Opinión

¿Está barata la bolsa?

Las recientes y prolongadas caídas de las principales bolsas para Estados Unidos podrían terminar suponiendo una pérdida patrimonial equivalente a casi todo su PIB

Las recientes y prolongadas caídas de las principales bolsas, que en algunos casos han sido superiores al 20% y que, para Estados Unidos, junto con otras pérdidas, podrían terminar suponiendo una pérdida patrimonial equivalente a casi todo su PIB, unos veinte billones (millones de millones) de dólares, podría hacernos pensar que lo peor ha pasado. ¿Pero, es eso cierto, ha terminado el ajuste y está barata la bolsa?

Para intentar responder a esas interrogantes lo que haremos será ver los beneficios del principal índice bursátil del mundo, el S&P 500, la mitad de los cuales son del exterior, y que es, sin duda, el mejor de todos, pasando luego a valorarlo y, hecho eso, consideraremos otros aspectos, como la posibilidad de una recesión en una economía dominada por la geopolítica y los errores presentes y pasados en política fiscal y monetaria.

Fuerte caída de márgenes

Ahora que ya tenemos publicados el 97,2% de los resultados empresariales del primer trimestre de este año podemos valorar con certeza qué le ha pasado a esta variable, un trimestre en que, como vimos, la economía estadounidense creció un 3,6% respecto al mismo trimestre del año anterior y que, sumada la inflación, coloca el crecimiento del PIB nominal en torno al 11%. Pues bien, en esas condiciones los márgenes operativos sobre ventas cayeron un 8,07% respecto a los del mismo trimestre del año anterior, pasando del 13,02% al 11,07%; esto ocurrió además en un período en que aún no habían entrado en efecto las medidas de contracción monetaria y subida de tipos, aunque sí los de 5 semanas de guerra en Ucrania, algo que también irá a peor.

Esta caída de márgenes empresariales ya la advertimos hace muchos meses pues es lo que suele ocurrir cuando hay una espiral inflacionaria, así que no hagan caso a quienes les venden que la inflación no afecta a las empresas, las afecta mucho y para mal, como a todos. Pero lo peor no queda ahí, sino que cuando se estudia el margen operativo por sectores (enlaces a descripciones con más detalle y a las ponderaciones) respecto al mismo trimestre del año anterior, se observa que han caído un 45,76% en "Consumo Discrecional" (está casi a nivel pandemia), un 26,72% en el sector financiero, un 16,73% en "Servicios de Comunicación" y un 11,42% en "Utilities", por solo citar los principales; suben "Energía", un 171,96%, "Materiales" un 23,26%, un 17,65% "Real Estate" y un 15,% en "Industrial".

Se muestra así el cuadro típico de una espiral inflacionaria por materias primas industriales, producto de la guerra pero también de la políticas "verdes para ponerse morados" y de "la ruina de la banca progresista" que castiga la oferta de las mismas.

Caros beneficios

Por supuesto no es lo mismo le margen operativo sobre ventas (un porcentaje) que el margen total (ingresos en dólares corrientes), o eso tan querido por los inversionistas que son los beneficios por acción (siguiente gráfica), algo sobre lo que los gestores empresariales actúan recomprando acciones para que toque más a repartir por cada una de ellas. Lo cierto es que, aunque han caído respecto a los tres trimestres anteriores, han terminado subiendo un pírrico 0,4% respecto al primer trimestre de 2021. 

Lo cual nos lleva a la valoración del índice, que haremos como siempre fijándonos en el ratio "precio entre beneficios", o PER (línea negra siguiente gráfica, PER del S&P500), tema de interés ya que los precios han caído mucho. Hay que recordar que este valor daría los años que tardaría en pagarse la acción con esos beneficios y, en ese sentido, un valor alto indicaría que se compra futuro largo.

