El pasado domingo Ione Belarra, la nunca bien ponderada ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, dijo que apuesta por que el Ejecutivo de coalición progresista continúe hasta el último minuto de la legislatura. Una apuesta que considera compatible con adjudicar toda suerte de descalificaciones y vilezas a los socios del PSOE a quienes acusaba, por ejemplo, de someterse a las presiones que ejercen los fondos buitre para bloquear la Ley de Vivienda o de dejar sola a Irene Montero, ministra de Igualdad, en el banco azul durante el Pleno del Congreso de los Diputados.
En la apuesta de proseguir en el Gobierno hasta la última nómina, como dicen los castizos, Belarra está acompañada entre otros por el propio presidente, Pedro Sánchez, dispuesto a dejar que la legislatura llegue hasta su extinción natural cuando el 10 de noviembre se cumplan cuatro años desde la elección de los diputados, conforme a lo dispuesto en el artículo 68.4 de la Constitución. Más allá de la pública coincidencia, aquí señalada, todos los analistas están concordes, en que socialistas y podemitas coinciden -como Carlos V y Francisco I sobre Milán- en la impaciencia por romper pero quieren hacerlo de tal manera que la responsabilidad sea del otro socio y el precio a pagar quede a su cuenta.
Quien vote a Sánchez lo hace a sabiendas de que no hay más cera que la que arde ni otra posibilidad de alcanzar el poder que la de volver a las andadas
Para ambos coaligados sería ventajosa una separación de cuerpos y programas con suficiente antelación que les permitiera recuperar perfil diferenciado cara a las elecciones de diciembre por mucho que si las urnas les fueran favorables estarían condenados a sumar, desde el minuto cero de la siguiente legislatura, sus escaños en aras de una segunda edición de Frankenstein. La diferencia es que, en el último debate previo a los comicios del 10 de noviembre de 2019, el líder del PSOE se declaró incompatible con Unidas Podemos, abominó de EH Bildu, se pronunció contra los independentistas, abogó por el cumplimiento íntegro de las penas y se comprometió a traer a Puigdemont para entregarlo a la Justicia.
Concluido el escrutinio, números cantan y, horas después se anunciaba el pacto de gobierno y de investidura con todos los que acababan de ser declarados indeseables. Semejante transgresión hizo que entonces muchos votantes se considerasen traicionados. La cuestión ahora es que nadie puede llamarse a engaño: quien vote a Sánchez lo hace a sabiendas de que no hay más cera que la que arde ni otra posibilidad de alcanzar el poder que la de volver a las andadas de las mismas coaliciones de Gobierno y de los mismos respaldos parlamentarios.
Al periódico del lunes le quedaba subrayar que, tras una semana de fuertes turbulencias en el seno del primer Gobierno de coalición progresista de la democracia, cuatro de sus componentes habían terminado votando en el Congreso de los Diputados contra un proyecto de Ley del Gobierno, algo insólito -según clamaba Soledad Gallego Díaz-, dado que coexistía con la desconcertante pretensión de los dos grupos coaligados y, a la vez, enfrentados pero coincidentes en descartar que los hechos sucedidos pudieran generar consecuencias políticas.
¿Habrá quién salga en su defensa o perecerá estigmatizado esta vez por la perfidia podemita, como lo ha sido Rafael del Pino por los sanchistas?
Las desavenencias afloradas en torno a la ley del solo sí es sí y a otras en tramitación, como la ley de vivienda y la de reforma de la ley mordaza, han llevado a Belarra a emular el ¡a por ellos, oé! de los hinchas futbolísticos y a culpabilizar a Joan Clos, ex alcalde socialista de Barcelona y ex ministro socialista de ZP, que preside la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (Asval). ¿Habrá quién salga en su defensa o perecerá estigmatizado esta vez por la perfidia podemita, como lo ha sido Rafael del Pino por los sanchistas? Veremos.
Caballeria
Son todo mentiras, esta gentuza, si pueden, después de las elecciones si dan los números, se volverán a unir, ¿dimitir?, ¿romer el gobierno? ome, no me jodas, cuando estas chiquilicuatras pensaron en alcanzar el poder y los sueldos que tienen, algunos de los que ocupan altos puestos en sus ministerios, estaban, antes de las elecciones, vendiendo pañuelos en los semáforos, o reponiendo artículos en un super, ¿de verdad alguien piensa que esta morralla se marchara un dia antes?....¿y a donde irían?..al semáforo otra vez, de reponedora ja,ja,ja,....
