Opinión

¡Y decían que España nos robaba!

Que hay mucho jeta en política que se lo lleva muerto no es noticia. Que la mayoría de los partidos padecen esa lacra, tampoco. Pero cuando hacer el egipcio afecta

Que hay mucho jeta en política que se lo lleva muerto no es noticia. Que la mayoría de los partidos padecen esa lacra, tampoco. Pero cuando hacer el egipcio afecta a la sacrosanta Convergencia la cosa cambia. En la Catalunya de Pujol, Prenafeta, Millet y el tres por ciento, nadie roba. Todo se lo inventa el Estado. Ya te digo. Con un par.

Dice el del patinete que a ver cuándo dimite el gobierno

Hay que tener mucho cuajo para hacer lo que Eduard Pujol, el hombre al que perseguían los patinetes del CNI, ha hecho hoy. ¿Pues no sale la criatura en tromba, exigiendo que dimita Mariano Rajoy y el gobierno en pleno, acusándolos de corruptos? A ver, que no seré yo quien se lo discuta, pero es que el hombre del patinete asegura que la operación Stella, llevada a cabo por aquella UDEF acerca de la cual Jordi Pujol se preguntaba qué coño era, en la que tal parece que han pillado con el carrito del helado a los ex convergentes no es más que “una cortina de humo a causa de la Gürtel”. Tracatrá, y se ha quedado tan ancho. A estos separatistas les va la cosa de ver quién la tiene más larga. La mano, me refiero. Y como sea que hay quien ha trincado hasta decir basta en eso que ellos llaman despectivamente España, pues nada, lo suyo se queda solamente en una excusa de enfermo, que se orina en cama y dice que está sudando.

Alma de cántaro, hay que ver la de cosas que ha de decir un político que tiene el techo de cristal. Y no ha sido el único, porque Pere Aragonés, quien será el hombre fuerte de Esquerra en el gobierno de Torra, si lo hubiera o hubiese, también ha aportado su granito de arena. Dice ignorar cómo se pagó el referéndum – las sospechas policiales acerca del destino de la pasta van por ahí - pero niega tajantemente que se hiciera con fondos de la Generalitat. O sea, que la macrooperación policial no es más que humo de pajas, maniobra de distracción, persecución a probos independentistas y represión policial.

A uno le entra una dulce añoranza de aquellos tiempos en que quienes se dedicaban al atraco eran personajes como El Torete o El Vaquilla. Nunca los oí decir que la culpa la tenía España, si acaso, una sociedad bastante mal organizada. Ahora, sin embargo, lo que se lleva es negar la mayor y poner cara de ofendidos. Vean ustedes: lo que se ventila en este operativo no es más que saber si se han desviado fondos públicos destinados a temas de cooperación hacia empresas y fundaciones vinculadas a la extinta Convergencia. Y si eso ha servido para pagar las urnas de los chinos, vamos. Hablamos del año 2015. Todo esto se lleva a cabo, como no podía ser de otra manera, a instancias del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, que lleva más de un año intentando seguir el hilo de una complicadísima trama de subvenciones con la que, presuntamente, se habrían defraudado más de dos millones de euros mediante un entramado de entidades.

Todo esto, apunta la investigación, se habría llevado a término desde la omnipotente Diputación de Barcelona, controlada por los convergentes. Y aunque la causa sea todavía secreta, se sabe que los delitos imputables son malversación, prevaricación, negociación prohibida a un funcionario, falsedad y fraude. Casi nada. También sabemos a dónde habrían ido a parar esos dinerillos, siempre presuntamente, y fíjense qué casualidad, todo son chiringuitos nacionalistas: la Fundación CATmón -su presidente, Víctor Terradellas ha sido detenido - e IGMAN figuran entre las más destacadas, porque las dos solitas se habrían llevado en el período que va del 2011 al 2015 la friolera de diez millones de euros de varios organismos públicos catalanes, la Diputación entre ellos, of course. Para quien no lo sepa, el señor Terradellas fue secretario de relaciones internacionales de la extinta CDC, así como el promotor y alma mater de la Plataforma para la Soberanía. En fin. Siempre hemos dicho que lo que vivimos ahora viene de muy lejos.

