Opinión

Los fondos europeos y las 'lecciones aprendidas'

Es preciso abordar esta segunda fase del Plan en mejores condiciones a fin de conseguir los impactos que necesitamos y la capilaridad a todo el tejido empresarial

España prevé solicitar en el segundo semestre de este año los 70.000 millones de euros en forma de préstamos en el marco del Next Generation EU, para ello debe preparar una adenda a nuestro Plan de Recuperación y Transformación, que acompañe dicha solicitud.

En el “II Informe de Situación del Plan de Recuperación” hecho público recientemente se recoge que estos créditos “permitirán reforzar los PERTE y los programas más avanzados y con mayor impacto sobre el terreno y concentrar las inversiones en aquellos objetivos estratégicos que no hayan podido ser plenamente cubiertos con el Plan inicial, así permitirán reforzar y dar continuidad a los proyectos de mayor impacto más allá de 2023”.

Este hito es crucial para recoger aspectos de mejora identificados y realizar posibles ajustes. Entre ellas y en línea con el “Informe de Seguimiento de los Fondos Next Generation en España”, que acaba de hacer público CEOE, incidiría en las siguientes:

Incrementar las actuaciones dirigidas al refuerzo de nuestra industria, persiguiendo la complementariedad entre mecanismos de incentivo a la inversión productiva e I+D
  • La puesta en marcha de convocatorias menos atomizadas, con mayor envergadura, integradoras de diferentes agentes y que persiga impactos transformadores, donde los requisitos de acceso no sean una barrera infranqueable, una carrera de obstáculos para muchas empresas, especialmente Pymes, como garantías, consideración empresa en crisis, solvencia económica y financiera o plazos.
  • Recoger instrumentos especialmente diseñados para las Pymes, en función de sus necesidades, dotándolos de mayor flexibilidad y transversalidad.
  • Relevante en los programas de Ayuda a la cadena de valor/proyectos tractores en el marco de los PERTEs, una participación activa de las diferentes CCAA y asociaciones sectoriales, para asegurar que se tiene en cuenta las particualidades de los sectores y regionales.
  • Incrementar las actuaciones dirigidas al refuerzo de nuestra industria, persiguiendo la complementariedad entre mecanismos de incentivo a la inversión productiva e I+D, que incremente nuestras capacidades industriales y posición competitiva.
  • Incorporar mejora en los incentivos fiscales a la I+D+i a través de la palanca X de nuestro PNR “Modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible”, incidiendo en las actuaciones dirigidas a la adopción de tecnologías digitales, así como en aquellas que persiguen innovaciones en los ámbitos medioambientales, eficiencia energética y economía circular. Países como Dinamarca, Francia, Portugal, Austria, Italia o Suecia han incorporado incentivos fiscales en sus respectivos planes de recuperación, estos instrumentos reducirían la burocracia, con un acceso más inmediato para las empresas.

Nos encontramos en un contexto especialmente complejo e incierto, la asignación de estos fondos seráa clave para poder contar con pilares robustos que nos permitan abordar los retos presentes y futuros. En este punto de inflexión es indispensable realizar una evaluación realista de la marcha de las diferentes actuaciones contempladas en el PNR, especialmente las de inversión e incorporar las “lecciones aprendidas” hasta la fecha, para abordar esta segunda fase del Plan en mejores condiciones a fin de conseguir los impactos que necesitamos y la capilaridad a todo el tejido empresarial, especialmente pequeñas y medianas empresas, así como la atracción de inversiones.

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