S.Johnson
La ministra de Derechos Nacional-Socialistas y Agenda 1933, la pequeña Belarrús, ha dicho la verdad, traducida convenientemente por Vd: 'proseguir en el Gobierno hasta la última nómina' y después... 'lo que surja', o sea, repetir. ¿Dónde van a estar mejor, mejor atendidas y, sobre todo, mejor pagadas? El resto puro teatro para hacerse valer.
Mazarino
Aguilar date un vuelo largo y desaparece que eres un sociata pelmazo
Pontevedresa
Llamar gobierno de progreso al que padecemos ahora el gobierno Frankestein, el difunto Rubalcaba dixit, es como una broma pesada, aquí han progresado ellos, y la prueba del algodón es que se matan pero no se quieren separar ¿dónde van a encontrar una bicoca como la que tienen?. Espero que el PP no quiera absolutamente nada con ese político faltón y embustero que no dice ni una verdad, y que gobierna con la hez política de España.
vallecas
Ante el previsible batacazo de Pedro Sánchez en las elecciones del 28-M, la respuesta será culpabilizar de todo a Podemos y los echará. Romperá la coalición y pactará con PP-VOX la fecha de las generales. ¿Por qué no? Además "su persona" saldrá reforzada.
k. k.
Bueno, si es con sangre, pues adelante. Hasta aquí hemos llegado. Nos los quitamos por las buenas o por las malas.
Eugenio
No sé si antes de leer la respuesta de k. k., le hubiera contestado exactamente lo mismo.. Pero basta ya de templar gaitas. Todos somos corresponsables del panorama que te tenemos... El edificio que hemos construido hace aguas. El poder judicial actual es el resultado de la inacción de Psoe y Pp cuando, habiendo visto y padecido la primera reforma del sistema de elección de miembros del TC que hizo el, ahora, moderado Felipe González tragamos sus consecuencias que se veían venir... El sistema electoral que tenemos es claramente defectuoso por cuanto las CCAA están suficientemente representadas en el Senado pero en el Congreso de la Nación no tienen sentido las circunscripciones autonómicas, deben ser las provincias y con un quántum mínimo para obtener escaño. El ejercicio del voto no debe ser un derecho sino una obligación con la consiguiente sanción que se determine. Vote usted en blanco o nulo, pero tiene que ir a votar. Aznar y Mariano, han tenido mayorías absolutas para reconducir las barbaridades que nos han traído hasta aquí, pero no lo han hecho porque han ido de "demócratas fetén" y no han querido imponer. Ahora nos toca tragar toda esta sinrazón y aguantar los pactos con los separatas... Me importaría una higa si no fuera por los remordimientos que me causa el pais que les dejamos a hijos y nietos, sobre todo estos últimos. La labor que quedaría por hacer es ingente. Por mi, coincido con k.k., ¡que se vayan! Si se quieren ir, que se haga el referéndum a nivel nacional, como debe ser. Ya verá como salen ¡escopetáos!
Talleyrand
vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos. Ésta constituye su abono natural.»
k. k.
La libertad ya se ha regado mucho por nuestra parte. Está sobradísima de agua. El agua no sirve para nada en estos casos. La única solución pasa por el referéndum y la autoderminación de las regiones que no quieren ser españoles: el País Vasco y Cataluña. Son un cáncer que se extiende peligrosamente. Estamos gobernados por ellos, por Otegi y Puigdemont. Nos los tenemos que quitar de encima. Y nos están robando. Cataluña roba. Se lleva el dinero de todos. La representación de la derecha en estos dominios es cero. Una España sin Cataluña ni País Vasco sería una España libre, liberal, donde la izquierda no podría gobernar nunca. Nos tenemos que tragar todos a Sánchez por culpa de los vascos y los catalanes. Ya está bien. Menos palabras, menos patriotismo y más hechos prácticos. Fuera Cataluña y País Vasco. Es lo que nos sobra y los que no está hundiendo. Prefiero una España pequeña con gente honrada y orgullosa de ser lo española. Esta gente aquí no pinta nada.