Ante su “si ponéis esto, yo paso de jugar”, apagan el reguetón y optan por la lista de jazz, que no molesta.
Da un sorbo al gin tonic, y vuelve las fichas que le han tocado, colocándolas una a una en el soporte, con cuidado de que no las vean.
Todos hacen lo mismo.
Dos des. Una e. Una o. Una eme. Una ese. Dos aes. Una i y una ene.
Su cabeza coge el turbo, y estudia las opciones:
Opción 1/4: EDADISMO
Palabra que acaba de amadrinar la RAE, y que define la “discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas”. Piensa en ese buen hombre, lleno de razón, que decía hace más de un año lo de “Soy mayor, no idiota”, y en cómo lo gozaba Nadia Calviño haciéndose fotos con él. Debe de andar ella ocupadilla en contarnos lo requetebién que va todo, porque según el susodicho, la ley que ella le prometió “se está prolongando demasiado en el tiempo. No quiero ser pesimista, pero como siga dilatándose y entremos en periodo electoral de las generales, a finales de año, esta ley se va a diluir. De hecho, la señora Calviño está ya en elecciones, con la cuenta en tik tok que se ha hecho”.
Opción 2/4: DEDISMO
Duda si existe, pero le divierte la palabra, y le adjudica una definición inventada: “dícese de la costumbre que tienen ciertos gobiernos de otorgar cargos o contratos mediante el mero señalamiento digital”, y procede a visualizar la sala de fitness de la Moncloa, justo en el comienzo de la actual legislatura; esterillas repartidas por el suelo; miembros del goaverno (en chándal ellos, y en mallas ellas y elles), sentados sobre las mismas. Delante del espejo, que ocupa una pared entera, hay un podio elevado, sobre el que se sitúan Bolaños, un señor con traje, y un maletín sobre una mesa.
-Olyors. - le dice Bolaños al invitado, en spanglish macarrónico, y señalándole la audiencia con barrido torero del brazo.
-Hello everybody. My name is Q. - le dice éste a la última, en perfecto inglés.
A continuación, abre el maletín, y pide a Bolaños que reparta el contenido entre los asistentes.
Son una serie de artefactos, formados por muelles, gomas y pequeñas poleas, que Q ha inventado para muscular el dedo índice y alcanzar el nivel de competición culturista.
La mañana discurre entre varios “ah”, “uy” y un par de “¡joé, que se me ha soltado la goma ésta!” y tras unos buenos estiramientos digitales, el profesor da por terminado el cursillo; y a la frase de “ahora todos a desayunar, que hay churros”, evacúan la sala.
Dos consecuencias de esto:
- Un goaverno que “adjudica a dedo seis de cada diez contratos de la legislatura”, como explicaba la pasada semana elEconomista.es
- Y una vicepresidenta que se hace la indignada en la tele en un escenario como de puticlub chino (cortina roja, jarrón Ming falso, y mural de madera con sinogramas), respondiendo con un “es evidente”, a la afirmación del presentador de que hubo dedazo en su designación. Tras un posterior “yo hice algo peor que no voy a contar”, siempre nos quedará la duda de si ese “algo” se mueve en el plano del drenaje nasal o en el de los excesos emocionales.
Opción 3/4: DANDISMO
Como muchas veces hace la mente, que es caprichosa y en este caso cruel, del inicial concepto definitorio de “característica del varón que se distingue por su extremada elegancia y buenos modales”, pasa a pensar en el polo opuesto, y recaba en Jisperson;
Teresita abre la app que sus padres, como premio por las notas, le han dejado instalarse para pedir su regalo.
“Bienvenido a JispersonRepollo. Crea tu propia fantasía”, aparece en la pantalla, que muestra un señor con gafas de piloto mirando por la ventanilla de un avión.
Teresita se registra como puede (punta de la lengua asomando por la boca) y accede.
El señor del avión aparece de cuerpo entero sobre un fondo negro y en pelota picada, con una púdica rosa en sus partes, y un mensaje dice “pulsa sobre tu JispersonRepollo y customízalo”:
1-Dedo de cintura para arriba. Se despliega un menú ilustrado que da a elegir entre cuatro opciones:
- Traje de abroncador de Ferrovial (submenú para elegir entre berenjena o azul pitufo sin corbata para ahorrar)
- Cazadora vaquera de apagador de volcanes e incendios varios
- Bata de visitador de laboratorios, con gorro y mascarilla incorporados
- Camisa exótica (submenú: balinesa en morados, o guayabera blanca para sus magreos chavistas)
2-Dedo de cintura para abajo. Opciones:
- Pantalón de traje, muy Slim fit
- Bluyins de presión inhibidora de la actividad reproductiva
- Pantalón más amplio y de hilo, para modelamen de camisa exótica
Teresita viste emocionada a su JispersonRepollo y la pantalla le informa: “estamos a punto de acabar. Pulsa aquí para elegir los extras”. (“Aquí” es un cerdito rosa. Los extras se pagan).
Como opciones, aparecen:
- “Kit de corredor monclovita”: camiseta blanca, pantalones cortos negros y perro
- “Kit de luchador contra fenómenos planetarios”: incluye una manguera, una pala para la nieve, y un imán gigante, por si el núcleo de la tierra se pone tontorrón.
- “Kit de candidato en campaña”: un atril rojo con corazones blancos, un llavero del que cuelgan llaves de pisos de la Sareb, y un libro titulado “La Mentira para Dummies”
La receptora del regalo pulsa “no, gracias”, que tampoco las notas han sido para tanto, y llega a la fase final, donde la app, antes de entrar en el carrito de compra, le da la enhorabuena por la adquisición y le recuerda que cada vez que apriete el paquete de su JispersonRepollo, éste dirá: “ultraderecha mala”.
A Teresita se le sale el corazón de la emoción, (no sabe la que le cae encima), y como se le complica rellenar los datos de pago, corre gritando a la cocina, donde está su madre:
- ¡Mamá, mamá!, ¡mira qué mono!; llega el miércoles. Mete la tarjeta, porfa.
La madre, que es muy sensible a la erótica del poder, le dice: “lo malo es ahora a ver qué hacemos con tu padre”.
Opción 4/4: DADAÍSMO
Voilà!
Se queda con ésta: “Nacido en Suiza a principios del XX, es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía”.
Si de él cogemos la belleza del cuestionarse todo; de ir en contra de las normas impuestas; de apoyar la libertad y la espontaneidad; y su creencia en la bondad de la humanidad cuando no ha sido corrompida por la sociedad, tendremos la actitud perfecta para hacer frente a la memez crónica de lo woke, la cultura de la cancelación, y el aborregamiento pueril en el que nos quieren sumir los que se pasan vendiéndonos ese triste-mundo-feliz donde la excepción es “ser normal”, que hoy en día es la verdadera rebeldía y la última y definitiva provocación.
Vuelve al aquí y ahora. Pega otro sorbo al gin y mientras forma la palabra sobre la mesa, le vienen a la cabeza los consejos de Tristan Tzara (1896-1963) para hacer un poema dadaísta:
“Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.”
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