Opinión

El Grinch de la Semana Santa

De un tiempo a esta parte, me doy cuenta de que, en este país, cuando se habla de respetar y tolerar afecta a todo menos a lo que tiene que ver con la religión católica

Otro año más que tenemos que aguantar a los que se creen muy originales y rebeldes por estar toda la Semana Santa dando la murga. Como si hubieran inventado ellos eso de quejarse por todo. Porque mira que a mí me gusta quejarme, pero con razón a poder ser, de lo contrario se cae en el riesgo de parecer una amargada o una desagradecida malcriada.

Y, como no podía ser de otra manera, cuando llegan estos días festivos, llegan también los grinch de la Semana Santa. No son amargados, no. Por sus quejas, una enseguida se da cuenta de que son niñatos malcriados, además de muy incultos. 

Ahora parece que está de moda felicitar el Ramadán, pero en Semana Santa hay que manifestar que quieres ver arder las procesiones, con sus vírgenes y sus cristos. Porque claro, ¿por qué tienen que aguantar ellos que se invada el espacio público con imágenes religiosas, cánticos, aplausos y toda la parafernalia que acompaña a estos pasos y procesiones de Semana Santa?

Yo no soy católica ni creyente, pero soy cabal y quizá por eso me molesta esta persecución y acoso constantes que tienen que soportar los católicos

Pienso yo que tal vez por la misma razón que los heteros tenemos que "aguantar" que se invada el espacio público con carrozas llenas de homosexuales, transexuales y gente de género diverso, ahora que hay más géneros que clases de manzanas, mostrando sin rubor sus cuerpos desnudos, en lo que parece una competición de a ver quién es el más obsceno, en el día del orgullo gay. Que lo que era un día, ya dura más que una boda gitana.

Esa razón es el respeto y la tolerancia.

Pero, de un tiempo a esta parte, me doy cuenta de que, en este país, cuando se habla de respetar y tolerar afecta a todo menos a lo que tiene que ver con la religión católica. Y no debería importarme especialmente, ya que yo no soy católica ni creyente, pero soy cabal y quizá por eso me molesta esta persecución y acoso constantes que tienen que soportar los católicos.

Y, aunque no sientas ninguna empatía por la gente que profesa esta fe, siendo medianamente inteligente no puedes criticar con esa ferocidad algo que atrae al turista y que supone una fuente importante de ingresos para hoteles, restaurantes y tiendecillas varias. Una tradición que se remonta a la Edad Media y que ha sido retratada incluso en películas de Hollywood, aunque a veces no con demasiada fidelidad.

Lo más gracioso es que todos estos a los que tanto les molestan estos desfiles religiosos en los que los cristianos conmemoran la Pasión y Muerte de Cristo, luego van a México y alucinan tantísimo con el día de los muertos, que no dudan en comprar todo tipo de calaveras de colores para adornar su casa. Y es que claro, queda mucho más guay colgar en la pared de tu salón unas cuantas calaveras de colores llamativos que colgar al Cristo de Medinaceli, aunque todos sean igualmente figuras de una tradición religiosa.

Estas cosas pasan cuando uno lo que quiere es presumir de incultura e ignorancia, sin saberlo. De estos bobos presumidos están estos días las redes sociales llenas, incluso nos llegan ya de fuera del país. Ya ni siquiera tenemos la exclusividad de los tontos de la Semana Santa, gracias a Internet podemos disfrutar de los tontos sin fronteras.

Tenemos las redes plagadas de tontos, lo suficientemente vagos como para buscar en Google qué es un capirote y lo bastante necios como para hacernos saber a todos que no tienen ni idea de historia

La primera vez que leí a uno de estos quejarse de que en Semana Santa en España la gente se viste de Ku Kux Klan, pensé que era una broma, que nadie puede ser tan ignorante y encima presumir de ello públicamente, sin haberse informado un poquito antes de soltar tal barbaridad. Pero no, no es una broma. Tenemos Internet plagado de tontos, lo suficientemente vagos como para buscar en Google qué es un capirote y lo bastante necios como para hacernos saber a todos que no tienen ni idea de historia, ni tampoco ganas de tenerla.

Cómo debes tener la cabeza para pensar que, en conmemoración de la pasión de Cristo, hay gente que decide usar el atuendo de un grupo de odio supremacista blanco estadounidense, sin hacerte preguntas, sin buscar respuestas y total, para conseguir únicamente el aplauso de alguien que es más tonto que tú. No me cansaré de decir que añoro aquellos tiempos en los que solo había un tonto en cada pueblo y cada pueblo tragaba con su tonto. Gracias a Internet, los tontos tienen un altavoz y no solo nos tenemos que comer los tontos de otros pueblos, sino que encima se juntan y animan entre ellos, para hacerte creer que el tonto eres tú.

Con lo bonito y sencillo que sería dejar a la gente que disfrute de sus tradiciones y a los que simplemente tenemos unos días de vacaciones, dejarnos tranquilitos. Pues no puede ser, cada festividad debe tener su grinch particular, no vaya a ser que la gente sea feliz.

No sé si lo que les fastidia a estos amargados hipocritillas es ver las procesiones de Semana Santa en la televisión pública o que otros sean felices con cosas que ellos no entienden, pero, cuanto más se quejan ellos, más me gusta a mí la Semana Santa. Al ritmo que vamos, de aquí a unos años me veo emocionada escuchando las saetas. No descarto nada.

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