Opinión

Encuestas demediadas

Dicen que es en la media de las encuestas conocidas donde se encuentra la verdad, pero eso era antes. Hoy, lo único seguro es que muchos españoles decidiremos a quién votar en la fila de la mesa electoral

Ni los del tiempo saben cuándo volverá a llover, ni los demás quién será el próximo presidente del Gobierno. No hay datos que respondan a ninguno de estos dos enigmas, que hacen del mes de abril un mar de dudas. Si el invierno ha sido seco, anticipando la primavera, el dato electoral más a mano no indica nada parecido, ni mucho menos así de rotundo. Desde que se fragmentó el Parlamento y cayó –no para siempre– el bipartidismo, lo más socorrido para dar un pronóstico sobre lo que puede suceder el último domingo de abril es citar la media de las encuestas publicadas. Sin duda es un paraguas amplio bajo el que cobijarse. En la media –no salen horquillas de escaños sino peinetas dado su grosor– se encuentra la virtud del analista de guardia. Ni siquiera el consuelo de las tendencias sirve para ir tirando. Tampoco el resultado en Andalucía es ya referencia porque los abstencionistas de diciembre no volverán a serlo.

Tal vez lo único cierto es que los españoles hemos decidido tomar la decisión del voto en la fila de la mesa electoral. Debe ser que, como en otros países avanzados como el nuestro, las redes sociales han hecho mella en la mano del usuario y, durante segundos, votante. En esto sí que tienen claro los sociólogos, politólogos y demás gurús que ha habido un cambio de hábito. A la urna se acude también como se le da al botón del “me gusta”. Más de un experto explica que hasta influye el tuit del último minuto. Ahora sí que los programas electorales dan igual. Importa lo que el candidato ponga en su cuenta personal y cómo fije posición a toda velocidad.

Si Rivera quisiera, Cs llegaría a los 40 senadores yendo en coalición con el PP, que obtendría 85. Y ambos controlarían el botón del 155

Trump es presidente de Estados Unidos con el 98 por ciento de la opinión publicada de los medios periodísticos convencionales en contra. Podemos tomó ese terreno hace cinco años. Vox ha instalado su cuartel general, con casi todo el Estado Mayor en la reserva a su disposición, con el mismo método. Como ha explicado Íñigo Errejón, el secreto de Podemos fue mostrarse ante los votantes como un enigma, sin declaraciones en los medios periodísticos y colocando cada día algo diferente. El manual de acción virtual de Vox es idéntico. Cada día algo que sobresalga. Y así hasta el mismo día 28 de abril.

La media de las encuestas anuncia que en las dos Cámaras no habrá mayoría de un solo partido. Hasta ahora el Senado no ha visto una legislatura sin el control de la mayoría por solo partido. Y eso que si Rivera quisiera tendría 40 senadores para Ciudadanos yendo en coalición con el PP, que obtendría 85. Ambos controlarían el botón del 155. Por lo menos es lo que dice la media de las proyecciones, ya que en el Senado es más fácil acertar al ser un sistema mayoritario y no proporcional como en el Congreso. Cuando lleguen las próximas encuestas habrá que hacer cuentas, por supuesto siempre después del jefe del gabinete del Presidente, Iván Redondo, que en esto de hacer pronóstico está por encima de la media.

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