Opinión

Fondos buitre y otros pájaros

Simplificar y denigrar es el recurso fácil de los que prefieren la desinformación al análisis

Para algunos, todos los fondos de inversión son fondos buitres, así como todos los que no comulgan con el actual gobierno español son fascistas. Simplificar y denigrar es el recurso fácil de los que prefieren la desinformación al análisis, y para ello usan determinadas palabras incluso sin saber qué significan. En realidad, el problema lo tienen contra el ahorro en general, contra la libertad financiera de cada uno que consiste, básicamente, en tener un capital para uso y disfrute personal, porque a ellos les gusta una sociedad que gaste, consuma y pague más y más impuestos, incluso aunque eso implique endeudarse. Total, el que presta ese dinero acaba siendo siempre el malo de la película. Y dado que molesta el acumular capital, el que éste genere beneficios aún incordia más. Pero es que invertir el dinero que no se gasta, intentando no perder poder adquisitivo, no es un capricho, es una necesidad porque la alternativa es peor, más en tiempos de alta inflación. 

Comprar activos, sean casas, parkings, deuda (ayudando con ello incluso a tu propio país), acciones, criptomonedas o, lo más fácil, un fondo de inversión donde otros se encarguen de invertir diversificando para reducir el riesgo, es algo lógico en un mundo donde los precios tienden a subir más que los ingresos, y por tanto hay que buscar un plus de rentabilidad a los ahorros, más allá de los plazos fijos de los bancos (otra actividad que también es criticada por los de siempre, por supuesto). También hay quien suscribe planes de pensiones para tener más dinero para su jubilación y los gestores de dichos planes intentan batir a la inflación durante años para conseguirlo. Por supuesto hay un mínimo (muy mínimo) de personas que consiguen un pelotazo (menos del 1% de los que los buscan, seguro) o que viven de especular, lo cual tampoco es malo pero en la mente de algunos todos los ahorradores parecen pertenecer a este grupo.

Si nos ceñimos a los fondos de inversión, son un producto financiero que invierte el dinero de múltiples partícipes en determinados productos. No es algo para multimillonarios, es más bien algo para la clase media, para personas que no pueden estar cada día siguiendo las cotizaciones de la bolsa (son los más populares) o las oportunidades de las divisas o las materias primas o… cualquier otro activo. Incluso permiten invertir en actividades inmobiliarias sin necesidad de comprar una casa (o un edificio de oficinas o un centro comercial que es donde más invierten las socimis, el último “enemigo” inventado). Resumiendo, es la suma de los deseos de muchos partícipes en hacer crecer sus ahorros y un equipo de gestores que trabaja para que esto suceda. Por supuesto en todo este proceso se pagan generosos impuestos, aunque hay quien defiende que deberían ser todavía más, claro.

¿Por qué se dice que un fondo es buitre? Lo primero es que nada es blanco ni negro, las tonalidades grises lo inundan todo pero podemos decir que el apelativo viene porque en épocas de crisis (tanto globales como específicas) hay quien necesita ingresos con urgencia y está dispuesto a vender sus posesiones a quien se las compre, y suele necesitar hacerlo de golpe. Entonces un caza gangas que tiene la suficiente liquidez, le hace una oferta (cuando nadie más la hace), y hay fondos especializados en esperar ese momento, ¿Es malo el que compra en un momento de riesgo a un precio teóricamente bajo? Para algunos si pierde con esa inversión, no pero ¡ay! si gana es… un malvado fondo buitre. Esto me recuerda a cuando países al borde de la quiebra no consiguen colocar su propia deuda y recurren al FMI, y éste les inyecta fondos, cuando nadie más lo hace, a cambio de intervenir en su política económica. ¿Es malo el que aporta lo que nadie más quiere aportar o el que llega a esa situación? Simplemente debemos dejar de moralizar con esto y asumir que son cosas que pasan ya que demonizar a quien ofrece una solución a otro en su peor momento porque gana dinero con ello (si lo gana, porque asume un riesgo que a veces genera pérdidas, claro) es absurdo, si no existiera ese inversor al que recurre el que lo necesita, sería peor para él ya que no le quedarían opciones.

Aclarado esto, y como la ignorancia es muy atrevida, muchos medios, e incluso políticos, afirmaron no hace mucho que BlackRock (puede que lo confundan con Blackstone, que es el fondo inmobiliario que en 2013 saltó a la fama por comprar un lote de viviendas enorme a un entonces muy apurado ayuntamiento de Madrid aunque en Calatorao -provincia de Zaragoza- están encantados con el centro de datos que va a construir ya que se espera cree 1.400 empleos directos) era un fondo buitre a propósito de su adquisición de una parte indirecta de las acciones de Naturgy. No lo es, es un fondo de inversión que está ayudando a la excelente rentabilidad que ofrece la bolsa española a tantas y tantas personas, con sus importantes inversiones (actualmente posee cerca del 4% del Ibex) en nuestro país. Invierte en todo el mundo, en muchos productos, dinero de muchos partícipes, e intenta conseguir para ellos la mejor rentabilidad posible, cobrándoles una comisión (por supuesto, nadie trabaja gratis) y pagando sus impuestos y para nada está especializado en “buitrear”. Por supuesto, en un mundo ideal lo mejor sería que nuestras empresas tuvieran socios que fueran inversores de largo plazo (y por suerte los hay), en los que la especulación no fuera un objetivo. Pero son las ganas de obtener beneficios lo que mueve el mundo y precisamente un fondo como BlackRock, por mucha mala fama que tenga, no es de los que compran por la mañana y venden por la tarde, así que no veo el problema en que inviertan el dinero de sus partícipes en España, por más que les moleste a los de siempre.

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