Opinión

Dicen las malas lenguas que José Luis Ábalos ha resucitado

Publicó el otro día El Norte de Castilla una fotografía en la que aparecían varios señores junto a una carretera, "echando la mañana" al sol de noviembre y cumpliendo una promesa electoral o consumando una venganza, según se quiera ver. En l

Publicó el otro día El Norte de Castilla una fotografía en la que aparecían varios señores junto a una carretera, "echando la mañana" al sol de noviembre y cumpliendo una promesa electoral o consumando una venganza, según se quiera ver. En la cuadrilla había un hombre con la cabeza monda, que es el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero (PP), y a su lado estaban algunos de sus concejales. Habían acudido al inicio de la demolición de uno de los carriles-bici de la ciudad, dentro de una estrategia que pasa por eliminar algunas de las infraestructuras viales que construyó el antiguo regidor y nuevo ministro, que generaban un efecto en la circulación por el que algunos detractores le pusieron el mote de Óscar Atasca-Puentes.

Los populares parecen decididos a ejecutar su plan. Han comenzado por esos carriles y a saber si seguirán por el contador de bicicletas que instaló en el centro de la ciudad para demostrar el éxito de estas vías urbanas. Como a Puente le acusaron de haber puesto todo patas arriba para potenciar un medio de transporte que no se usa mucho por aquellos lares, el Ayuntamiento compró un panel para mostrar la cantidad de bicis que pasaban cada día por ese punto. Es cierto que el número de ciclistas aumentó en ese tiempo. También lo hizo el enfado de quienes se quedaban atascados durante varios minutos al pasar por las avenidas.

Cuando criticaban a Puente en las redes sociales, los bloqueaba. Digamos que este político no tiene una excesiva tolerancia a las críticas. Fueron muchas veces las que se ofendió con personajes anónimos de esta red social y otras tantas las que reaccionó a la defensiva, a lo futbolista con mal perder.

El tren que se fue

No es Puente un novato en movilidad porque fue una de sus principales apuestas desde la Alcaldía. De hecho, contrató para la empresa municipal de autobuses al gurú de Madrid Central, extraído directamente del Ayuntamiento de Manuela Carmena. Este tipo de especialistas en ciudades del futuro poseen un rasgo en común, y es el de su carácter mesiánico. El propio Puente llegó a afirmar que hay proyectos -como los de este tipo- que se critican con vehemencia en el presente, pero se celebran y disfrutan en el futuro. ¿Fue su gurú vitoreado por sus iniciativas? Volvió a Madrid hace unos meses, se presentó a las elecciones junto a Rita Maestre... y las perdió.

A Puente también le fue mal en mayo. Principalmente, porque su socio de gobierno -a la izquierda del PSOE- se desinfló, pero también porque su gran enemigo en el PSOE, Cecilio Vadillo, montó un partido oportunista para capitalizar el malestar que existe entre una parte de los ciudadanos porque las vías del tren no están soterradas. La plataforma consiguió unos cuantos cientos de votos que podrían haber servido a Puente para revalidar la Alcaldía. La política de transporte mató al nuevo ministro del ramo. Por la boca murió el pez. Lo más curioso es que ahora el PP -que había prometido a sus votantes que iba a realizar esa obra faraónica- intentará echar el muerto a Puente si ese proyecto no cristaliza, en otro ejercicio de irresponsabilidad de los que son tan habituales entre nuestros dirigentes.

Buenos días, señor Ábalos

Habrá quien piense al verle entrar por la puerta del ministerio que José Luis Ábalos ha vuelto por allí. Que nos hemos movido de Guatemala a Guatemala. O a Guatemejor. O a Guatepeor quizás. El caso es que Puente se presentó ante la sociedad de la villa y Corte durante la investidura fallida de Núñez Feijóo, con un discurso altisonante y bronco; y ahora hay quien puede llegar a pensar que si entonces había un bruto en el edificio, ahora ha llegado otro igual. Nunca alguien lamentó tanto lo perdido en mayo y puede celebrar un premio tan grande en noviembre.

Puente se presentó ante la sociedad de la villa y Corte durante la investidura fallida de Núñez Feijóo, con un discurso altisonante y bronco; y ahora hay quien puede llegar a pensar que si entonces había un bruto en el edificio, ahora ha llegado otro igual.

A partir de ahora, podrá viajar a Madrid en al AVE con Ana Redondo, quien heredará la cartera de Igualdad y se convertirá en la líder absoluta del feminismo patrio. Por el camino, a lo mejor comentan algún día, con nostalgia almibarada, aquellos tiempos en los que ella era concejala de Cultura y él, alcalde. Entre ambos decidieron contratar a “artistas internacionales” para que actuaran durante las fiestas patronales, en la Plaza Mayor de la ciudad. La entrada era libre. Allí nadie y todos pagaban por estar.

Cuentan quienes conocen bien a Óscar Puente que uno de los días más felices de su alcaldía fue cuando consiguió contratar a Jason Derulo. Fue como cumplir un sueño para el político socialista. Fotografió varias veces el recinto, abarrotado, y tuiteó algunas imágenes del cantante, que movía la pelvis en el escenario con brío pendular mientras los más jóvenes bailaban y las señoras se preguntaban quién era ese mozo moreno que tanto dinero había cobrado para actuar 'gratis' en su ciudad.

El alcalde y la concejala se tomaron en serio esos conciertos porque -decían- otorgaba a las fiestas de la virgen una proyección internacional. Llegaron a preguntar incluso por el caché de Rosalía y les pidió 500.000 euros. Puente lo desveló en sus redes sociales, en lo que puede ser visto como un ejercicio de transparencia o de cinismo de megalómano herido. Habrá quien se pregunte por la conveniencia de gastar miles y miles de euros en conciertos que duran un rato. A lo mejor la respuesta que obtienen es la misma que si les diera por analizar la política cultural de Abel Caballero. La clave son los votos. Siempre.

De la sustituta de Irene Montero también puede decirse que es doctora en Derecho Constitucional y política de carrera, de las que tanto abundan en estos lares. Fue el propio Óscar López quien la ascendió dentro del organigrama del PSOE en Castilla y León; y quien seguramente mostró su fotografía cuando le pidieron candidatas para encabezar el departamento desde el cual aspiran a empoderar todo lo empoderable. La nueva líder feminista también fue profesora de Periodismo en la universidad vallisoletana, aunque destacó mucho más por sus ausencias (constantes y escandalosas) que por su método. Seguramente, de eso ni se acuerde.

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