En Ciudadanos hemos trabajado desde el 20 de diciembre por un acuerdo que permita poner en marcha el país. Alcanzamos un pacto con el entonces candidato propuesto por SM El Rey, el señor Sánchez; ahora, con el señor Rajoy. Esto nos ha permitido consolidar un espacio de centro liberal con el que muchos ciudadanos se sienten identificados. Mientras otros vivían instalados en el cortoplacismo, en el mero tacticismo, nosotros hemos asumido la responsabilidad y los costes del diálogo político. Algunos nos acusaron de virar a la izquierda, otros de virar a la derecha. Pues bien, ni una cosa ni la otra. No hemos saltado a la política nacional para ponernos detrás de una pancarta y vociferar un par de consignas. No cabe duda de que Ciudadanos es el partido del “sí“. Como dijo desde la tribuna del Congreso el presidente del partido, Albert Rivera, la gente que ha salido a la calle pedía dación en pago, un cambio en la ley electoral, acabar con los aforamientos y con los indultos a los políticos corruptos. Pues bien, eso es exactamente lo que hemos negociado nosotros.
No hemos saltado a la política nacional para ponernos detrás de una pancarta y vociferar un par de consignas
Nuestras 150 exigencias, aceptadas por el PP, abordan un plan de lucha contra el fraude fiscal, el complemento salarial para las rentas más bajas, un pacto nacional por la educación, el recorte de 1.000M€ en empresas públicas y diputaciones, el endurecimiento de las puertas giratorias de la política a la justicia, o una reforma constitucional que renueve un pacto por España, mejorando la financiación autonómica y abortando cualquier intento secesionista. Entre muchas otras cosas.
En Ciudadanos no hemos querido esperar a que arranque de facto la duodécima legislatura. Hemos trabajado intensamente en los últimos meses hasta conseguir despejar la incertidumbre. En septiembre de 2016, nuestro grupo parlamentario presentó dos importantes proposiciones de ley. Una, de Lucha contra la Corrupción y Protección de los Denunciantes, que supone el mayor avance legislativo para combatir una de las lacras que amenazan a la sociedad española; otra, de Apoyo a los Autónomos, para acabar con las trabas burocráticas y mejorar su día a día.
Hemos trabajado intensamente en los últimos meses hasta conseguir despejar la incertidumbre
Como admitió en el debate de investidura el presidente del Gobierno, se impone una etapa de diálogo permanente, y las 150 exigencias de Ciudadanos son las únicas que se han impuesto al PP. No quiere decir que sean pocas; son muchas y profundas. Otros partidos han tenido la oportunidad de poner sobre la mesa sus propias condiciones. No lo han hecho. Por lo tanto, nuestras exigencias se convierten de hecho en la hoja de ruta de los próximos cuatro años; lo cual obliga a Ciudadanos a monitorizar y controlar el puntual cumplimiento de las reformas.
Esta legislatura puede durar tanto como prevé la Constitución. Puede concluir con éxito, habiendo implementado las reformas que el sistema necesita; o puede acabar de forma abrupta y conducirnos a la frustración. Que sea lo primero o lo segundo dependerá del cumplimiento de las 150 medidas, verdadera hoja de ruta de la legislatura que nace.
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