Del tercer mundo a la independencia

Que la cosa no es grano de anís lo demuestra que el ex presidente de la Diputación, el convergente Salvador Esteve, haya sido uno de los veintinueve detenidos – finalmente ha sido puesto en libertad con cargos –, lo cual indica hasta qué punto es gordo el asunto. No es el único convergente detenido. También se encuentra el alcalde de Tordera Joan Carles García, el mismo Terradellas antes citado, Jordi Castells, subdirector de Cooperación Local de la Generalitat y exdirector de la Diputación y un número que llega hasta los veintinueve entre los que hay directivos de fundaciones, de asociaciones y de empresas catalanas. La cosa sólo ha hecho que empezar, porque ya se han practicado más de catorce registros en despachos oficiales y fuentes policiales nos aseguran que habrá más detenciones en los próximos días.

La cosa sólo ha hecho que empezar. Fuentes policiales nos aseguran que habrá más detenciones en los próximos días

Que esas cifras astronómicas deberían haber servido para establecer programas de cooperación con países del tercer mundo a nadie parece importarle. Que sea un organismo tan inútil como la Diputación quien actúe de mediadora entre quien da el dinero y quien lo recibe, los ayuntamientos, tampoco parece quitarle el sueño a nadie. Porque no hay demasiados políticos que digan que a esas instituciones lo mejor que podría pasarles es que las reconvirtiesen en bingos, con el consiguiente ahorro de presupuesto.

Tienen las Diputaciones y las autonomías y todos esos entes rarísimos como consejos comarcales una sola finalidad, ahora, antes y mucho nos tememos que mañana, a saber, enchufar a los del partido que manda. En lo que respecta a la de Barcelona, puedo asegurarles que, junto con el Puerto, han sido cementerios de elefantes para todos aquellos socialistas que el PSC quería quitarse de encima: exalcaldes, exdiputados, exconcejales, excargos orgánicos, todo valía para meterlos en ese cajón de sastre cobrando sueldos jugosos por hacer prácticamente nada. Lógicamente, cuando los separatistas se hicieron con el control de la institución, actuaron del mismo modo, faltaría más, la tradición es la tradición. La complicidad y el “no nos vamos a hacer daño” entre los partidos clásicos ha sido total en este terreno. Si el PSC tenía – y tiene, salvo error u omisión – asesores que no van por el edificio de Rambla de Catalunya-Diagonal más que cuando hay canapés, el resto de partidos no les va a la zaga.

El meollo es saber si todo el entramado de entidades, fundaciones, asociaciones y demás parafernalia separatista se ha beneficiado del erario público

Lo interesante del asunto no es tanto saber si se han desviado fondos, porque lo realmente anormal sería lo contrario en instituciones de una opacidad como de la que tratamos; aquí el meollo es saber si todo el entramado de entidades, fundaciones, asociaciones y demás parafernalia separatista se ha beneficiado del erario público. Tenemos derecho a conocer de donde salen los millones que sufragan la ANC y Ómnium cuando de pagar fianzas se trata, tenemos derecho a conocer cómo se financian los CDR, debemos exigir que se nos informe acerca del coste total de los pseudo referéndums, de quien pagaba la fiesta, de quien sigue financiando el proceso separatista, las crucecitas amarillas, los panfletos, la logística, los viajes a Bruselas, a Berlín, los hoteles, las comidas, los escoltas, en fin, todo ese circo que barato no es, ya se lo digo. Los contribuyentes hemos de tener muy claro si estamos financiando o no un golpe de estado, así como a los golpistas que lo intentaron perpetrar y lo volverán a hacer si Dios no lo remedia.

Ya sabemos quien paga TV3, Catalunya Ràdio y el colosal aparato de propaganda separatista: nosotros. Al menos, eso está claro. Ahora la UDEF y la justicia tienen en sus manos poder clarificar a donde se han ido esos millones. Al Magreb o América Latina, sus principales destinatarios, seguro que no: a las personas de aquí que están necesitadas de un auxilio, mucho menos. 

Como persona que paga rigurosamente sus impuestos, y cada día cuesta más, a fe mía, tengo derecho a saber si quien me mira a diario cuando me afeito en el espejo es más tonto de lo que ya me parce a mí. Que es mucho, créanme, especialmente si me comparo con estos profesionales de la subvención y el escaqueo. Porque, miren, al menos Bárcenas está en la cárcel y con sentencia; Zaplana está también en la cárcel y le auguro un mal fin procesal. No puedo decir lo mismo de los Pujol. Debe ser el fet diferencial.

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