Cuando vi a Santiago Abascal en 'El Hormiguero' no paraba de fijarme en sus pectorales y en sus turgentes brazos. No escuchaba apenas nada de lo que decía. Imposible. Miraba su camisa, que le apretaba tanto que dejaba intuir sus fornidos pechos. Me ponía a cien. Cada vez que apretaba las manos, con esos dedos gordos y resueltos, me imaginaba lo que podría hacer en otros menesteres. Le gusta el sexo duro, seguro. Y esa sonrisa, y esos ojos azules para perderse en ellos y responder a todas sus perversas peticiones. Y su pinta de empotrador. Y su bronceada piel que dan ganas de bajar y comerle todo.
Y...
Seguro que estás pensando varias cosas: 1) esta chica va más salida que una esquina, 2) es de derechas, se le ve el plumero, 3) esta tía es gilipollas, 4) pues tiene razón, Abascal me pone a cien o 5) pues no sé qué le ve.
¿Cuál de las opciones ha sido la tuya?
La que seguro no has pensando es que estaba cosificando a un hombre, y encima a un líder de un partido. Reduciendo su labor y trayectoria a simples comentarios sobre su físico. Incidiendo en sus visibles y posibles cualidades amatorias, sin escuchar ni valorar nada de lo que decía. Fijándome solo en su imagen y encima calificándola.
¿Y si un hombre hubiera hecho lo mismo con Inés Arrimadas? ¿Qué habría pasado? Imagínate.
Cuando vi a Inés con esa blusa blanca no podía parar de imaginar cómo serían sus pezones. No escuchaba apenas nada de lo que decía. Imposible. Me ponía a cien cómo se le marcaba todo. Cada vez que apretaba las manos, con esos dedos finos y resueltos, me imaginaba lo que podría hacer en otros menesteres. Le gusta el sexo duro, seguro. Y esa sonrisa, y esos ojos almendrados para perderse en ellos y responder a todas sus perversas peticiones. Y su pinta de empotradora. Y su bronceada piel que dan ganas de bajar y comerle todo. Y...
Un tío llega a hacer esto y no tiene kilómetros para correr de todo lo que le dirían unos y otros, sobre todo las feministas radicales y sus aliados, que son casi peores. Cada palabra del texto sería calificada de irrespetuosa. ¿Por qué al contrario no?
Ya no se puede decir que una mujer es guapa
Es el absurdo que impera hoy en día. Ya no se puede decir que una mujer es guapa o está buena. Si lo dice una mujer es machista porque la está cosificando. Y si lo hace un hombre, también. En cambio de un tío podemos decir lo queramos porque "es feminista".
Oye, todos tenemos ojos, si una tía está buena lo está. ¿Qué problema hay en decirlo o pensarlo? ¿Acaso que una mujer esté cañón le resta otras cualidades intelectuales? ¿Es pecado sentir deseo sexual por una fémina?
¿Acaso que una mujer esté cañón le resta otras cualidades intelectuales? La absurda corrección política y el nuevo feminismo puritano quieren convertir a la mujer en algo hetéreo, asexualizado
La corrección política y el nuevo feminismo puritano quieren convertir a la mujer en algo hetéreo, asexualizado. Los cantantes no pueden decir en sus letras que quieren follarse a una mujer porque es denigrarla. Mira la lata que dieron al pobre Maluma por decir que se acostaba con cuatro (y que las cuatro querían). Y luego llega Becky G con todo su coño y dice que le gustan los penes grandes y los hombres mayores y todos le hacemos la ola por moderna.
Y qué me dices del despido masivo de azafatas de la Fómula 1 por trabajar sexies porque ELLAS QUERÍAN. La mayoría de ellas se quejó, con razón: "Por esas feministas hemos perdido nuestro trabajo", decía una. "El problema está en vuestros cerebros", exclamaba otra. La belleza femenina es atractiva, tanto para ellos como para ellas. La industria de la moda, de hecho, lleva viviendo de ella toda su vida y nadie dice nada. No es machista, es de sentido común, oferta y demanda.
Dejemos de castrar a la sociedad y de presentar a las mujeres como seres virginales cuya sexualidad tiene que ser escondida para ¿empoderarlas? ¿Hacerlas más dignas? ¿Más iguales? ¿Protegerlas?
Stop puritanismo, por favor.
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