Un periódico madrileño ha entrevistado al nieto de Francisco Franco, en la que éste se revuelve contra la reciente sentencia del Tribunal Supremo, y contra las instituciones, partidos políticos y personas que, según Francisco Franco Martínez Bordiú, son responsables, por acción u omisión, de la exhumación del cuerpo de su abuelo del Valle de los Caídos.
Me parece interesante transcribir las respuestas de este Francisco Franco, pues son, en mi opinión, la prueba de que él vive fuera de este tiempo, de la misma manera que el general Franco -dejando apartes consideraciones de más calado moral-, dejó a España fuera del tiempo cuando su Régimen impidió que formase parte de la Europa democrática, surgida después del final de la II Guerra Mundial. El nieto de Franco hace imputaciones muy graves al Tribunal Supremo:
-“El Tribunal Supremo ha cercenado nuestro derecho fundamental a enterrar a nuestro abuelo en una tumba de nuestra propiedad y aceptado la excusa burda de la seguridad -un informe del delegado del Gobierno- que me resulta muy difícil de entender.”
Sin entrar a exponer el argumento de que los “derechos fundamentales” no existían en la Justicia del Régimen de Franco, su nieto no aporta argumento alguno para negar el del Gobierno: los riesgos para la seguridad que tendría enterrarlo en la Catedral de Madrid. Hay cosas que son claras y distintas, se ven inmediatamente, y sólo un interesado punto de vista, como es el de Franco Martínez Bordiú, las puede sostener contra viento y marea de las evidencias.
La sentencia avala la inhumación
Mas lo que chirría a la lógica es leer que el nieto diga que se “ha cercenado nuestro derecho fundamental a enterrar a nuestro abuelo en una tumba de nuestra propiedad”. Se ha cercenado, eso sí, su maniobra de colocar el cuerpo del dictador en uno de los espacios simbólicos de España, junto al Palacio Real. La sentencia avala la decisión del Gobierno de enterrar a Franco en el cementerio de El Pardo, en el mausoleo donde está su esposa.
La familia Franco ha utilizado los restos mortales de Franco para crearle un problema al Estado democrático. Los tres poderes del Estado se han pronunciado a favor de que la tumba del dictador no siguiese estando en un monumento público, y esa es una premisa lógica y con los pies en el suelo de nuestro mundo y época; y también de la estética más pura.
La periodista pregunta por la actitud de la Iglesia, y dejo que sea el lector quien valore la pregunta y la respuesta:
Pregunta: “Parece que el Vaticano no se opondrá. ¿Qué papel le parece que juega la Iglesia? Después de los muchos reconocimientos que la Iglesia le dispensó a su abuelo en vida…"
Respuesta: “La actitud de la Iglesia, con la única excepción de la Comunidad Benedictina que en todo momento ha respetado la voluntad de mi familia, me ha producido una profunda decepción por lo que tiene de ingratitud.”
Respecto al Partido Popular, me limito a hacer lo mismo:
Pregunta :¿Qué le parece la postura del Partido Popular, una formación fundada por varios ministros de su abuelo, tanto en la abstención en la exhumación como en su voto a favor de la expropiación del Pazo de Meirás?
Respuesta: “La pretendida derecha del Partido Popular, acomplejada, ha dejado en sus funciones de defender los principios de la misma, el trabajo bien hecho, la unidad de España, la familia... Ha caído bajo la dictadura de lo políticamente correcto que dicta la izquierda. Ha perdido la guerra de las ideas. No hay que olvidar que las transferencias de Educación, las competencias a los Mozos de Escuadra... fueron obra del Partido Popular de José María Aznar en el pacto del Majestic en 1996. Otra cosa es el PP de Galicia. Feijóo a través de terceros nos amenazó con ello si no nos plegábamos a sus postulados, y le ha hecho el trabajo a las izquierdas, dentro de lo políticamente correcto. Para mí es el Verstrynge II del PP. Podría militar en el PP, en Podemos o En Marea que es lo mismo. Carece de principios.”
Es el mismo tono despreciativo que la extrema derecha tuvo con la UCD, en tiempos de Adolfo Suárez. Alguien debería tomar nota en ese partido.
Dos opiniones políticas más:
Pregunta: “Algunos ven en la exhumación de Francisco Franco un cuestionamiento de la Transición. ¿Está de acuerdo?”
Respuesta: “Lo asumo como propio. Es el primer eslabón de una cadena para continuar con la Monarquía y la Constitución...etc. El fallo de la exhumación evidencia para mí desde hace tiempo que no existe separación de poderes en España. Una prueba de la domesticación de la judicatura. Lo de la exhumación de mi abuelo es una prueba más del domesticamiento (sic) de la judicatura.”
Para terminar, cuando el periodista le dice que Hitler no está enterrado en lugar público, Francisco Franco Martínez Bordiú responde con este argumento, sin duda extravagantemente extemporáneo:
Respuesta: “También me gustaría recordar que mi abuelo y Hitler llegaron al poder de una manera muy diferente. Hitler ganó las elecciones y mi abuelo fue elegido por su excelencia mediante cooptación entre el resto de genera
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