Opinión

La huída en moto de la realidad

Algunos cambios coyunturales positivos de nuestra economía relativos al empleo, el crecimiento económico y de la deuda pública, han dado lugar a un lema propagandístico –tan poco serio como evanescente– que reza así: “La economía española v

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Algunos cambios coyunturales positivos de nuestra economía relativos al empleo, el crecimiento económico y de la deuda pública, han dado lugar a un lema propagandístico –tan poco serio como evanescente– que reza así: “La economía española va como una moto”. Convencidos, se supone, de su absoluta certeza y deliberadamente ignorantes de los hechos acontecidos -como si el pasado pudiera dejar de existir a gusto del Gobierno, en una sociedad abierta- el PSOE afronta las próximas elecciones ayunas de memoria histórica reciente, que es preciso rescatar.

En el periodo 2019-2022, que abarca la acción del Gobierno, he aquí lo que nos dicen los datos comparados de la UE y la OCDE:

ECONOMIA:

  • Crecimiento medio anual del PIB: España ocupa el último lugar de la UE, con un -0,4% (único caso negativo), para una media positiva del 1,3% e Irlanda a la cabeza con un 9%.
  • Recuperación del Covid: España ocupa el último lugar de la UE y de la OCDE en la recuperación de su renta per cápita previa.
  • Evolución de la renta per cápita: España es el único país de la UE que todavía no la ha superado, pues estamos un 1,2% por debajo de la de 2019, mientras que Irlanda la ha mejorado en 35% y la UE en un 4,3%.
  • Poder adquisitivo: La renta per cápita por Poder de Compra, nos sitúa también en la cola de la UE; un 6,6% inferior al de 2019, para un -1,6% de la media y el +23% de Irlanda. La comparación con la OCDE aún es peor.
  • Convergencia con la UE: del 90% de la renta per cápita de la UE en 2018 al 85% de ahora. Junto con los de Zapatero, los únicos gobiernos divergentes de Europa.
  • Inversión privada: permanece, según JP Morgan y BBVA, por debajo del nivel pre-Covid.

EMPLEO:

  • Tasa de empleo: junto con Italia y Grecia a la cola de la UE con un 50,3%, e Irlanda al frente con un 62,7%.
  • Tasa de desempleo: 13% frente al 6% de la UE, más del doble. Aún peor en desempleo juvenil. Y todo ello incluyendo a trabajadores de una hora a la semana.
  • Temporalidad: según el INE, del 27,18% de 2019 ha pasado al 30,2% en 2022. (El invento socialista alcanza su esplendor)
  • Horas trabajadas: todavía no se han recuperado las horas trabajadas –generadoras de riqueza– del año 2019.
  • Empleo público & privado: el 55% del empleo creado desde la pandemia es público, frente al 45% privado.

FISCALIDAD:

  • Recaudación fiscal: la mayor subida de la UE, diez veces la media.
  • Cuña fiscal: el IRPF + cuotas Seguridad Social quintuplica la media de la OCDE.
  • Economía sumergida: 20%, frente al 13% de la UE, según el FMI, lo que acrecienta mucho la presión fiscal efectiva.
  • Estructura fiscal: nuestros impuestos al ahorro y al trabajo están entre los más altos del mundo y los indirectos (IVA) al consumo entre los más bajos.
  • Competitividad fiscal: se ha desplomado, pues en 2019 España ocupaba el puesto 23º de la OCDE, y ahora el 34º, según Tax Foundation.

GASTO & DEUDA PÚBLICA:

  • Gasto público: el mayor crecimiento de la UE, junto con Grecia.
  • Deuda pública: el mayor incremento de la UE en el periodo 2019-2022, con un 16%, un 166% superior a la media.
  • Eficiencia del gasto público: baja, en descenso desde 2019 y en la cola de la OCDE.

La política del actual gobierno, no solo ofrece los pésimos resultados que acreditan los anteriores datos, de los que tanto presume el gobierno y hacen sonreír a sus ministras de economía y trabajo; también, y en contra de sus supuestos designios progresistas, es radicalmente insolidaria tanto en el ámbito generacional como en el laboral.

Según el último informe del IDM Competitiveness Ranking 2023, España ocupa la posición 51 en la clasificación “Eficiencia del Gobierno”, tras perder once puestos desde 2018

En el ámbito generacional, porque la irresponsable generosidad socialista en materia de pensiones a costa de déficits, la terminarán pagando los jóvenes de hoy cuando lleguen a cobrar pensiones muy reducidas para ellos. Y en el laboral, porque las subidas del salario mínimo -el mayor del mundo comparado con la renta per cápita - expulsa del mercado a los trabajadores menos cualificados y mantiene el desempleo en cifras vergonzosas.

Un reciente informe del Banco de España ha añadido, a los deplorables hechos económicos anteriores, otras políticas económicas restrictivas de nuestra prosperidad: contra el alquiler de viviendas, la intervención de los mercados, desincentivos a la innovación, capitalismo de amiguetes, etc.

Según el último informe del IDM Competitiveness Ranking 2023, España ocupa la posición 51 en la clasificación “Eficiencia del Gobierno”, tras perder once puestos desde 2018.

Cabe añadir, que nunca en la historia contemporánea de España, las empresas y los empresarios habían recibido señalamientos y descalificaciones públicas de gobierno alguno, incluido de su presidente, como con el actual; algo inaudito en cualquier país desarrollado.

Desde una óptica estructural, la actual etapa de gobierno ha acentuado la estatalización de nuestra economía hasta extremos muy preocupantes, como ponen de manifiesto los siguientes datos del INE.

Se observa que ya con Zapatero, de un nivel de empleo privado que superaba en dos millones el público, se pasó a una diferencia negativa de tres; es decir, la diferencia entre ambos sectores alcanzó los cinco millones a favor de las remuneraciones dependientes del Estado. Con Rajoy se recuperaron 2,4 millones de empleos privados versus públicos. Con Sánchez, el empleo público ha vuelto a su anterior protagonismo respecto al privado, consolidando así una tendencia típicamente progresista que opera directamente, como es bien sabido, contra el verdadero progreso económico y social. ¿Habrá alguien que ignore –sin necesidad alguna de conocimientos de economía- que un país creciente y mayoritariamente dependiente del Estado es menos rico que los que se basan en la iniciativa empresarial y el consecuente empleo privado?

Los pésimos datos del periodo de gobierno 2019-2022 que se juzgarán el 23 de julio, están necesariamente relacionados –causal, no casualmente– con la invasión del Estado en la economía de libre mercado.

En las próximas elecciones se podrán contabilizar: quienes están a favor de la libertad de emprender y generar riqueza y quienes prefieren que el Estado se ocupe de distribuir la pobreza, con dos modelos a la vista: el argentino que con tanto éxito cultiva el gobierno y el sueco, que tras dar marcha atrás a sus delirios socialistas, se ha convertido en un ejemplo a imitar.

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