Refiriéndose a la anterior crisis escuché hace años un monólogo de un humorista canadiense que decía: “Ante una crisis tan grave como la actual no queremos políticos ni de uno ni de otro signo, lo que necesitamos es reunir en una sala a los hombres más ricos del mundo… ¡y robarles todo lo que tienen!”.
En su momento me hizo mucha gracia pero con el tiempo me he dado cuenta que algunos creen que en serio esa puede ser una solución. Y no hablo de tuiteros desaforados sino de personas con responsabilidad de gobierno, y con la complicidad de otros que saben lo infantil de esa creencia pero no se oponen a medidas auténticamente confiscatorias que se toman basadas en ella. No debería hacer falta recordarlo pero incluso tomando toda la riqueza de los más ricos del planeta no sólo no arreglaríamos los problemas económicos del mundo, además sería contraproducente ya que la inmensa mayoría de los ricos actuales lo son porque tienen empresas exitosas que sin ellos al frente y sin la motivación de obtener beneficios, una vez confiscados, es casi seguro que no lo serían tanto.
Tampoco debería hacer falta apuntar que el mayor porcentaje de la riqueza de estas personas no está en efectivo, está en activos (acciones, propiedades, arte…) que ante una expropiación –a todas luces ilegal, sería un robo aunque ese ya es otro tema- desplomarían su precio por lo que nunca se podría recaudar la cantidad que se pretende. Si a esto sumamos el pánico que una medida así provocaría cualquiera puede imaginar que las consecuencias económicas serían exactamente las contrarias de las que se supone se pretenden.
Sabemos que en la mayoría de los casos la creación de riqueza por una persona no sólo no causa pobreza a nadie sino todo lo contrario
Y es que hay multitud de mitos erróneos sobre los ricos. Muchos creen que los ricos lo son porque crean pobreza. Y es que en una economía cerrada, que no crece, la existencia de ricos provoca más pobres porque sólo hay una limitada porción de riqueza que repartir. En la Edad Media, donde había un estancamiento tanto tecnológico como comercial y la posesión de tierra era casi el único bien productivo, un acaparamiento de ésta por determinados linajes generaba miseria. Todo eso cambió con el comercio, los descubrimientos y los avances tecnológicos. Si bien la gran transformación llegó con la Revolución Industrial. Y en la actualidad sabemos que en la mayoría de los casos la creación de riqueza por una persona no sólo no causa pobreza a nadie sino todo lo contrario. No es una teoría, tenemos por ejemplo el caso de China: todos los ricos que han ido surgiendo en las últimas décadas han coincidido con una reducción enorme en el número de pobres del país. Una vez más, dato mata relato.
Consumidores y buenos sueldos
Aún puede uno cruzarse con personas que te sueltan “el problema del sistema en el que vivimos es que los ricos necesitan que haya pobres”, ¿Cómo es posible que una idea tan absurda siga siendo tan común? Pues sigue siendo otro mito bastante vigente. Supongo que viene del inicio de la Revolución Industrial cuando la pobreza llevaba a aceptar puestos de trabajos de muchísimas horas, sin fines de semana y con sueldos miserables. Quizás en tiempos de Cuentos de Navidad de Dickens sí que llegó a ser cierto que los ricos deseaban que hubiera pobres, no lo sé. Pero si llegó a pasar, hace mucho que ya no. Y sólo hay que utilizar la lógica para deducirlo: los ricos de la actualidad son los dueños de multinacionales como Amazon, Apple, Tesla, Microsoft o Inditex. Lo que necesitan son consumidores con buenos sueldos y no personas sin recursos. Nada les gustaría más que los africanos tuvieran el poder adquisitivo de los europeos en lugar de vivir en un continente pobre. A mayor riqueza mundial, mayor consumo y por tanto mayor beneficio para ellos. Es de cajón.
A cualquier ministro de Hacienda, sea de la ideología que sea, lo que le interesa es que haya muchos ricos que hagan muchos negocios muy rentables para así quedarse con un porcentaje de esa riqueza vía impuestos. Pensar que hay gobiernos que no quieren eso es otro mito, cuando Irlanda –o Madrid- baja impuestos no lo hace para recaudar menos sino para atraer más actividad económica y con ello ingresar más, y además les lleva saliendo muy bien mucho tiempo. Incluso cuando Montoro aplicó en España la polémica amnistía fiscal lo hizo –como cuando por las mismas fechas ejecutó la misma medida un partido de izquierdas como Syriza en Grecia- buscando una mayor recaudación. Y Montero sigue el mismo camino: las mal llamadas Tasas Tobin y Google son un ejemplo si bien lo más llamativo es que somos el único país europeo que grava patrimonio, sucesiones y rentas del ahorro a la vez. Pero repito, el éxito de todas estas medidas dependerá de la actividad económica.
Somos los ciudadanos los que en estos tiempos hacemos ricos a la mayoría de los que lo son, sólo un porcentaje mínimo lo es por actividades no relacionadas con el consumo
Poco se recaudaría si no hubiera ricos, que a pesar de su escasez suponen un gran porcentaje de los ingresos en cualquier tipo de impuesto, y si los hay es básicamente porque ha funcionado la democracia del consumidor. Si los creadores de Google son más ricos que los de Yahoo es porque cientos de millones de personas han elegido a uno en vez de a otro, del mismo modo hay empresas que quiebran porque no consiguen vender suficiente y otras no.
Somos los ciudadanos los que en estos tiempos hacemos ricos a la mayoría de los que lo son, sólo un porcentaje mínimo lo es por actividades no relacionadas con el consumo. Incluso lo podemos ver en los deportes: nadie puede afirmar que el talento de un futbolista de éxito sea mayor que el de la mejor gimnasta artística del mundo pero el gusto del público es el que determina que Messi sea el primer contribuyente de España mientras otros muchísimos atletas, incluso con récords, no pasan de ser clase media. Lo mismo se puede decir en otras actividades como la música, los consumidores no premiamos el talento musical sino el del artista que mejor conecta con nuestros gustos. Y a éste (generalmente un cantante pop y no el mejor oboe de la mejor orquesta del mundo) es al que acabamos convirtiendo en rico. Nosotros.
Otro tema es que, en un mundo tan globalizado, es mucho más fácil que una multinacional pague menos impuestos que una pyme, y eso debería combatirse. Pensar que es fácil o que un solo gobierno puede hacerlo es otro mito falso. Algo que mucha gente no sabe es que Apple, a pesar de haber reconocido en su última presentación de resultados que tiene una posición de liquidez cercana a los 200 mil millones de dólares, emite deuda. Y no poca. ¿Por qué hace eso? Porque la inmensa mayoría de ese efectivo lo tiene fuera de los Estados Unidos y si lo repatria debe pagar impuestos. Le sale más a cuenta endeudarse a los tipos actuales que traer al país el dinero que tiene fuera. Este creo es un buen ejemplo de cómo ni el país más poderoso de la Tierra consigue que sus multinacionales paguen los impuestos que sí pagan las empresas locales. Por eso sin coordinación internacional cualquier subida fiscal en un país como España lo que genera es que acaben pagando más impuestos los locales y se acabe dañando la economía, igual que las subidas de impuestos a “los ricos” acaban siempre suponiendo más presión fiscal para la clase media. Si alguien lo duda, que se espere a 2021.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación