El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, y el presidente de Francia, Enmanuel Macron, han iniciado una concertación europea para impedir que el presidente americano Donald Trump excluya a la Unión Europea (y al Reino Unido, que lidera Keir Starmer) de un pacto de Washington con Moscu, para imponer a Volodimir Zelenski su rendición ante Vladimir Putin renunciando con ello a la integridad y la independencia de Ucrania.
Un país asolado por la guerra de su independencia al que las naciones europeas y los Estados Unidos apoyaron contra la criminal invasión rusa, a la que, ahora, se han sumado tropas del régimen norcoreano de Kin Jon-un. Como bien lo advierten Macron y Tusk, no solo está en juego Ucrania sino la también democracia y el proyecto de la UE, ante los ímpetus renovados, en los comicios presidenciales americanos, de Trump con su pretendido y ‘providencial’ regreso -dice que Dios le salvó en su reciente atentado para salvar a los Estados Unidos- y su nuevo imperialismo.
Y todo al margen de los valores que impregnan las democracias liberales de Occidente, empezando por la de EE.UU., que Trump quiso derribar con su asalto al Capitolio. Y que ahora pretende acaparar (como Pedro Sánchez en España) gracias a su espectacular victoria presidencial y dominio absoluto del Congreso (Senado y Representantes), esencialmente, por la culpa de un Joe Biden que no quiso retirarse cuando debió.
Pero todo apunta a que tanto Zelenski como la UE (y una buena parte de la OTAN) no cederán ante una ‘pax trumpiana’ pactada entre Washington y Moscú. Lo que supondría ‘de facto’ la rendición del emperador americano ante el zar ruso, por parte del mismo Trump que denunció como cobarde y vergonzosa la salida y estampida de las tropas americanas de Afganistán.
Un Musk al que muchos analistas sitúan como el manipulador de Trump y que puede acabar políticamente muy mal. Y que, de momento, ya ha abierto una crisis en la Italia de su amiga Meloni
Un riesgo el de la posible entente de Trump y Putin del que existen señales alarmantes en los nombramientos hechos por Trump para su gobierno. Y de especial manera, el del Secretario de Defensa Pete Hegseth, un presentador radical de Fox News sin experiencia política ni conocimientos estratégicos.
O la de su amigo y millonario Elon Musk, nombrado Secretario de Eficiencia Gubernamental, que dice que acabará con la burocracia del Estado. Un Musk al que muchos analistas sitúan como el manipulador de Trump y que puede acabar políticamente muy mal. Y que, de momento, ya ha abierto una crisis en la Italia de su amiga Meloni, denunciando a los jueces que se oponen a las deportaciones de inmigrantes a cárceles de Albania. Lo que ha provocado la protesta contra Musk del presidente italiano Sergio Mattarella. Mientras en la UE diarios como The Guardian de Londres han iniciado su abandono de la Red ‘X’ (antiguo Twitter) de Musk porque la consideran contaminada.
Sánchez querrá sumarse a las iniciativas europeas que previenen la tentación exclusiva y autoritaria de Trump para agitar, Sánchez, en sus discursos los fantasmas de la extrema derecha española
Aunque en los principales gobiernos e instituciones europeos se conocen la invasión y ataque permanente de Pedro Sánchez a la debilitada democracia española para poder seguir en el poder, el régimen autocrático sanchista se deteriora y de momento ya quedó en la peor evidencia al aplazar el Parlamento Europeo el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea por sus ‘ausencias’ en la catástrofe de la Dana valenciana y claras responsabilidades políticas.
Lo que ha denunciado el PP de Alberto Núñez Feijóo con una maniobra política en el Europarlamento similar a la que impulsó Pedro Sánchez desde el PSOE en 2014 en contra del ex comisario del PP, Miguel Arias Cañete, y que reprochó en la euro cámara la socialista Iratxe García que ahora se lamenta del ataque del PP contra Teresa Ribera.
Desde su Gobierno, no democrático, marcado por la corrupción y amparado por dirigentes delincuentes del nacionalismo y de la extrema izquierda anti española y anti europea, Sánchez querrá sumarse a las iniciativas europeas que previenen la tentación exclusiva y autoritaria de Trump para agitar, Sánchez, en sus discursos los fantasmas de la extrema derecha española.
Pero ya es hora de que la UE avance en desenmascarar el régimen autocrático y prácticamente agotado de Sánchez como ya ha empezado a ocurrir en el PE. Porque difícilmente podrá la UE defender la democracia frente al riesgo de pacto sobre Ucrania de Trump y Putin si en el interior de la UE habitan regímenes autocráticos como el que estamos sufriendo en España bajo el mando de un Sánchez que huyó de su responsabilidad nacional frente a la Dana criminal de Valencia y luego salió corriendo de Paiporta dejando en la estacada a los Reyes Felipe VI y Letizia.
Un escapismo que Sánchez practica, como Ribera, en el Congreso de los Diputados para no dar la cara frente al drama nacional de los 220 muertos en Valencia, con viajes internacionales impostados. A los que incorporó a su esposa Begoña Gómez que también huye de la Justicia. La misma Justicia que ya tiene en sus manos al imputado José Luis Ábalos quien, tarde o temprano, acabará por cantar camino de la cárcel y a nada que el Tribunal Supremo, el último bastión democrático, avance en su investigación.
En todo caso, lo que no puede ocurrir es que la democracia y la libertad se sacrifiquen con la excusa de que hay que ganar la batalla ideológica al grito de ‘vale todo’ porque si no llegaran ‘los malos’ y empeorará la situación, que es lo que pregonan Trump y Musk haciendo guiños a Putin y a Jing Ping en favor de sus intereses y por lo que pudiera pasar y está por venir.
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