Este ratio, que en el primer trimestre estuvo en torno a 22 pero que si repitiera beneficios, algo difícil, en este segundo trimestre estaría cercano a 21, que es más o menos, la media desde el año 2000 y por encima de la media histórica, que está cercana a 16, y, en ese sentido, el S&P500 estaría caro; sin embargo, cuando se la compara con el comienzo de la anterior fase inflacionaria (línea verde anterior grafica) no lo estaría tanto. De modo que si solo vemos un fotograma no estaría cara, tema muy distinto es lo que queda de la película.

Comprar futuro

Siempre que se está invertido se está comprando futuro y el índice representativo de esto (y de otras cosas), de comprar futuro, es el NASDAQ, uno de los más castigados en la reciente corrección valorativa tras un "subidón" de burbuja desde 2017; pensemos que en términos reales, desde el máximo (promedio anual) anterior, en dos ocasiones (flechas rojas, siguiente gráfica; anterior espiral inflacionaria y burbuja punto-com), ha tardado más de 15 años en recuperar aquél valor real. En esta ocasión la caída desde máximos nominales ha superado el 27%, aunque ahora experimenta cierta recuperación y ronda el 24%. ¿Seguirán las caídas y tardará otros 15 años en recuperar su valor real? ¿Se está dispuesto a correr ese riesgo si se va a los 7.000 de 2018 (hoy está cerca de 12.200), o es mejor comprar tranquilidad

En cuanto al S&P500, la corrección a día de hoy desde el máximo anterior es de casi el 14% tras recuperarse de una pérdida del 18%. Hoy está cerca de los 4.150 puntos, tras un suelo temporal (que avisamos); intenta recuperarse y, en caso de conseguirlo, encontrará una dura resistencia en la media de 200 sesiones (línea verde, siguiente gráfica), una cota que hoy está cerca de los 4.470. Hay pues cierto margen para decidir si nos vamos o nos quedamos, pues el próximo soporte fuerte está por los 3.400.

Recesión a las puertas

Con la economía americana creciendo al 3,6% en términos anuales (respecto al mismo trimestre del año anterior), un ciclo joven y en un año electoral, no tendría por qué haber una recesión a muy corto plazo, pero eso no es lo único a considerar, obviamente. Ya vimos lo que la inflación está haciendo a los márgenes, algo que advertimos hace casi un año cuando nos quejamos de la tardanza en subir tipos, de modo que, claramente, los resultados, sin contar el ajuste monetario, los políticos sociópatas, la guerra larga y el problema de deuda pública, ya están en contra a las bolsas.  

Pero no es solo los beneficios o el entorno lo que tiene en contra, sino el futuro que se compra al estar en bolsa, pues si escuchamos a quienes influyen en las expectativas y partimos de los políticos, como Calamity Yellen, que ahora dice que la inflación no es transitoria, siguiendo con los "técnicos", como nuestro recientemente criticado Banco Mundial o el ex gobernador del banco de Inglaterra, el melifluo Mervin King, que dice que "entramos en un período muy desagradable" ("very unpleasant"), o a uno de sus ex supervisados, el banquero Jamie Dimon, CEO de J.P. Morgan, que dice que viene un huracán y que hay que ser muy conservador en el balance, hasta un industrial como Elon Musk que directamente va a reducir la plantilla un 10%, de momento, sus expectativas y las que crean, están empeorando las de los inversores que ya son malas.    

Siempre recomiendo formar la cartera a partir de un suelo secular (el último, a 2.400, lo avisamos) y dividirla en porciones cuya parte más especulativa suele liquidarse con la corrección estacional a principios de año, pero en este, al continuar las caídas debería ir ya por el 30% del total y, tras lo dicho anteriormente, lo suyo sería aprovechar el actual suelo temporal para salirse ordenadamente según las peculiaridades de cada índice de referencia, comprar tranquilidad y esperar para volver cuando haga un nuevo suelo secular; todo dicho, como siempre, con la debida reserva legal

Así lo veo hoy, en todo caso les deseo que tengan Ustedes mucha suerte con sus inversiones y un feliz verano, que podrían venir dos años muy malos.

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