Opinión

Huida o retirada

Se predecía que la prolongación de la guerra y la llegada del invierno con escasez de gas y petróleo sería letal para las democracias, pero pudiera terminar con la caída del zar

  • Un soldado del ejército ucraniano en su posición en el frente de Niu York, en Ucrania

Discuten los analistas sobre si los ejércitos de Putin están procediendo a una retirada ordenada de Jarkov y otras áreas que lograron poner bajo su control o si han procedido a una huida en desbandada vergonzosa bajo la presión de las unidades ucranianas. Nos tiene enseñado Clausewitz, la retirada es la operación más difícil, más peligrosa y menos agradecida. Y, en torno a los héroes de la retirada jamás honrados ni enaltecidos, escribió Hans Magnus Enzensberger las páginas más certeras de su libro Zigzag (Anagrama. Barcelona, 1999). Es allí donde explica que la aptitud y la competencia no bastan para crear a un héroe porque lo que convierte al protagonista en figura para la historia es la dimensión moral de su actuación, el cumplimiento del papel de actor imperturbable con capacidad de atenerse a principios inamovibles que, en casos extremos, llega a desembocar en la falta de escrúpulos. Veamos ahora cómo la acción de quienes se repliegan no ofrece este carácter inequívoco, porque todo el que abandona la posición que ocupa, además del terreno objetivo, abandona buena parte de sí mismo.

La Anábasis es, a este respecto, una referencia esclarecedora porque los 10.000 expedicionarios griegos comprometidos para el derrocamiento del rey Artajerjes amanecieron el día de la muerte de Ciro, su hermano menor, a favor del cual luchaban sin misión alguna que cumplir. Así habría podido pasarles a los efectivos de la operación militar especial desencadenada por el presidente Vladimir Putin, una vez fracasada en marzo la toma fulminante de Kiev, capital del país, que habían planeado. Jenofonte, que hubo de acceder al mando cuando los jefes y generales acababan de ser asesinados por Tisafernes, exhortaba a los suyos para evitar que se dieran a la desbandada, les imbuía la superioridad de la disciplina, les convencía de que se aferraran al ejercicio salvador de las virtudes militares, les hacía identificar la salvación con la victoria y sostenía que la única victoria posible para ellos era la vuelta a casa.

Los ucranianos ruso hablantes han tomado distancia de sus hermanos de lengua, escarmentados a bombazo limpio; y se han agrietado los apoyos a la guerra que parecían monolíticos en la Federación Rusa

Recordemos que, en el diseño moscovita, la invasión de Ucrania disuadiría a la OTAN de una nueva ampliación que acercara la alianza a la frontera de Rusia; fragmentaría la Unión Europea; echaría a la población ruso-hablante en manos de Moscú; y reforzaría el apoyo de los rusos a Putin. Pero debieron incurrir en errores de cálculo porque se han generado efectos contrarios puesto que Suecia y Finlandia se han adherido a la OTAN, que ahora tiene más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia; la Unión Europea se ha unido con mayor fuerza; los ucranianos ruso hablantes han tomado distancia de sus hermanos de lengua, escarmentados a bombazo limpio; y se han agrietado los apoyos a la guerra que parecían monolíticos en la Federación Rusa. Se predecía que la prolongación de la guerra y la llegada del invierno con escasez de gas y petróleo sería letal para las democracias, pero pudiera terminar con la caída del zar que se pensaba a salvo de los embates de la opinión pública.

En su libro La estrategia de la aproximación indirecta Liddell Hart frete al aforismo clásico de si vis pacem para bellum propone otro mejor elaborado según el cual “si quieres la paz, estudia la guerra”. La primera lección debería servirnos para distinguir tres variantes: el soldado de la patria, el soldado de la idea y el soldado de la paga. Sobre la superioridad de la primera de las tres convendrá volver cuanto antes. Vale.

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