Opinión

Hay que echar a Isabel Díaz Ayuso… como sea

Echar a Isabel Díaz Ayuso es el objetivo político tras la loable manifestación en defensa de una sanidad pública maltrecha en todo el país y que, según la nada sospechosa Amnistía Internacional, coloca a Madrid en los primeros puestos por incremento de gasto total, en Primaria y en personal de esta especialidad. Pero todo empezó el 4-M y en Moncloa saben que, sin Madrid, nada cambiará

La izquierda ha movilizado a decenas de miles de personas este domingo en una multitudinaria manifestación en defensa de la Sanidad pública y, por supuesto, con un objetivo político claro: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, responsable, aunque no la única, pues algo tendría que decir también el Ministerio de Carolina Darias, que regateó el presupuesto a las CCAA para mejorar la Atención Primaria como denunciaron hace menos de un mes los profesionales del sector.

Que la sanidad en Madrid arrastra problemas y que son muchos en las urgencias extrahospitalarias y la atención primaria, es palmario. Mientras hay ambulatorios que dan cita en apenas un día, en otros, la espera es de más de una semana. Que la manifestación tenía un interés nada oculto que no es otro que hacer el mayor daño político y de imagen a la 'bestia negra' de la izquierda en Madrid y del Gobierno de Pedro Sánchez, es también más que evidente.

Seguro que muchas de las decenas de miles de personas que se han manifestado este domingo lo harían pensando en la necesidad de mejorar la sanidad pública. Pero también son obvios los intereses políticos de la mayoría de los que la han promovido: desde alguno de los sindicatos más reacios a llegar a acuerdos y cuyos miembros se pasean por las televisiones amigas como 'espontáneos' trabajadores ocultando siempre su militancia a actores que hace años hacían 'la ceja' y esta semana animaban a manifestarse en defensa de una sanidad pública "vital" que ellos -desde Monedero a Toledo pasando por Tosar- cambian por la privada en cuanto tienen necesidad.

Isabel Díaz Ayuso y el informe de Amnistía Internacional

En España faltan médicos y en Madrid, donde desde hace años se arrastra un problema con la atención primaria y los ambulatorios, también. Los presupuestos de este año que todas, insisto, todas las CCAA han destinado a la Atención Primaria distan mucho del 25% que exige la OMS para tener unos "servicios sólidos que garanticen el derecho a la salud de la población". En el total de las regiones, la inversión en Primaria es de un 14,7%.

Un informe de mayo de una organización tan poco sospechosa de comulgar con las ideas de Isabel Díaz Ayuso como Amnistía Internacional denunciaba que ninguna Comunidad incrementaba lo necesario para que se llegara a ese 25% que pide la OMS. Y la media nacional de aumento en 2022 con respecto a 2021 en la Atención Primaria ha sido solo de un 8,47% "en el nivel asistencial más marginado económicamente del Sistema Nacional de Salud".

Sin embargo, Amnistía aseguraba en ese informa que -aunque claramente insuficiente- La Rioja y Cataluña aumentaban este año la inversión más de un 10%, y el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso aparecía en quinto lugar con un 8,83%. Por detrás, Cantabria, Extremadura, Canarias, Navarra y Galicia, que incluso desinvertía un 1,9%. Ni siquiera daban datos sobre su inversión en Atención Primaria Andalucía, Aragón, Castilla La-Mancha, Comunidad Valenciana, País Vasco y Principado de Asturias.

El informe de Amnistía Internacional dejaba claro en mayo que la situación que sufren los sanitarios y los pacientes es general, pero ni mucho menos Madrid aparecía a la cola en el magro aumento de inversiones.

En Moncloa saben que todo cambió en Madrid y nada será posible que cambie sin Madrid. E Isabel Díaz Ayuso está hoy al borde de la mayoría absoluta. Solo si cae Ayuso, caerá Feijóo. Y eso explica cómo se ha echado el resto desde la política y la propaganda

Pero el informe también hablaba de lo que dedica cada Comunidad en gasto para un personal "agotado y desbordado" dos años después de los aplausos y los homenajes desde los balcones en la pandemia. En seis regiones no hay datos del presupuesto de gasto en personal en Atención Primaria y con las que hay información se cifra en un 9,1 por ciento el incremento en esta partida con respecto a 2021. "Una cantidad marginal" en un sector que concentra "un alto grado de temporalidad".

