Definitivamente, solo se puede comprender el sanchismo en clave cómica. La entrevista de Jordi Évole a Pedro Sánchez, en vez del lifting electoral que pretendía ser, se convirtió en una tira humorística. En la faena, “el follonero” de La Sexta empleó la misma complacencia sumisa que la que exhibió en un encuentro anterior con Maduro, acusado de terribles torturas por la ONU y la Corte Penal Internacional. Este domingo, entrevistador y entrevistado rompieron la barrera del ridículo en una hora de parloteo inconsistente. “De todos sus cambios de opinión (sic), ¿cuál es el que más le ha dolido?”, llegó a decirle Évole.
El periodista argentino Jorge Lanata suele recordar que es periodista el que hace preguntas de periodista y que el que practica la genuflexión ante el poder es un simple activista. En la entrevista, Sánchez se queja de que le acusen de nepotismo, pero el entrevistador no pide una explicación por las circunstancias en las que la esposa del presidente logró una cátedra en la Universidad sin contar con la capacitación universitaria correspondiente. En vez de reforzar el victimismo de Sánchez –“a usted le han insultado”-, esa pregunta hubiera sido un ejercicio elemental de profesionalidad periodística. Pero, el desarrollo de la charla evidenció que el objetivo de ambos era intentar reparar la imagen del candidato socialista.
Fue insuperable la interview que por streaming le realizó el propio Sánchez a su ministro Escrivá. Para partirse de risa, la verdad
Aún no se ha iniciado la campaña oficial del 23-J y la ofensiva a la desesperada del sanchismo ya da para una temporada completa del Club de la Comedia. En ese registro, fue insuperable la interview que por streaming le realizó el propio Sánchez a su ministro Escrivá. Para partirse de risa, la verdad. El contenido se resumió en un gráfico con una trampa contable burda, según el cual, se lograría acumular una impresionante hucha de las pensiones de aquí a 2043. Eso, a la vez que, mes a mes, el déficit de la Seguridad Social está creciendo sin control, como advierten la AIReF, Banco de España, Fedea, BBVA.
Para entender el sanchismo, conviene advertir que lo menos decisivo son las mentiras -aceptadas con normalidad-, lo que más importa son los motivos. Cuando (1) Sánchez dice que no pactará, es para lograr votos; cuando (2) pacta, busca mantenerse en el poder; y cuando (3) niega haber pactado, intenta recuperar electores. En esa tarea, Nadia Calviño, a la que se le ha detectado una vis cómica sorprendente, lo borda. La vicepresidenta no miente a la ligera, lo hace para lograr que prenda la idea de una gestión económica brillante del gobierno de Sánchez. “Me felicitan en Europa”, repite en cada ocasión. ¿Brillante? En el circuito en el que compiten los 27 países de la UE por superar PIB pre-covid, España va rezagada en última posición. El chiste de Nadia es que, por ser la más rápida en la última vuelta (trimestre), se pavonea como si hubiera cruzado la meta volante en cabeza, y no a la cola del grupo.
Évole se muestra comprensivo con las dificultades del líder: “¿Usted ha llorado?” y, también, “¿sabe que yo le veo como un llanero solitario?”
No sabemos cuántos países nos tienen que adelantar en PIB per cápita, además de los cuatro que ya lo han hecho durante los cinco años sanchistas, para que a Calviño se le quite la sonrisa bobalicona de la cara. ¿Polonia, Portugal, entre varios países que se acercan a nuestra renta por habitante, serán los próximos? Ella y Sánchez prefieren ignorar que las familias españolas baten records europeos en caída de ingresos para cubrir las necesidades básicas. En la entrevista, Évole se muestra comprensivo con las dificultades del líder: “¿Usted ha llorado?” y, también, “¿sabe que yo le veo como un llanero solitario?”.
En medio de la cantinela “que viene Vox”, repetida por ambos como consigna, hablaron, cómo no, de políticas socialdemócratas. “El Gobierno más progresista de la Historia”, llegó a exclamar Évole ante un Sánchez entusiasmado. ¿Socialdemócrata, este PSOE? ¡Ni por el forro! Si se le aplican los marcadores del historiador y laborista Tony Judt (Algo va mal, 2010), no supera ni uno. ¿Alguien podría imaginar que los socialdemócratas daneses o alemanes se incorporaran al Grupo de Puebla, creado por Lula y Fidel Castro, como han hecho el PSOE con Zapatero y el PCE con Yolanda Díaz? El Partido Socialista ya no es socialdemócrata. Otra cosa es lo que estos dos entiendan por izquierda.
Una actriz (Rapa) declaraba, como una verdad revelada, que los famosos como ella –“la gente de la cultura”, dijo- no debían asistir al Hormiguero porque su conductor, Pablo Motos, “blanquea el fascismo”
Fue Lenin el que creó el concepto político de las correas de transmisión. ¿Qué es eso? Hace unos días, una actriz (Rapa) declaraba, como una verdad revelada, que los famosos como ella –“la gente de la cultura”, dijo- no debían asistir al Hormiguero porque su conductor, Pablo Motos, “blanquea el fascismo”. A eso se refería el histórico dictador comunista, a los llamados tontos útiles, como esta “intelectual”, de nombre Mónica López. Sánchez y Évole, en total sintonía, denunciaron “una desproporción de medios, de terminales mediáticas” a favor de los “conservadores”. Aunque, también, se le oyó esta exclamación al presidente: “mentir, ¿qué significa, Jordi?”.
Sánchez, que ha contado con más medios de comunicación a su servicio que nadie -más del 50% cociéndole la propaganda día a día-, le dijo a Évole que la prensa española era “trumpista” y que por eso le critican. Un chiste, como los de aquel admirado humorista llamado Eugenio: saben aquel que diu…
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación