. Fue el elegido para dirigir LaSexta cuando los socialistas la impulsaron. Es quien ejerce de asesor de Joseph Oughourlian -presidente de Prisa- desde hace un buen tiempo. También fue el productor del programa de Jesús Cintora, en La 1, y quien recibió otro programa cuando se cargaron el programa (curioso). Y es a quien José Manuel Pérez Tornero compró este proyecto antes de dimitir como presidente de RTVE, en su último intento para calmar las aguas con los consejeros del PSOE que le habían arrinconado.
Volvemos a lo mismo: hay determinados aspectos que deben destacarse para que no queden a espaldas de los focos del plató de televisión.
Los 400.000 euros semanales que costará este magacín no servirán para ofrecer a los españoles una propuesta televisiva innovadora. Entre otras cosas, porque la frescura brilla por su ausencia en este medio de comunicación -salvo excepciones- desde que una parte del talento y de la inversión publicitaria emigró hacia las nuevas plataformas audiovisuales. De hecho, el primer tema que han abordado es el de las habilidades de Uri Geller para doblar cucharas. Sin duda, una propuesta rompedora. La de los guionistas, no la de Geller. Nunca se había recordado este acontecimiento del programa de José María Íñigo. Lo innovador ahora es que costará un desembolso de 'seis ceros' a RTVE y que Prisa ganará dinero con ello. Con imágenes del archivo de la televisión pública, por cierto.
Después, se han hecho referencias a la llegada de las suecas a Benidorm, a la audiencia de El Cordobés con Gerald Ford, al destape, a la decadencia y muerte del abuelo Patxi; al avistamiento de un objeto volador no identificado por parte de Ramoncín, a los líos sentimentales de Ava Gadner en España y a algunas anécdotas de juventud de Lolita, invitada en este primer programa. De paso, se ha recordado el bulo relacionado con Ricky Martin y su participación en Sorpresa, sorpresa. Aquello de la mermelada, el perro y la muchacha, que nunca ocurrió.
Como entrevistado, estaba programado 'El pequeño Nicolás' (el que faltaba), ese personaje que al poco de nacer echó a correr como Carl Lewis y que ya hace ocho años y medio que se desfondó, pese a no haber cumplido los 30.
Otero es una buena presentadora de televisión, sobra decirlo. Ahora bien, para conducir este programa se ha tenido que poner una mochila muy pesada. Ahí se guardan los asuntos cuestionables, cuanto menos, que afectan a quienes han planeado que este espacio llegara al prime time de La 1. Por otra parte, los contenidos de este espacio están tan manidos que todo resulta predecible y aburrido. Habrá quien gane porque siempre gana, pero no se diría que el español medio que haya sintonizado Días de tele se haya ido a la cama sabiendo una cosa más.
Por si resultara de interés, aquí se ofrece una relación de los contratos que ha obtenido LaCoproductora con RTVE en los últimos tiempos. Esta información fue conseguida el pasado marzo a través del Buzón de Transparencia y no incluye el cuantioso programa por Días de tele. No les han ido mal a Contreras y a Prisa con RTVE últimamente. Si cambia el Gobierno, ya veremos a ver. Ya se sabe que aquí cada cual tiene sus padrinos.
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