La decisión del Tribunal Constitucional de aceptar las medidas cautelarísimas solicitadas por los diputados del PP contra la tramitación, inédita y de urgencia, de la renovación del máximo órgano de interpretación de la Constitución a través de dos enmiendas a la reforma del Código Penal –una artimaña que permite acelerar los plazos y no escuchar a los Grupos- no es ningún golpe de Estado ni ninguna “conspiración” de la derecha judicial, como ha reconocido una de las cinco magistradas del bloque progresista que votó en contra de la medida.
Para arrojar un poco de luz –más allá de las grandilocuentes e inaceptables presiones de los miembros del Gobierno, del PSOE y de sus socios independentistas, que hablan de “golpe blando”, “compló”, “usurpación de funciones” y otras barbaridades varias- convendría traer aquí las reflexiones de un catedrático de Derecho Constitucional como Carlos Flores Juberías, de la Universidad de Valencia.
Flores Juberías, que es además vocal del Consejo Valenciano de Transparencia, ha salido al paso esta mañana de todas esas acusaciones de “hiperventilados” que parecen “dispuestos a lanzarse a las calles” para supuestamente frenar el “golpe judicial de la derecha”. Unos “hiperventilados” que han motivado hasta una declaración institucional del presidente del Gobierno presidida por la obviedad: que el Gobierno acata, como no podía ser de otra forma, el fallo del Tribunal Constitucional. Y, además, anuncia lo que debería haber hecho desde el principio: intentar renovar el TC cumpliendo la ley.
El catedrático de la Universidad de Valencia desmonta, en apenas ocho mensajes en su cuenta de Twitter, toda la teoría del ‘golpe de las togas’ y del ‘golpe blando’ que, tras la intervención del presidente del Gobierno pidiendo “sereneidad”, el portavoz del PSOE en el Congreso, el inefable Patxi López, volvía a airear sin pudor alguno.
El catedrático de Derecho Constitucional Flores Juberías, desmonta punto por punto el argumentario del Gobierno y sus socios"
¿Por qué no hay golpe judicial, ni blando ni duro? Esto es lo que dice el catedrático de Derecho Constitucional Flores Juberías, desmontando punto por punto el argumentario del Gobierno y sus socios:
- "Los magistrados de TC no están 'caducados', sino que tienen su mandato prorrogado al amparo del art. 17.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que les obliga a no abandonar sus puestos en tanto no hayan sido sustituidos".
- "La prórroga del mandato tiene por objeto impedir que el Tribunal quede paralizado por la desidia de los partidos que deben procurar su renovación. Sin esta fórmula, sencillamente, no habría Tribunal Constitucional si los partidos no quisieran que lo hubiera".
- "Los magistrados prorrogados tienen exactamente las mismas atribuciones que los demás. Y, por cierto, son cuatro, y no solo los dos que fueron recusados ayer".
- "El TC no rechazó las recusaciones, sino que las inadmitió por falta de legitimación de quien recusaba. Las partes en el conflicto son el GP Popular y la Mesa del Congreso, y solo ellos -y no cualesquiera otros, por interesados que estuvieran en el asunto- podían recusar".
- "El PP no ha recurrido la constitucionalidad la norma en trámite, sino la constitucionalidad del trámite mismo, que lesiona los derechos de los diputados al ejercicio en las debidas condiciones de su cargo. Y el TC ha dicho que eso es de 'relevante y general repercusión social'".
- "El TC no está impidiendo al Parlamento que legisle. Está impidiendo al Parlamento que atente contra los derechos de las minorías parlamentarias a través de un procedimiento irregular".
- "Conclusión. No estamos ante un choque entre el poder judicial y el legislativo, sino ante un ataque de la mayoría a la minoría parlamentaria, en el que el TC ha sido llamado a mediar".
En siete párrafos, desmonta el peligroso agit pro de Pedro Sánchez y sus aliados. Y concluye: "Que las Cortes son inviolables (art. 66.3 CE) significa que no puedes entrar en ellas a caballo ni con pistola para disolverlas, ni puedes 'rodear el Congreso' para presionarles. No que puedan actuar al margen de la Ley y la Constitución".
Más claro, el agua. ¿A quién va a creer usted, a un catedrático de Derecho Constitucional o a Patxi López, Pablo Echenique o Mertxe Aizpurúa? Pues eso.
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