La izquierda vence en Madrid. Médica y Madre derrota a Ayuso. Tezanos hace realidad el sueño húmedo de Sánchez. La última quiniela del CIS sitúa al frente popular por encima de la derecha. Una predicción voluntarista si se atiende a los unánimes sondeos de los estudios independientes. Otra hipérbole disparatada a cargo de la fábrica de trolas que maneja el sociólogo oficial del sanchismo, empeñado en desbordar de mugre su macilenta biografía.
Las encuestas del CIS importan a todo el mundo una higa. Tienen tanta credibilidad como los datos de empleo que escupen desde el despacho de Yoly de Palma. Los escrutinios demoscópicos de Tezanos hay que analizarlos como el más fiel termómetro de la temperatura de La Moncloa. Aquel estudio de septiembre pretendía dinamitar el llamado 'efecto Feijóo'. Ahora se intenta movilizar a las ovejas del progreso, desconcertadas y algo atónitas ante el rosario de iniciativas legales que ha culminado el Gobierno en la quincena más negra de nuestra democracia. Torturar el Código Penal para favorecer a los sediciosos y a los corruptos del procés es un trágala superlativo, que se le hace bola a ese voto flotante que, en su día, se acercó al PSOE por huir de la espantable derecha y ahora abomina de un socialismo a las órdenes del gordinflas Junqueras y con aromas de Cristina Kirchner.
El centro no existe, le restriegan a Alberto Núñez Feijóo cuando exhibe su verbo de medias tintas, despejado de insultos, liberado de agravios, expoliado de afrentas, tibio y suave como el soniquete de los niños de San Ildefonso. "Te quiero". El centro es un unicornio, le insisten. Es posible, pero hubo unas elecciones en las que el logo naranja sumó más de cuatro millones de votos y 57 escaños. No hace de ello siquiera tres años. El líder del PP modera su verbo y lanza la caña al estanque donde flotan los restos del naufragio de Cs. Y más allá. Unas 800.000 papeletas socialistas pueden mudar de rumbo. Hacia la abstención o el PP, según aventuran algunos expertos.
Falló en las andaluzas, en CyL, en Madrid, en las propias generales de 2019, en las que le prometió enorme victoria a Sánchez y tuvo que abrazarse a Iglesias, su peor pesadilla
La cita del supermayo será decisiva para el futuro de Sánchez. Y ahí aparecen los juegos malabares de José Félix Tezanos, que no ha dado ni una en las últimas citas electorales y que pretende hacer creer que las intragables cesiones de Moncloa a los dinamiteros de la Constitución no pasan le factura al bonapartín de Cuatrocaminos. Falló en las andaluzas, en CyL, en Madrid, en las propias generales de 2019, en las que le prometió enorme victoria a Sánchez y tuvo que abrazarse a Iglesias, su peor pesadilla, para sumar una mayoría de Gobierno.
Anuncia ahora la tezanoscopia una derrota de Isabel Díaz Ayuso el 28-M. "Todas sus previsiones son como nubes, pura ficción", se le podría aplicar la definición de Heisemberg sobre los relojes en sus disgresiones acerca del tiempo. "No miente, simplemente se abona al relativismo", argumentan sin rubor los dirigentes de Ferraz. Esa postura es "intelectualmente irresponsable, conduce a la anarquía, al totalitarismo, a la ausencia de legalidad, al imperio de la fuerza", se diría con Popper.
Los augurios de Tezanos entierran al extremeño Fernández Vara, a Ximo Puig, al cacique de las anchoas y salvan, curiosamente, a García Page, el caudillo más falsario en la amplia nómina de la izquierda farsante y a ese tal Lobato que, acolchado por los escaños de Médica y Madre, lograría encaramarse en el despacho principal de la Puerta del Sol. Una patraña tan disparatada fue objeto de incontables chanzas en la copichuela navideña de la Moncloa en la que hornadas de escrupulosos periodistas se afanaban, a codazos, en hacerse selfies con el 'tirano' del lugar, en dramática expresión made in Ayuso.
Incluso pregunta a la plebe (más de 5.000 interrogados, un dinero) sobre si la elección de Sánchez como presidente de la Internacional Socialista beneficia a España. ¿Que si beneficia a España? ¿A quién narices le importa?
Acaba de arrancar la campaña para acabar con el mito del Madrid inexpugnable, de la lideresa imbatible, de la comunidad infranqueable. La maquinaria de la tezanoscopia se ha puesto a ello, con esa solvencia de vertedero tan suya. Su comentada encuesta no solo predice el derribo electoral de la presidenta madrileña, mediante un juego de horquillas hipertrofiadas, sino que incluso pregunta a la plebe sobre si la elección de Sánchez como presidente de la Internacional Socialista beneficia a España. ¿Que si beneficia a España? ¿A quién narices le importa? El 42 por ciento responde negativamente. El 70 asegura que solo le beneficia al pinturero personajín.
Todo eso, con dinero público. Hubo intentos de denunciar a Tezanos por prevaricación y malversación. Este último delito ya apenas existe, pues acaba de ser laminado para dar satisfacción al líder de ERC, verdadero conducator de los designios de la Nación (española, que ya hay que precisar). En cualquier caso, por más que cocine Tezanos sus datos, por más tensión que le meta al horno, nadie imagina una derrota de Ayuso en su feudo. Ni una victoria socialista en seis de las ocho comunidades en disputa, como anuncian sus coplas en forma de sondeos. El sueño húmedo del prepotente cesarín va a quedar interruptus. "He reído mucho viendo que la astucia puede fracasar". Ovidio citado por Montaigne.
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