Opinión

Hechizo zurdo

Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez, pone una querella a una tertuliana y pide una indemnización de 100.000 euros
Begoña Gómez y Pedro Sánchez

El presidente miente  cada vez que abre la boca y lidera una campaña contra la prensa libre y la independencia judicial; la Santa Mujer del presidente firma cartas de recomendación a empresas con las que está relacionada y estas empresas reciben millones de euros de los contribuyentes gracias al marido de la Santa Mujer del presidente; una vicepresidenta comete un delito ante de las cámaras de televisión (difundir información reservada sobre un contribuyente); el presidente ha sustituido las ruedas de prensa abiertas al cuestionamiento periodístico por el género epistolar, y se afana descaradamente en la eliminación de los contrapoderes que mantienen sana la democracia; otra vicepresidenta manda a la oposición a la mierda ¡desde su escaño en el Congreso! Este es el panorama.

Algunos podrían pensar que el presidente y sus secuaces (léase Gobierno) toman a los ciudadanos por Pueblo, es decir por una hipnotizada recua de burros y burras. Yo, francamente, voy más allá, creo que efectivamente lo somos. El llamado Pueblo suele ser masoquista, bruto y donde parece sentirse más a gusto es pastando en rebaño. El mayor triunfo del sanchismo es haber convertido a una enorme cantidad de ciudadanos españoles en Pueblo. El Pueblo anhela siempre, secretamente, la llegada de un Amado Líder. Y cuando percibe que ha llegado está dispuesto a seguirlo cueste lo que cueste, lo que significa, obviamente, el fin de la democracia. 

Convocar elecciones

¿Hay salida a esta situación? Ya saben ustedes que el optimismo no es mi fuerte. Pero.

Si se celebraran elecciones generales es posible que (aún) triunfe la llamada derecha. Mayoría absoluta. Y en ese caso, tal vez, la grave situación en que se halla España, tendría solución. Pero. ¿Sánchez convocará elecciones generales? No lo creo. Ha demostrado su indecencia en numerosas ocasiones (pacto con terroristas, pacto con fugitivos de la Justicia, ¡indultos!, ¡amnistía! ¡hablamos de un hombre que ofreció, contrito, sus condolencias por la muerte de un etarra en prisión!). Y convocar elecciones generales requeriría de un poco de decencia. Que todo indica que Sánchez no tiene. 

No creo que Feijóo sea mala persona, pero es, en términos políticos, una especie animalito desorientado. Allá en Galicia, daba la talla, se le quería y se le votaba. Pero, en la política nacional, es un pobre hombre condenado a vagar dando tropezones  por un territorio repleto de hienas. La política nacional española es, bajo el sanchismo, un campo de batalla sin reglas ¡váyanse todos a la mierda, dice la vicepresidenta! y todos creen que se lo ha dicho sólo a la oposición cuando es evidente que ha mandado a la mierda algo mucho más importante: las reglas, las normas, las luces de navegación de la nave democrática, el ecosistema que permite y ampara la vida civilizada. Cuando una vicepresidenta de Gobierno manda a la mierda todo esto y se queda tan tranquila y risueña en su escaño, es que al mando del Gobierno español lo que hay es un montón de mierda. Y  el peor tipo de mierda, la que está orgullosa de serlo. 

Feijóo actúa como si España no hubiese cambiado, juega con fichas obsoletas. Confía en encontrar refugio en fortalezas que hace tiempo han sido infiltradas primero y luego tomadas por el enemigo

En un sitio así, para ganar (que es lo único que importa en política) has de aceptar la ausencia de reglas. Y que estás rodeado de hienas progres, que son las peores. Si no, estás condenado a hacer el payaso. Feijóo actúa como si España no hubiese cambiado, juega con fichas obsoletas. Confía en encontrar refugio en fortalezas que hace tiempo han sido infiltradas primero y luego tomadas por el enemigo. Así no se puede ganar. Cree que en España existe ese Unicornio llamado Centro. Pero los unicornios no existen.  

Hablemos con claridad. Desde que se aprobó la excepción (superioridad) económica de los vascos y se dejaron impunes los incumplimientos de la Ley en Cataluña, no hay igualdad ante la Ley en España. Y sin igualdad ante la Ley no hay democracia. En consecuencia, lo que nos queda es el régimen bipartidista. El bipartidismo es quien puede gobernar, aliándose con grupitos de dos tipos: los dementes o revolucionarios, y aquellos cuyo principal propósito es enchufarse o seguir enchufado al cofre del tesoro. Pero. Hay que ser realista. La única salida es conseguir una mayoría absoluta para la llamada derecha. Hasta que los líderes de la satanizada derecha española no sean capaces de proclamar ¡sí, soy de derechas y orgulloso de serlo!, en España no habrá  ninguna derecha digna de ese nombre. Hasta que los españoles no rompan el hechizo zurdo y exclamen orgullosos, sí, podemos ser de derecha, y qué, no habrá salida del pozo zurdo español.

Izquierda, miseria moral

La izquierda, los zurdos, son la horda esclavista y asesina más descomunal que ha producido la especie, la más dañina y siniestra. ¿De qué están orgullosos? De los gulags, de los pogromos, de los paredones de La Cabaña, de los campos de la muerte de Pol Pot, de la guerra contra los gorriones de Mao, de los millones de muertos por hambre, a palos, por los comunistas chinos, de la Revolución Cultural, de la recogida obligatoria de sus propios excrementos a la que están obligados los coreanos del norte? De qué. La llamada izquierda es sinónimo de miseria moral y de todo tipo, y siempre lo ha sido. Esa miseria es la que se ha instalado en el Gobierno español.

A la vista está. 

Exit mobile version