Pero las cifras vuelven a hablar en ese informe: sólo cuatro incrementaban el gasto en personal de Atención Primaria en más de un 10% y el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso era, con un 12,46%, el segundo solo superado por Cataluña y por delante de Comunidad Valenciana (7,87%), Canarias (6,22), Extremadura (3,98), Baleares (3,22), País Vasco (2,13), Asturias (2,01), Aragón (1,81) y CLM (0,53%). En Navarra, Galicia, La Rioja, Cantabria y Murcia se ha gastado en personal de la Atención Primaria menos en 2022 que en 2021.

El informe de Amnistía denunciaba que ninguna CCAA cumplía con la exigencia de la OMS de reforzar la Atención Primaria. Pero Madrid era de las cuatro que más incrementaban tanto el gasto total como lo dedicado al gasto del personal. Incluso, cuando Amnistía habla de qué Comunidad incrementa más la inversión total en Sanidad -no solo en Primaria- destaca Cataluña (9,94%) en el primer lugar y el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid (8,36%) en el segundo. A la cola, Aragón (-4,92%) y Castilla-La Mancha (-1,24%) que, incluso, desinvierten en Sanidad. Curiosamente, las dos gobernadas por el PSOE.

¿Por qué, entonces, parece que la Sanidad es un absoluto desastre solo en Madrid y por culpa de Isabel Díaz Ayuso si, como acabamos de reflejar con datos de Amnistía Internacional, la situación es similar en toda España y Madrid aparece siempre entre los cinco primeros en aumento de gasto general, de gasto en Atención Primaria y de incremento de gasto en el personal de esta especialidad? Porque esta manifestación, más allá de la defensa de la Sanidad pública y de la Atención Primaria, tiene una evidente motivación política: Isabel Díaz Ayuso.

La izquierda, desde el PSOE a Unidas Podemos pasando por Más Madrid, es perfectamente consciente de que todo cambió el 4-M de 2021 cuando Isabel Díaz Ayuso logró casi la mayoría absoluta en Madrid en unas elecciones en las que se quitó de encima al Ciudadanos de Ignacio Aguado hasta hacerlo desaparecer; retiró a Pablo Iglesias, que desde entonces anda penando; hundió al PSOE a un tercer lugar inédito en la democracia y dejó como referente de la oposición a Mónica García, precisamente una doctora que ha focalizado hacer de la gestión de la pandemia y de la sanidad el punto débil de la presidenta.

Isabel Díaz Ayuso y la mayoría absoluta

Además, el 4-M -con su enfrentamiento permanente contra Pedro Sánchez y contra su forma de manejar España en pandemia en un PP en el que ella, y no Casado, era la oposición- Isabel Díaz Ayuso infligió al inquilino de Moncloa la primera gran derrota que cambió el plan que se había diseñado desde Ferraz. Tras Madrid, se mantuvo Castilla y León y se ganó Andalucía con mayoría absoluta. Todo sin solución de continuidad.

En Moncloa saben que todo cambió en Madrid y nada será posible que cambie sin Madrid. Y las encuestas amplían la ventaja hoy de Isabel Díaz Ayuso y le dejan al borde de la mayoría absoluta. Y los votantes, también lo saben, y así lo refleja la encuesta de Hamalgama Métrica en Vozpópuli: solo uno de cada cuatro votantes del PP cree que Ayuso quiere mover la silla a Feijóo. Pese al mantra que se repite desde Moncloa, desde Ferraz y desde las televisiones y medios amigos. Solo si cae primero Ayuso, caerá luego Feijóo. Y eso explica mucho de cómo se ha echado el resto desde la política y la propaganda en la manifestación de este domingo.

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