Opinión

Feijóo no se va a ir: "Este Frankenstein de Sánchez no dura ni dos años"

Alberto Núñez Feijóo, entrevista a Vozpópuli, 6 de marzo de 2023: Si no soy capaz, si mi partido no es capaz, p

Alberto Núñez Feijóo, entrevista a Vozpópuli, 6 de marzo de 2023: Si no soy capaz, si mi partido no es capaz, pero sobre todo si el candidato a la presidencia del Gobierno por el PP no es capaz de ganar al PSOE, entiendo que por responsabilidad debe de dejar su cargo y poner su cargo a disposición del partido. ¿Por qué? Porque creo que ese cambio político es necesario y la mayoría de los españoles así lo piden. Si no soy capaz de convencer a la mayoría de los españoles, me da la sensación de que no soy útil a mi partido. Pero lo que es más importante, que no soy útil al cambio político de España”.

El líder del PP no se va a ir. Pese a la amarga victoria y a la sensación de fracaso inesperado que recorrió Génova la noche del domingo –por una mala gestión de las expectativas generadas por las encuestas, una pésima semana final de campaña que frenó el trasvase de votos del PSOE que llegó a superar el 10% con el cara a cara y bajó del 5% en el último día y, sobre todo, por la movilización ante el ‘fantasma’ azuzado por el Gobierno y sus medios de los pactos con Vox-, Feijóo no se va a ir. “Ganar al PSOE era la condición para seguir y así ha sido”, confirman en su entorno.

Además, y aunque gritos de “Ayuso, Ayuso” interrumpieron su discurso en el balcón de Génova –“también gritaron Oa, oa, Feijóo a la Moncloa”, argumentan las mismas fuentes- tanto en Génova como en Sol insisten en que “la presidenta de Madrid está a muerte (literal) con Feijóo”. En la Ejecutiva del lunes, apenas hubo alguna referencia crítica a los pactos con Vox, y todos los líderes territoriales avalaron a Feijóo.

Feijóo y los pactos con Vox

Dentro del PP son conscientes de que, si se hubiera cumplido la directriz del 30 de mayo, cuando se recomendó a los ‘barones’ no pactar los gobiernos autonómicos surgidos del 28-M hasta después de la cita con las urnas, la izquierda y el Gobierno de Pedro Sánchez se hubieran quedado sin su principal argumento: el fantasma de la llegada de la ultraderecha.  Es más: recuerdan cómo el PSN y Bildu han parado sus negociaciones en Navarra hasta después del 23-J.

“Esa es la única diferencia que explica que el tsunami azul de las autonómicas y municipales se haya quedado en una marejada”, explica un destacado miembro del PP madrileño. La precipitación de Carlos Mazón al pactar con Vox en Valencia desbarató todo y provocó otros movimientos erráticos como en Extremadura y el sainete de María Guardiola.

“Los electores indecisos o que pensaban quedarse en casa el 23-J pasaron de la ‘posibilidad’ de un pacto a ver cómo entraba Vox en las instituciones”. Y las primeras medidas, potenciadas mediáticamente, no ayudaron: estúpidas censuras a obras, retiradas de bancos pintados de arcoíris, retiradas de banderas… En Génova explican así la parte mollar de la movilización de la izquierda.

Pero hay otro dato: la marca Feijóo no ha arrastrado tanto en ciertos territorios como la de los líderes autonómicos. Además de en Andalucía –donde no se pudo ganar Sevilla, como sí sucedió en las autonómicas o las municipales- o Valencia –donde el PSOE recuperó cinco puntos con respecto al 28-M- es sintomático el caso de Madrid.

Con respecto a las autonómicas, el PP ha perdido en Madrid –pese al incremento de la participación en más de 180.000 electores – un total de 153.000 votos. Y Vox ha subido en 251.000, lo que hace suponer que más de 150.000 votantes que en mayo apoyaron a Ayuso, el pasado domingo se volvieron a Vox. Justo lo contrario de lo sucedido en la izquierda: el 28-M, el PSOE solo logró 614.000 votos frente a 781000 de Sumar (Más Madrid más UP). El domingo, Sánchez lograba 993.000 apoyos y dejaba a Sumar en 550.000.

¿Se equivocó Feijóo al hacer una campaña moderada y mirando al centro, ofreciendo pactos al PSOE y alejándose en todo momento de Vox? En Génova creen que eso “puede ser así en Madrid, pero no en el resto de España. En Andalucía, por ejemplo, la mayoría absoluta de Juanma se consiguió precisamente así”.

¿Se equivocó Feijóo al hacer una campaña moderada y mirando al centro, ofreciendo pactos al PSOE y alejándose en todo momento de Vox? En Génova creen que eso “puede ser así en Madrid, pero no en el resto de España"

Feijóo, por tanto, no piensa variar su estrategia: seguir pregonando la centralidad. Y, sobre todo, no tirar la toalla: intentará precipitar los plazos de la investidura aunque sea fallida para quitar tiempo a Sánchez en su negociación del Frankenstein. En la dirección del PP dan por seguro que Feijóo, como mucho, debería pasar “dos años” como jefe de la oposición. Dan por amortizado un Gobierno “lastrado por las hipotecas de sus diferentes almas”, en el que hay que conjugar los intereses de PNV y Bildu, de ERC y Junts y del PSOE y Sumar por los recortes que impondrá Bruselas por la deuda.

“Con ese panorama, el nuevo Frankenstein reforzado de Sánchez no durará más de dos años”, insisten. Y Feijóo –si no hay repetición electoral ahora, que aún no se descarta totalmente en las filas populares- aguantará hasta entonces. Lo que no se sabe es cómo aguantará el país.

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