Lo primero que hacen los okupas es cambiar la cerradura, y lo hacen porque ellos son los más contrarios a la okupación, claro está que solo después de hacerse con la vivienda ajena que empiezan a percibir como propia tras los primeros treinta segundos de estar dentro. Lo propio de estos personajes es olvidarse inmediatamente de cómo han entrado y pasar a asegurarse de que nadie más, sobre todo sus legítimos propietarios, puedan entrar en la casa. Se dice pronto. Pocas cosas pueden dar más rabia y desespero en esta vida que ver a unos zánganos llenando tu piscina, como le ha pasado a una pobre señora que mientras los okupas gozaban alegremente de su casa tiene que vivir en una residencia, y darte cuenta de que la ley se posiciona a su favor y a tí te esperan largos años de trámites judiciales que terminarán en el mejor de los casos en una negociación con los parásitos en la que solo está por decidir el número de ceros que hay que ponerle a la cantidad del cheque. La sensación de desamparo de las víctimas, la constatación de la impunidad de los okupantes, se nos hacen difíciles de aceptar.
Imaginen, por ejemplo, que llegan ustedes al garaje donde tienen la plaza para su coche y se la encuentran ocupada por otro. Eso nos ha pasado a todos alguna vez, y estarán de acuerdo conmigo en que el enfado, por no usar otra palabra, es instantáneo y ya no se para ni se recupera la tranquilidad hasta que se localiza al propietario del coche mal aparcado y se consigue que lo saque, cosa que normalmente hace. Pues la sensación de frustración que debe dar ver la casa de uno okupada debe ser la misma pero elevada a la enésima potencia, algo prácticamente insoportable. Si en algún momento de la vida del contribuyente es necesario el amparo rápido de la Justicia es precisamente ahí.
Y ahí es donde precisamente no lo va a encontrar, porque la legislación española, que a veces se pasa en su buenismo garantista, toma partido por los okupas, en muchos casos manejados por mafias, en vez de por el honrado propietario que está haciendo frente a la hipoteca y que no puede ni pensar en cortarles la luz y el agua a los zagalones okupantes, no vaya a ser que se molesten y no se puedan duchar tres veces al día con el calor que hace, o ver la televisión a todas horas, angelitos míos.
Entró por las bravas en su domicilio, acompañado de dos amigos, para decirles a los tipejos que habían okupado su casa y que se estaban bañando en la piscina, que ya se podían ir por donde había venido
Tan hartos estamos ya de la injusticia que toda España, (salvo los que jalean la okupación por muy diversos motivos, ninguno bueno) se ha visto reflejada en el joven ingeniero de Murcia que después de enterarse de que habían okupado su casa dejó a su mujer y a sus hijas con su madre, recabó la ayuda de dos amigos, y entró por las bravas en su domicilio para decirles, con una contención digna de elogio, a los sujetos que allí disfrutaban de un baño en la piscina de plástico que habían transportado e instalado en el jardín, que ya se podían ir por donde habían venido.
El propio ingeniero, asustado por la trascendencia que ha tenido el video en el que se les veía recuperando la casa, justificó su actuación diciendo que en su familia ya habían pasado por una circunstancia semejante y habían tardado cinco años en poder recuperar el inmueble por la vía legal. “Yo tenía claro que eso no me iba a pasar con mi vivienda, tenía claro que esa tarde recuperaba lo que es mío. Ahora es muy probable que los okupas me denuncien, pero me da igual, porque ya la tengo” La Justicia que no protege al ciudadano es injusta, y en ese vacío es donde tuvo que actuar nuestro ingeniero, que resulta casi una figura mítica de padre de familia protegiendo el techo de los suyos. No debería ser necesario llegar hasta estos extremos para recuperar lo que es de uno, pero cuando hasta una concejal del PSOE, llamada Ana Lorenzo, tiene que dimitir por haber sido pillada explicando a unos posibles okupas la mejor manera de hacerlo, una auténtica experta asesorando delincuentes, esta señora, la pura verdad es que el propietario a quien han arrebatado su propiedad está solo. Al menos el ingeniero de Murcia tenía a sus dos amigos. Otros no tienen ni eso.
O estás a favor del desalojo inmediato del okupa o no te voto
Es hora ya de que exijamos a todos los partidos que se posicionen. O estás a favor del desalojo inmediato del okupa o no te voto, y que así lo perciban. Porque en los barrios donde suelen vivir los políticos, sobre todo si son de extrema izquierda, que ya se sabe que suelen ser los más ricos, estos problemas se ven muy lejanos, y no se corre el peligro de que te llame un vecino para decirte que han entrado en tu casa forzando el cerrojo tres adultos, dos niños y un colchón. Pero que tengan claro que si no empiezan a proteger el derecho a la propiedad de los administrados corren serio peligro de desokupación. Y de la forma más legal posible, por nuestro voto.
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